APOLOGÍA BÍBLICA
¿Qué son los libros Apócrifos y por qué la Biblia Católica los tiene y la Protestante no?
Por Pablo Santomauro
Por Pablo Santomauro
Los Libros Apócrifos, del griego apokrufos,
que significa oculto o escondido, son 15 libros cuya autoridad y
autenticidad son dudosas. La iglesia católica decidió que debían
incluírse en la Biblia tiempo después que ocurrió la Reforma
Protestante.
Martín Lutero criticó acertadamente a los católicos por no tener respaldo escritural para apoyar doctrinas tales con la oración por los muertos. Debido a esto la iglesia católica canonizó los libros apócrifos. El libro de 2 Macabeos ofrece apoyo a la doctrina, y he aquí, ¡sorpresa!, de pronto ya tuvieron apoyo escritural para ésta y otras doctrinas.
Curiosamente, si bien incluyeron en su Biblia el libro de 2da. de Macabeos que apoya la oración por los muertos, al mismo tiempo decidieron dejar afuera otro libro apócrifo, 2da. Esdras (llamado 4 Esdras por los católicos) que habla precisamente contra la doctrina de oración por los muertos. 2 Esdras 7:105 dice, hablando del día de la muerte: "nadie debe jamás orar por otro en ese día". ¡Con razón no fue incluído este libro en la Biblia Católica!.
El Catolicismo Romano argumenta que la Septuaginta -- la traducción al griego del Antiguo Testamento. --- contiene los libros Apócrifos. En realidad no hay certidumbre de que el Antiguo Testamento Griego del siglo primero, llamado Septuaginta, contuviera los libros apócrifos. Los manuscritos griegos más antiguos que se encontraron y que contienen los libros apócrifos datan del cuarto siglo después de Cristo.
Los católicos también argumentan que algunos padres de la Iglesia tal como Irineo, Tertuliano y Clemente de Alejandría usaron estos libros en sus servicios de adoración, y los aceptaron como Escritura. San Agustín también, dicen los católicos, consideró estos libros como si fueran inspirados.
Los protestantes responden que si bien algunos de los libros apócrifos son citados en el Nuevo Testamento, ninguno de los autores del Nuevo Testamento citó de ellos como si fueran Escritura Sagrada o les otorgó autoridad como si fueran inspirados. Jesús y sus discípulos virtualmente ignoraron estos libros, algo muy significativo si en realidad fueron inspirados por Dios.
Aun más, si bien algunos padres de la Iglesia hablaron como aprobando los libros apócrifos, hubo otros como Jerome y Origen, que negaron su inspiración -- Jerome fue el traductor oficial católico romano de la versión bíblica que se conoce con el nombre de Vulgata Latina. Jerome no incluyó los libros apócrifos indicando así su rechazo. San Agustín, en sus primeros años reconoció la Apócrifa, pero ya en su edad madura la rechazó. Consideró esos libros fuera del canon y como inferior a las Escrituras Judías.
Es notable además, el hecho de que las notas de la Biblia Católico Romana (NAB) admiten que la Apócrifa contiene "libros religiosos usados por judíos y cristianos que no estaban incluídos en la colección de escritos inspirados". Estos "fueron introducidos mas bien tarde en la colección de la Biblia. Los católicos les llaman ‘deuterocanónicos’ (lo que significa "segundo canon" (Saint Joseph Edition of the New American Bible, p. 413).
Además de esto, el Concilio Judío de Jamnia, en el año 90 DC, rechazó la Apócrifa. Cuando combinamos todas estas cosas con el hecho de que existen serios errores históricos en esos libros, junto con doctrinas antibíblicas tales como la oración por los muertos, y que además que ninguno de estos libros apócrifos reclama en sí mismo ser de inspiración divina, es claro que estos libros no pertenecen a la Biblia.
Martín Lutero criticó acertadamente a los católicos por no tener respaldo escritural para apoyar doctrinas tales con la oración por los muertos. Debido a esto la iglesia católica canonizó los libros apócrifos. El libro de 2 Macabeos ofrece apoyo a la doctrina, y he aquí, ¡sorpresa!, de pronto ya tuvieron apoyo escritural para ésta y otras doctrinas.
Curiosamente, si bien incluyeron en su Biblia el libro de 2da. de Macabeos que apoya la oración por los muertos, al mismo tiempo decidieron dejar afuera otro libro apócrifo, 2da. Esdras (llamado 4 Esdras por los católicos) que habla precisamente contra la doctrina de oración por los muertos. 2 Esdras 7:105 dice, hablando del día de la muerte: "nadie debe jamás orar por otro en ese día". ¡Con razón no fue incluído este libro en la Biblia Católica!.
El Catolicismo Romano argumenta que la Septuaginta -- la traducción al griego del Antiguo Testamento. --- contiene los libros Apócrifos. En realidad no hay certidumbre de que el Antiguo Testamento Griego del siglo primero, llamado Septuaginta, contuviera los libros apócrifos. Los manuscritos griegos más antiguos que se encontraron y que contienen los libros apócrifos datan del cuarto siglo después de Cristo.
Los católicos también argumentan que algunos padres de la Iglesia tal como Irineo, Tertuliano y Clemente de Alejandría usaron estos libros en sus servicios de adoración, y los aceptaron como Escritura. San Agustín también, dicen los católicos, consideró estos libros como si fueran inspirados.
Los protestantes responden que si bien algunos de los libros apócrifos son citados en el Nuevo Testamento, ninguno de los autores del Nuevo Testamento citó de ellos como si fueran Escritura Sagrada o les otorgó autoridad como si fueran inspirados. Jesús y sus discípulos virtualmente ignoraron estos libros, algo muy significativo si en realidad fueron inspirados por Dios.
Aun más, si bien algunos padres de la Iglesia hablaron como aprobando los libros apócrifos, hubo otros como Jerome y Origen, que negaron su inspiración -- Jerome fue el traductor oficial católico romano de la versión bíblica que se conoce con el nombre de Vulgata Latina. Jerome no incluyó los libros apócrifos indicando así su rechazo. San Agustín, en sus primeros años reconoció la Apócrifa, pero ya en su edad madura la rechazó. Consideró esos libros fuera del canon y como inferior a las Escrituras Judías.
Es notable además, el hecho de que las notas de la Biblia Católico Romana (NAB) admiten que la Apócrifa contiene "libros religiosos usados por judíos y cristianos que no estaban incluídos en la colección de escritos inspirados". Estos "fueron introducidos mas bien tarde en la colección de la Biblia. Los católicos les llaman ‘deuterocanónicos’ (lo que significa "segundo canon" (Saint Joseph Edition of the New American Bible, p. 413).
Además de esto, el Concilio Judío de Jamnia, en el año 90 DC, rechazó la Apócrifa. Cuando combinamos todas estas cosas con el hecho de que existen serios errores históricos en esos libros, junto con doctrinas antibíblicas tales como la oración por los muertos, y que además que ninguno de estos libros apócrifos reclama en sí mismo ser de inspiración divina, es claro que estos libros no pertenecen a la Biblia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario