martes, 19 de marzo de 2013

DIRECCION DE CULTOS

En este espacio queremos pasar a compartirle unas sugerencias para la dirección de cultos para los servicios de adoración dentro de la iglesia local.
1. Observaciones generales:
  • El culto debe empezar a la hora señalada. Los creyentes deben aprender a ser puntuales en los cultos para Dios. Dios es muy puntual como lo vemos en los días, años, estaciones, etc.
  • Hacer todo lo posible por tener buena luz.
  • Demostrar cortesía con todos, especialmente con las personas nuevas o los visitantes.
  • Enseñar a los creyentes a dar la bienvenida a todos, ayudándoles a conseguir un asiento, o a encontrar la lectura bíblica.
  • Todos debemos aprender a decir mucho en pocas palabras.
2. El que dirige:
  • Debe estar limpio, bien arreglado, peinado, afeitado y con las uñas limpias.
  • Su manera debe ser humilde, confiado sin temor, sonriente, o según el caso. Su manera animada atraerá la atención de los oyentes.
  • Al despedir la gente, se debe salir para saludar a todos. No hace ninguna excepción de personas.
3. La expresión y la acción:
  • La acción debe ser natural, con vida, libertad y poder.
  • Hable con los ojos, la cara, las manos, y el cuerpo.
  • La expresión del rostro es casi involuntaria, y poco puede hacerse para mejorarla si no es en la corrección de defectos. Con ella suplicamos, amenazamos, conciliamos, manifestamos tristeza o gozo, entusiasmo o desaliento.
  • Cuando uno está posesionado de su asunto, y se olvida de sí mismo, su rostro tomará la expresión de acuerdo a sus sentimientos.
  • Mire a los oyentes. Evite el mirar a través de las ventanas y las puertas, al cielo raso o al suelo.
4. La postura:
  • No se recline sobre el púlpito, o sobre cualquier otro mueble.
  • Guarde el cuerpo derecho y firme sobre sus dos pies.
  • Tenga la cabeza derecha, no inclinada al frente, ni a un lado ni al otro, ni alzada.
  • Los pies deben estar firmes en el suelo, no muy apartados, ni en inmediato contacto.
5. El Ademán:
  • La acción no es para hacer al dirigente parecer ridículo o gracioso.
  • La acción debe expresar verdades
  • El cuerpo puede moverse fácilmente de un lado a otro, quedando siempre firme en ambos pies. Evite demasiado movimiento.
  • La cabeza debe seguir el movimiento del cuerpo, de los brazos, y de los dichos tales como, “ en el cielo” “lejos de nosotros” “a la izquierda”
6. Los brazos y las manos:
  • Evite el mismo movimiento para cualquier acción.
  • Hay acción para lugares, cerca, lejos, arriba, abajo, la derecha, etc.
  • Hay acción para cosas, grandes y pequeñas.
  • La acción no deber ser excesiva.
7. Corrección de Maneras en el púlpito:
  • No se arregle el pelo o la corbata, etc.
  • No juegue con sus botones, anillos, libros, papeles o el bosquejo.
  • No mastique chicle u otra cosa.
  • No busque himnos mientras oran.
  • No mire alrededor.
LA VOZ
1. Observaciones generales de la dicción en cuanto a la voz.
  • Se puede conservar su propia personalidad.
  • Debe adquirir la costumbre de corregir sus mismas faltas.
  • La voz es un gran instrumento.
  • Se mejora la voz repasando la lectura en voz alta.
  • Debe tener un habitual cuidado de la pronunciación.
2. El uso de la voz al hablar en público.
  • No principie demasiado alto, ni tampoco demasiado bajo.
  • No permita que la voz decaiga en las últimas palabras.
  • Fija la vista con frecuencia en los oyentes más lejanos para saber si todos pueden oír.
  • Que Haya variedad, la monotonía destruye la elocuencia, como también el mucho gritar.
LA PALABRA DE DIOS EN EL CULTO
1. Reglas generales:
  • La porción bíblica debe ser elegida antes del culto.
  • Anuncie el pasaje claramente dos o tres veces. Antes de empezar la lectura esté seguro que todos hayan encontrado el lugar.
  • El pasaje escogido debe tener íntima relación con el mensaje o la lección. Tenga cuidado de escoger algo tan interesante, que no sea demasiado largo o corto.
  • Puede ser introducido con un himno, coro o alguna palabra.
  • Unas cortas palabras explicativas sobre algún versículo de la porción leída muchas veces hace grabar la verdad en los corazones. Debe cuidar de no prolongar mucho la lectura, y así cansar a la gente antes de llegar al sermón.
2. Maneras de usar la Palabra de Dios:
  • Puede ser leída por el que dirige u otra persona designada.
  • Cuando el culto está compuesto de incrédulos, o la mayoría no tienen Biblia, el dirigente debe leerlo solo.
  • El que lee debe haber repasado la lectura en privado para poder leerla con claridad y poder.
  • Debe leer bien, con claridad, despacio dando énfasis a las palabras y frases importantes, poniendo atención a la puntuación. Una porción mal leída pierde su significado.
  • La congregación puede leer unánimemente. El predicador debe ayudar a los creyentes leer unísono, despacio y con claridad.
  • La lectura puede ser antifonal. De esta manera despierta interés en los congregados y los hace traer su propia Biblia.
  • La congregación puede repetir porciones bíblicas de memoria.
  • Se puede usar porciones bíblicas para:
  • Principiar el culto.
  • Introducir algún himno
  • Introducir la oración
  • Tomar la ofrenda

