sábado, 15 de enero de 2011

OJO

LA BIBLIA Y EL PAPA ROMANO I PARTE

Un Análisis Bíblico de la Figura Papal

El Señor Jesús vino a este mundo para humillarse y así pagar por nuestros pecados (véase Filipenses 2:1-11 para poder entender esta aseveración). Dijo Cristo: “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas la potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor. [...] como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir” (Mt. 20:25-26 y 28). Ello implica que el verdadero discípulo tendrá que seguir ese mismo proceso de humillación-exaltación, pues escrito está que: “...cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lc. 18:14). Es, pues, necesario que en este siglo nos humillemos para que en el siglo venidero seamos exaltados con Cristo. Obviamente, el mal llamado “Santo Padre” altera ese orden enalteciéndose en este siglo, razón por la cual será humillado en el siglo venidero, conforme a la declaración hecha por Jesús. Siendo que el Papa no está pasando por ese proceso de humillación ahora en este siglo presente, y más bien está siendo exaltado por el mundo, a tal punto que se le llama “el Santo Padre”, “Príncipe de la Iglesia”, “Sumo Pontífice”, etc., hemos de concluir que no anda tras las pisadas de aquel que dijo: “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su Señor...” (Mt. 10:24). Hagamos una breve comparación de Cristo y el Papa y veremos que son polos opuestos. Veamos:

1) Cristo, pobre _ el Papa, opulente.

2) Cristo, sin posición social _ el Papa, exaltado como príncipe de este mundo.

3) Cristo, totalmente accesible _ el Papa totalmente inaccesible.

4) Cristo, dependía para todo de Dios _ el Papa, de la Guardia Suiza, y el papamóvil.

5) Cristo, siempre entre los pobres _ el Papa con los reyes y los ricos de este mundo

6) Cristo, siempre rechazado y perseguido _ el Papa, aclamado y amamantado.

7) Cristo apolítico _ el Papa, el más grande político.

Sin lugar a dudas que el Papa no cumple con este fundamental requisito de humillación-exaltación, por lo tanto, no es un legítimo y fiel seguidor del Maestro. Eso lo constituye en un falso representante de Cristo, más aún, en un anticristo.

Roma Reclama que el Apóstol Pedro fue dis que el Primer Papa

El vaticano señala que cuando Cristo dijo: “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia...” se está colocando a Pedro como el primer Papa. Analicemos la siguiente lectura: “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” (Mt. 16:13-19). No es necesario que seamos intelectuales ni altamente preparados para darnos cuenta, por el contexto, que Cristo no se refiere a Pedro propiamente como la roca sobre la cual se sostendría la Iglesia, sino a la declaración que este hace señalándole a Él (a Cristo) como el enviado Hijo de Dios y Salvador de los hombres. De Cristo haberse referido a Pedro como la roca o el fundamento de la Iglesia, hubiese dicho: “sobre esa roca edificaré mi iglesia” y no “sobre esta roca”. Si la Iglesia hubiese estado fundamentada sobre Pedro, esta se habría desmoronado cuando Pedro negó a su Maestro tres veces (véase Mateo 26:69-75). Pablo señala que Cristo (y no Pedro) es el fundamento de la Iglesia; veamos: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Co. 3:11). Cuando Cristo le señala tres veces a Pedro que apaciente Sus ovejas, lo que hace es confirmándolo como uno de los apóstoles, ya que Pedro le había negado (también tres veces); razón esta por la cual Pedro se entristece; veamos: “Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Jn. 21:17). ¡Clarísimo! No puede verse de otra manera. Es evidente que Cristo lo que hizo fue recordarle su negación. Si lo estuviera nombrando Papa lo menos que haría Pedro sería entristecerse. Por consiguiente, la expresión antes mencionada: “a ti daré las llaves del reino de los cielos” que Cristo pronunció al dirigirse a Pedro, es, sin lugar a dudas, de carácter representativo, pues en otra escritura de Mateo, específicamente en el capítulo 18 y versículo 18, Cristo, dirigiéndose a todos los discípulos, les dice: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desataréis en la tierra, será desatado en el cielo.” Es evidente, pues, que si ellos ataban y desataban, lo hacían porque también tenían las llaves para hacerlo.