SIN SANTIDAD NADIE VERA AL SEÑOR

1 Corintios 6:9-11 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”

Nuestro Señor Jesucristo comisionó a su Iglesia diciendo: Id por todo el mundo, predicad el evangelio a toda criatura. También nuestro Señor dijo: Id y doctrinad enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, el Señor ordena a predicar y a doctrinar, son dos cosas fundamentalísimas que se complementan la una a la otra. Predicar sin doctrinar, es sembrar sin poder cosechar; doctrinar sin predicar es querer cosechar sin sembrar. Dios ha puesto sobre nosotros una carga muy grande por las almas que nunca han escuchado el evangelio, pero también nos ha cargado, por las almas que continuamente escuchan el evangelio.
 
 Es muy doloroso que las almas se pierdan, sin nunca haber escuchado el evangelio. Pero es mucho más doloroso que las almas se pierdan escuchando todos los días el evangelio. Es muy triste perder el alma en la selva, es mucho más triste perder el alma en la iglesia. Es mejor ser un pagano en la selva, que ser un mundano en la iglesia.
 
Es terrible ser frío y perderse en la selva, pero es mucho más terrible ser tibio y perderse en la iglesia.
 
De hay la responsabilidad de la iglesia de no solamente predicar y evangelizar, pero también doctrinar y enseñar. Nosotros siempre hemos hecho ambas cosas, por eso este estudio en esta ocasión se trata sobre LA SANTIDAD.
 
El significado primario de la palabra santidad es separación o dedicación para vivir para Dios y para servirle. Si la demanda divina de santidad o separación incluye la casa templo, el mobiliario, los utensilios, todo lo utilizado en rendir culto a Dios tiene que ser separado exclusivamente para Dios, mucho más se requiere a nosotros como hijos de Dios, todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo.

La Palabra de Dios enseña enfáticamente que “sin santidad, nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). En (San Lucas 1:75) declara que este evangelio es “en santidad y en justicia” En (1 pedro 1:15-16) dice: “como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en todavuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

En (2 Corintios 7:1) dice: “limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” En (Efesios 4:24) se nos ordena diciendo: “vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
En Tito 2:11 nos declara: “enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” El Salmo 24:3-4 dice: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón;El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño” En Mateo 5:8 dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” En 1 Juan 2:15-17 dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
 
 En 1 Timoteo 2:8-10 dice: “quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”. “porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios,” (1 Pedro 3:5).

Hoy día hay mucha gente en las iglesias que dicen ser salvos, pero viven, actúan y visten como lo hace el mundo. Dicen ser cristianos pero viven y visten como mundanos y hasta como paganos. A los tales les preocupa más estar a la moda, que estar en santidad. No siguen los dictados de la Biblia, sino los dictados de Hollywood y de París. No se puede establecer la diferencia entre los tales y los inconversos y paganos. No solo se contaminan ellos mismos, sino que también contaminan la casa de Dios porque asisten a la misma, vestidos indecorosamente. Refiriéndose a la casa de Dios dice el Salmo 93:5 como sigue: “la santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre”.
Muchos dicen que Dios no se fija en lo exterior, pero estas citas bíblicas que hemos leído se refieren e incluyen lo exterior. Muchos dicen que Dios lo que mira es lo interior, pero al mirar lo interior, ya ha tenido que mirar lo exterior. La santidad tiene precisamente dos aspectos: El interno y el externo, esto es, el aspecto del corazón y el aspecto de la conducta exterior, uno tiene que ver con los motivos; el otro con las acciones. La santidad interna, es un estado de pureza obrado por el Espíritu de Dios. La santidad externa es una vida de justicia y devoción a los más elevados ideales del evangelio. La verdadera santidad interna, siempre se manifestará externamente, manteniendo normas altas de conducta conforme a la Palabra de Dios, y por consiguiente, diferentes a las del mundo. El creyente santificado, será diferente tanto en lo interior como exteriormente.
 