Es necesario que entendamos que las llaves son un mero símbolo de la autoridad que le es conferida al ministerio verdadero, constituido por aquellos a quienes Dios les ha revelado la verdad del Evangelio. Cristo, lo que realmente hizo con Pedro fue confirmar lo que ya había hecho el Padre, a saber: haberle revelado la verdad del Evangelio, que es Cristo mismo. Por eso el Señor dijo: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” [entiéndase que no se lo reveló ningún hombre, sino el Espíritu Santo] (Mt. 16:17). Por consiguiente, aquellos a quienes les es revelado el Evangelio Eterno, le son conferidas las llaves para atar y desatar. Hemos de recordar que Dios no confiere dones a los hombres para que estos se ensoberbezcan y entronicen, sino para que cumplan con los propósitos de Dios de edificar la Iglesia que habrá de prevalecer por el Evangelio (véase Primera de Corintios 15:1-2).

De Pedro haber sido nombrado “Papa” o jerarca de la Iglesia, el apóstol Pablo lo hubiese sabido, y sería imperdonable que cuando enumera en Efesios los dones ministeriales que Cristo otorgó a la Iglesia pase por alto el primer y más alto rango ministerial que sería el de Papa; leamos: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 4:11-12). Claro, ¿verdad? Y, más aún, de existir dicho nombramiento o posición, Pedro mismo hubiese estado enterado de su selección y no hubiese tolerado que Pablo, el más pequeño de los apóstoles, como él mismo declara, le llamase “hipócrita”, como lo llamó. Pablo dice que le resistió a Pedro cara a cara porque este (Pedro) enseñaba la circuncisión, negando así la verdad del Evangelio, por lo cual era de condenar (véase Gálatas 2:11-16 al respecto). El mismo apóstol Pedro dice: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo...” (1 P. 5:1). Nótese cómo el apóstol se coloca a un mismo nivel que los demás y señala que lo que lo hace distinto no es un primado, sino el hecho de que fue testigo ocular de los padecimientos de Cristo.

Es obvio que a la luz de la Escritura la Iglesia primitiva no era regida por Pedro, sino por el Concilio de Jerusalén. (Véase Hechos 15:1-4) para que confirméis esta aseveración.)

No hay lugar a dudas, el reclamo de Roma de que Pedro fue el primer Papa no tiene fundamento bíblico alguno. Por lo tanto, están señalando un falso hecho, y eso los constituye en falsos representantes de Cristo; el Papa, el primero entre ellos.
continuara........................

DOCTRINA BASICA CRISTIANA

¿PARA QUÉ DEBEMOS CONOCER LA DOCTRINA CRISTIANA BÁSICA?

LECTURA DEVOCIONAL: I Timoteo 1:1-11.

TEXTO PARA MEMORIZAR: II Timoteo 3:16-17.

LECTURAS DIARIAS

LUNES: Hechos 2:36-42.

MARTES: Efesios 4:8-14.

MIÉRCOLES: II Tesalonicenses 2:13-15.

JUEVES: I Timoteo 1:1-10.

VIERNES: I Timoteo 1:11-20.

SÁBADO: II Timoteo 3:12-17.

DOMINGO: I Timoteo 4:1-8.

PROPÓSITO

Enfatizar la importancia de la doctrina en la iglesia.

El conocimiento intelectual de la doctrina cristiana no salva. Lo que sí salva es la experiencia de nacer de nuevo por medio de recibir a Jesucristo como Salvador y Señor personal, creyendo que su sacrificio expiatorio en la cruz es el pago suficiente para la salvación de todo aquel que cree, (Juan 3:1-21).

La doctrina nos sirve para determinar si Jesucristo y el plan de salvación que presenta cierta iglesia o grupo, literatura, película, himno, curso o movimiento, son los mismos que enseña la Palabra de Dios. Muchos cristianos sinceros, pero ingenuos, creen que cada vez que se menciona a Jesucristo, se trata del mismo que describen los evangelios. Pero no siempre es así. Debemos aprender a reconocer al Jesucristo bíblico, de entre las diferentes concepciones de Él, que nos presentan las diferentes sectas del cristianismo. El Jesucristo del evangelio bíblico original es muy diferente del Jesucristo de los mormones, del Jesucristo de los Testigos de Jehová, el de los moonies, el de los gnósticos, del de la Nueva Era, y del Jesucristo de las diferentes sectas.

La salvación se obtiene al aceptar al Jesucristo de Nazaret, a quien describe la Biblia como el Hijo de Dios; coexistente con el Padre y el Espíritu Santo por la eternidad; quien se hizo hombre al nacer de la virgen María por obra del Espíritu Santo; quien es Dios eterno y hombre perfecto; quien padeció, murió y resucitó al tercer día, ascendió a los cielos, se sentó a la diestra del Padre; donde intercede por nosotros y desde donde volverá para resucitar a sus redimidos, a juzgar a las naciones, a reinar en la tierra por mil años, a juzgar a los muertos impíos, a poner a todos sus enemigos bajo sus pies; y finalmente entregar el reino a Su Padre por la eternidad.

I. LA SANA DOCTRINA BIBLICA NOS SIRVE PARA:

Guardarnos de no incluir en nuestra fe y prácticas, elementos que no estén debidamente basados en las Sagradas Escrituras.

Responder a los de otras creencias que nos demandan razón de nuestra fe, al comparar lo que ellos creen con lo que creemos.

Discipular debidamente a quienes llegan a nuestra iglesia después de años de esclavitud en el ateísmo o las religiones.

Reconocer si las enseñanzas en la televisión, radio, himnos, literatura, predicaciones, etc., tienen bases bíblicas o no.

II. ¿QUÉ ES LA DOCTRINA CRISTIANA?

Es el conjunto de principios o enseñanzas sobre fe y práctica, en los cuales se basa la institución de la Iglesia, basados estrictamente en la Palabra de Dios, revelada a nosotros por el Espíritu Santo. II Timoteo 3:16, dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

III. ¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA SANA DOCTRINA EN LAS IGLESIAS?

1. Los discípulos permanecían en los principios básicos”.
Hechos 2:42, “Perseveraban en la doctrina de los apóstoles”.

2. Pablo aconseja ser firmes en lo que creemos:
Efesios 4:14, “Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”.

3. Pablo aconseja retener lo enseñado por él:
II Tesalonicenses 2:15, “Retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra”.

4. Pablo dejó a Timoteo en Éfeso para preservar la sana doctrina:
I Timoteo 1:3, “Para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina”.
I Timoteo 3:14, “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido”.

5. La ley fue dada para sujetar a los desobedientes:
I Timoteo 1:10, “Y para cuanto se oponga a la sana doctrina”.

6. El Espíritu reveló en la Palabra que:
I Timoteo 4:1, “En los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.

7. Se profetizó sobre tiempos peligrosos:
II Timoteo 4:3, “Cuando no sufrirán la sana doctrina, sino teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”.

8. Un buen ministro de Jesucristo está:
I Timoteo 4:6, “Nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina”.

9. Pablo recomienda a su discípulo, el joven Timoteo:
I Timoteo 4:16, “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyen”.

10. Pablo aconseja a Tito:
Tito 2:1, “Tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”.

11. El autor de Hebreos aconseja:
Hebreos 13:9, “No os dejéis llevar de doctrinas diversas”.

12. El apóstol Juan también advierte:
II Juan 9, “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo”.

IV. LA DOCTRINA DEBE BASARSE ESTRICTAMENTE EN LAS ESCRITURAS

1. Las Sagradas Escrituras son inspiradas por Dios
II Timoteo 3:16, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

2. Son inspiradas por el Espíritu Santo
II Pedro 1:20, 21, “Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
 Pedro 1:10,11, “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”.