 La Biblia claramente enseña como debemos andar (Juan 2:6) “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” y (Efesios 4:17) “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente”
 
La Biblia claramente enseña como debemos conversar (1 Pedro 1:15) “como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”
 
La Biblia claramente enseña como debemos vestir (1 Timoteo 2:9). “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia… como corresponde a mujeres que profesan piedad.” Esto también se aplica para los hombres para vestir ropas ridículas. Dios nos ha llamado a pureza y a santidad. Dice(1 Tesalonicenses 4:7) “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.”
 
Nosostros tenemos que seguir el llamado de Dios y el dictado de la Biblia, y no el llamado del mundo y los dictados de modas indecorosas. El camino al cielo, es camino de santidad. Dice en Isaías 35:8 “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él...” Dios es santo y el camino que conduce a Él, es camino de santidad, porque sin santidad nadie verá al Señor.
Hermanos y amigos: Causa dolor ver la condición de tantos creyentes, iglesias y denominaciones llenos del mundo, completamente mundanos, viviendo, actuando, hablando, vistiendo como el mundo, amando al mundo y las cosas del mundo, ellos reclaman que son cristianos, reclaman que irán al cielo, piensan que Dios no interviene en lo exterior, pero leamos la severa amonestación del Apóstol Santiago que dijo: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4). Causa mucho dolor, que aflige el corazón y muchos naufragan en la fe, cuando ven a notorios predicadores, que son notorios adúlteros, fornicarios, o divorciándose y recasándose repetidas veces con una facilidad espantosa. O engañadores, cuyo dios es el vientre, aprovechándose de la buena fe de los creyentes.
 
La razón por la cual el mundo no ha sido evangelizado, es precisamente por los malos testimonios, la mundanalidad, la falta de santidad en individuos e iglesias. Con razón el Apóstol Pedro afirma: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las verdades de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” Quiere decir, que para poder anunciar con efectividad las virtudes del evangelio, tenemos que ser gente santa. En el Antiguo Testamento, cuando un sacerdote manchaba, o deshonraba su ministerio con adulterio, fornicación o idolatría, Dios lo excluía, lo eliminaba del ministerio, y lo que más Dios le permitía, después que se arrepentían, era ser porteros en el templo. Y hoy día, si tantos adúlteros y fornicarios que manchan y deshonran el ministerio y los púlpitos, salieran del ministerio y se arrepintieran, ¡qué muchos porteros habría!
 Hermano, hermana: si Ud. encuentra que en su vida hay cosas, conversaciones, vocabulario, modas, costumbres, maneras de vivir que no son santas, que no agradan a Dios, es mejor que Ud. se humille en la presencia de Dios, le pida perdón y le prometa abandonar tales cosas para entrar plenamente en el camino de santidad, porque SIN SANTIDAD, NADIE VERÁ AL SEÑOR.

FELIZ DIA DEL PADRE HONDUREÑO




ESTE 19 DE MARZO EN HONDURAS CELEBRAMOS EL DIA AL PADRE, FELICIDADES A TODOS LOS HOMBRES RESPONSABLES DE SU FAMILIA, EN EL NOMBRE DE CRISTO MUCHAS BENDICIONES.

LA CLAVE E UNA ECONOMIA SOLIDA

“Gobierna sus asuntos con juicio, por lo cual no resbalará jamás”.
Salmos 112.5-6

Dice la Palabra de Dios que aquel que gobierna sus asuntos con juicio, por obrar de esta manera, no resbalará jamás.

No importa cuán resbaladiza pueda ser la situación o el contexto en el que estés, si a la hora de gobernar tus asuntos, lo hacés con juicio, por actuar de esta forma, jamás resbalarás.