3. No debe agregárseles ni quitárseles nada
Apocalipsis 22:18,19, “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”.

Aquí se nos prohíbe alterar el texto mismo de la Biblia, e igualmente tener como autoridad otros libros, cuyos autores pretenden haber recibido por revelación de Dios. La revelación escrita terminó con Apocalipsis 22:21.

4. Hay que recordar las siguientes reglas

a. El autor de la Biblia, el Espíritu Santo, es su mejor intérprete. El debe guiar todo estudio sincero de ella. También la Biblia misma es el segundo mejor intérprete: lo que no está muy claro en un pasaje, se clarifica más adelante en otros pasajes, o debe interpretarse a la luz de todo el contexto general de ella.

b. Es una norma de la hermenéutica, o conjunto de reglas para la interpretación bíblica, que ninguna doctrina debe basarse en un solo versículo aislado. Para aceptar una doctrina, debe aparecer por lo menos en tres pasajes diferentes de la Biblia.

c. Ninguna revelación que pretenda ser de Dios puede contradecir lo que ya se ha revelado en las Sagradas Escrituras.

V. LA DOCTRINA AFECTA LA VIDA PRACTICA

La doctrina afecta la vida práctica diaria. Si la doctrina es sana, sus seguidores tendrán una vida equilibrada, irradiando luz que atrae y que habla acerca de Dios a quienes lo busquen. Si la doctrina es torcida, la vida de las personas será rara y desbalanceada, y creará dudas y confusión a quienes buscan respuesta para sus problemas.

Ejemplo 1:
Los “Amigos” creemos que Dios sana el cuerpo haciendo milagros, y que también sana a través de la medicina científica que Él ha revelado a los hombres. Oramos por milagros de sanidad de nuestras enfermedades y las de otros; y también usamos el consejo médico y las medicinas farmacéuticas, esperando que Dios obre de acuerdo con Su voluntad.

Ahora, algunos enseñan que sólo debemos orar y esperar un milagro y, además, condenan el uso de la medicina científica. Cuando el creyente consulta a un médico, o intenta usar remedios químicos o naturales, entra en un conflicto de conciencia, pues se espera que su fe sea el único medio para obtener sanidad. Si también se le enseña que toda enfermedad sin excepción debe ser sanada, y que todo depende de su fe, en el caso de no curarse así, se le acusará de que no tiene la suficiente fe para alcanzar salud. Esta presión puede deprimirlo y agravar su situación.

Cuando un adulto decide no tomar medicina, él sufrirá por su propia elección. Pero cuando los niños o ancianos muy enfermos, que dependen de los adultos y no pueden decidir, mueren porque sus padres o parientes se niegan a darles medicina, esperando que sanen sólo por fe, esta doctrina está causando un mal mayor.

Ejemplo 2

Los Amigos creemos que el sexo tiene como propósito la procreación de los hijos y, además, expresar amor e intimidad al cónyuge. Creyendo así, los esposos viven una vida física, emocional y espiritual equilibrada.

Ahora hay quienes enseñan que el sexo es sólo para procrear, y que los esposos que ya han completado el número de hijos que desean, no deben tener más relaciones íntimas. Al hacerlo, experimentan sentimientos de culpa, tensiones, y aun tentaciones.

Ejemplo 3

Los Amigos enseñamos que la salvación es sólo por la fe en el sacrificio expiatorio que Jesús hizo por nosotros en la cruz, pero que podemos perderla si no vivimos en santidad. Si la vida cristiana y la fe se marchitan gradualmente, podemos hasta dudar de nuestra salvación. Por ello exhortamos a los hermanos a vivir en estrecha comunión con Dios. La vida de santidad y la íntima comunión con Él, mantendrán viva la fe en Cristo, que es lo único que salva.

Muchos enseñan que una vez que somos salvos, permanecemos siempre salvos. Dicen que no importa cuánto nos desviemos, pues siempre volveremos al redil y nuestra salvación está asegurada. Esta doctrina puede llevar a los creyentes a ser un tanto descuidados en su conducta diaria.