La primera acepción de “juicio” está relacionada con ser juicioso:

Elaborando un presupuesto mensual de gastos.
Alejando el endeudamiento de nuestra vida.
Siendo prudentes a la hora de emprender cosas.
Ahorrando e invirtiendo para el futuro.
Proveyendo para el futuro de nuestros hijos.

La segunda acepción de “juicio” está relacionada con ser justo:

Para con Dios, dándole a Él nuestros diezmos y ofrendas.
Para con el Estado, pagando nuestros impuestos.
Para con los empleados, pagando lo que corresponda.
Para con nuestros empleadores, trabajando honestamente.
Para con el prójimo, no defraudando a nadie.

Cuando actuás de esta forma, siendo juicioso y justo, dice Dios en su Palabra que no resbalarás jamás.
Al actuar así, esto se convierte en una promesa para tu vida la cual te debe llenar de tranquilidad y expectativa para tu futuro.

También aleja el temor y la incertidumbre de vos y de tu familia, porque más allá de lo que pueda suceder en el mundo, vos no resbalarás jamás, y “jamás” significa “nunca”.

Yo bendigo tu vida para que puedas gobernar tus asuntos con juicio y, de esta forma, desarrollar una economía sólida y estable, en la actualidad y en el futuro, y nunca jamás resbalar.

LOS VOCEROS DE CRISTO

BIOGRAFÍA DE LOS VOCEROS DE CRISTO

Desde su infancia y juventud Álvaro Gómez logró obtener reconocimientos por sus dotes artísticos como compositor y arreglista. Había ganado popularidad entre sus conocidos y reputación en la farándula de su país natal Colombia.

Pero fue un buen día en que ocurrió lo inesperado, el Señor Jesús lo llama. Era el año de 1.970 cuando conoció la verdad de Cristo, de esa manera deja atrás la vida perniciosa para convertirse en un nuevo ser. Conoce a Eduardo Silva con quien al unirse (ya convertidos a Cristo) forman un dúo, que al poco tiempo comenzaría a llamar la atención.

Al pasar de los días la gente corría la voz acerca de aquel joven dúo que con su peculiar forma de interpretar hacía tener el deseo de escuchar más. Viendo la evidencia del llamado de Dios, Álvaro Gómez siente el deseo de tener un nombre para identificarse musicalmente y como Ministerio. Es en el año 1.972, en vísperas de su primera grabación que nacen “LOS VOCEROS DE CRISTO”.

A partir de allí Dios se encargaría de que estas melodías trascendieran más allá de las fronteras, llegando a lugares que ellos no imaginaban, sirviendo como instrumentos para traer un mensaje que resonaría en los oídos y en el corazón de miles que habrían de conocer a Cristo como Salvador. Se trasladan a Venezuela y comienzan a proyectarse desde allí. Al poco tiempo visitan diferentes países en los cuales la música ya era conocida y querida por la gente. Dios se había encargado de expandir las grabaciones usando diversos medios y recursos, de esa forma el nombre de “LOS VOCEROS DE CRISTO” ya no podía pasar desapercibido, glorificándose siempre Dios a través de este Ministerio a lo largo América Latina.

Pero el Señor tenía planes más especiales y amplios para el dúo. Eduardo Silva decide desarrollar un Ministerio al lado de su familia, lo que lo lleva a separarse de Álvaro y por ende de “LOS VOCEROS DE CRISTO”. Esto aparentemente representaba el fin del dúo y ciertamente significó el cese por algunos años. Pero aún así la música ya difundida seguía siendo usada por el Señor para ganar almas. Álvaro Gómez continuó predicando y cantando junto a su familia y como solista, sin pensar que el Señor estaba forjando al siervo que le acompañaría en el dúo para darle el renacer a “LOS VOCEROS DE CRISTO” en una nueva visión.

Álvaro David Gómez, con 18 años de edad desarrollaba en la Iglesia local la Alabanza y Adoración. Mostraba desde niño tener don de la música. En el año 1.995 Dios lo llama a ser el nuevo compañero de su padre, Álvaro Gómez, para darle continuidad a “LOS VOCEROS DE CRISTO”. Una vez más Dios enciende la lámpara del Ministerio, es el resurgimiento del dúo.

30 años después hacemos un recorrido en el tiempo, una amplia trayectoria, numerosas grabaciones, miles de testimonios y anécdotas hablan de un Ministerio que llena una página importante en la historia de la Iglesia Cristiana contemporánea.