En resumen, cualquier cambio en la doctrina afectará también la vida práctica diaria de los hermanos. Muchas veces, estas nuevas formas de vida no siempre resultan muy prácticas, sino ilógicas, dañinas y hasta esclavizantes. Por ello es necesario vigilar que siempre se mantenga la sana doctrina libre de contaminación.

Una iglesia debe adherirse a una sola línea de doctrina, pues cuando penetran otras corrientes con ideas diferentes, hay interferencia y conflictos y se pierde la unidad en la iglesia local.

Por supuesto, respetamos las doctrinas de otras iglesias.

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que to oyeren.” (I Timoteo 4:16)

PRINCIPIOS BASICOS DE LA BIBLIA

2.5 LA BIBLIA, LA ÚNICA AUTORIDAD

Por lo que hemos visto hasta ahora en este estudio, el Espíritu de Dios se refiere a Su mente y propósito, y al poder por el cual Él pone en acción esos atributos. Hemos hecho hincapié en que ese espíritu se nos revela expresamente en las páginas de la palabra de Dios. Los muchos problemas del cristianismo contemporáneo se deben a una terrible falta de apreciación de este hecho. Como es difícil creer que tan grande poder esté plasmado en un libro, partes del cual encontramos difícil de entender, es tentador pensar que la revelación de Dios a los hombres podría existir en alguna otra forma aparte de la Biblia. Como nuestra naturaleza humana, fundamentalmente defectuosa (Jer. 17:9), encuentra tan difícil digerir la pura verdad de la palabra de Dios (Jn. 17:17), muchos han cedido ante esta tentación pretendiendo otras formas de revelación que son más atractivas para la mente humana. A continuación se presentan algunos ejemplos:

Religión

Otra forma de revelación que afirma tener

Ventaja humana; su atractivo

Testigos de Jehová

Publicaciones de la Sociedad Watchtower, que se consideran inspiradas.

No se requiere ningún esfuerzo personal para lograr la interpretación correcta de la Biblia; la organización tiene respuesta para todo.

Católicos romanos

Los pronunciamientos del Papa y las opiniones de los sacerdotes, que dicen ser automáticamente el verdadero reflejo de la mente de Dios.

No se requiere la lectura personal de la Biblia. En el pasado, el catolicismo ha desalentado e incluso prohibido su lectura. Se confía en los hombres más bien que en tener que hacer el esfuerzo de verificar las cosas por uno mismo.

Mormones

El Libro de Mormón y otros libros

Elimina la necesidad de creer en doctrinas bíblicas que son difíciles de aceptar. El Libro de Mormón ofrece una oportunidad de salvación universal, mientras que la Biblia dice que hay muchas personas que viven y mueren sin esperanza alguna por no haber tenido acceso a un conocimiento del evangelio.

Cristianismo carismático

Una ‘luz interior’ que pretenden que es el Espíritu Santo.

Creen todo lo que sienten que es correcto, ya que, piensan ellos, el Espíritu de Dios los está guiando e inspirando en formas desconectadas de la Biblia.

Todo esto subraya la necesidad de una aceptación fundamental de la Biblia como la palabra de Dios y buscar en sus páginas el verdadero mensaje. La pregunta: "Una Biblia, muchas iglesias, ¿por qué? queda contestada en gran manera cuando se comprende cómo, en cierto grado, cada iglesia ha pretendido tener otra forma de revelación del Espíritu de Dios, es decir, su voluntad, doctrina y pensamiento, además de la que está en la Biblia.

Si Ud. desea encontrar la única iglesia verdadera, la única fe verdadera, y el único bautismo verdadero (Efesios 4:4-6) la invitación fuerte y clara para usted es: "¡Vuélvase a la Biblia!" Lea algunas veces los primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles. Es evidente que fue la lógica de Pedro, el razonamiento basado en la Biblia, lo que realmente tocó los corazones de hombres, convirtiéndolos, más bien que los milagros que hizo.