domingo, 10 de julio de 2011

¿SE PIERDE LA SALVACION SI USTED PECA?

No creo que no haya cristiano, sincero en su corazón, que no se haya hecho esta pregunta. Ahora bien, debido a que son respuestas y no estudios completos (lo que llevaria mucho mas tiempo y espacio) trataremos de ser concretos. A la vez que daremos datos biblicos para que cualquiera pueda profundizar el tema mediante su propio estudio en la biblia.

En este caso responderemos a la pregunta reflexionando sobre dos aspectos ligados a la misma. Esto es: 1- ¿La salvación se pierde? 2- ¿que debe hacer el cristiano cuando peca?

1- ¿La salvación se pierde?
Cuando nos acercamos a las páginas de la biblia con objetividad, encontramos con sorpresa que hay suficientes cantidad de textos biblicos, ya sea para afirmar que la salvacion se pierde, como tambien, que no se pierde. ¿es esto un problema? Sólo si tomamos textos aislados. Olvidando asi, que la biblia debe estudiarse como un todo. Ya que toda la biblia es palabra de Dios.

Lo primero que tenemos que ver entonces es, lo que Dios afirma acerca de la salvacion. Lo veremos en este órden:
a) Dios no quiere que nadie se pierda. 2 Pedro 3:9 Es muy importante que usted léa los textos que iremos mencionando.

b) Dios no envió a Jesús para condenar sino para salvar a la humanidad. S. Juan 3:17

c)Así, el regalo de Dios para los que se arrepienten y creen es la vida eterna. Lucas 5:32; S.Juan 3:3; Romanos 6:23.

La biblia es muy clara en esto. El deseo del corazón de Dios es que cada ser humano séa salvo. Y esa es la oportunidad que se nos brinda a través de Jesucristo. Dios siempre quiere lo mejor para nosotros. S. Juan 316; Lucas 19:10; Romanos 5:8.

En segundo lugar la biblia afirma que hemos nacido de nuevo. Dios lo dice, asi que nunca dude. Aún asi puede meditar en los siguientes textos. I Pedro 1:3-5; Juan 10:27-29; Romanos :38,39 y Efesios 1:13.

En tercer lugar, aunque ustéd es salvo, la biblia nos alerta de que ¡no debemos descuidar nuestra salvación! ¿Qué quiere decir esto? El Nuevo testamento afirma reiteradamente que aunque ya hemos recibido la salvacion esta todavia no se ha consumado. Léa I Tes. 5:8-10 note que Pablo por un lado le dice a los creyentes de Tesalónica que se vistan “con la esperanza de salvación cómo yelmo.” Y luego añade que Dios nos ha puesto “…para alcanzar salvacion.” Así vemos que la salvacion es nuestra en el presente pero debe consumarse en el futuro. Parece contradictorio pero no lo es. De la misma manera, por ejemplo, cuando una persona ha recibido una herencia y está legalmente todo establecido, pero hasta que no se cumplan las condiciones que pueden ser, hechos concretos, fechas etc. no podrá disfrutar plenamente de la misma. Sin embargo mientras espera es el dueño de la herencia. Así con el cristiano y su herencia o salvación.

Relacionado con esta advertencia el escritor de hebreos nos exorta, casi con desesperacion santa a no descuidar nuestra salvación. Léa Hebreos 2:1-3 atentamente. El v. 1 nos advierte del peligro de “deslizarnos” , el v.2 la consecuencia para los que desobedecen deliberadamente y el v.3 dice: “¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande…?”

Así vamos concluyendo, que aunque somos salvos, cada dia debemos vivir en una actitud de arrepentimiento. Con el deseo de vivir en santidad. Es importante entender, que es imposible que un cristiano no peque. Aun pablo expresaba su conflicto con el pecado en su propia naturaleza humana cuando decia “no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago” y pone fin a su lucha interior exclamando “gracias doy a Dios por jesucristo señor nuestro.” Léa Rom. 7: 15-25. El ser cristiano no me libra todavia de mi naturaleza pecadora. Lo que debe quedar claro es que el pecado siempre en la vida del cristiano debe ser una excepcion, nunca una forma de vida. La salvacion no se pierde cuando pecas a menos que lo hagas deliberadamente y decidas vivir voluntariamente lejos de Dios. En ese caso vale la advertencia “¿cómo escaparemos si descuidamos…?”…el descuidado es el que no le importa la salvacion…mientras que el verdadero cristiano siente la necesidad de buscar a Dios en arrepentimiento dia a dia y de agradarle.


2- ¿Qué debe hacer el cristiano cuando peca?
Es normal que luego que hemos pecado nos sintamos deprimidos y con un hondo sentimiento de culpa. En realidad esto es bueno. El Espiritu Santo nos muestra su tristeza para que reflexionemos y nos volvamos a Dios en arrepentimiento.

Lo primero que debemos hacer es volver a Dios y pedirle perdón. Debemos hacerlo cuanto antes. Alguien dijo que lo importante no es las veces que te cáes sino lo rapido que te levantas. Dios es nuestro padre. No nuestro juez. Es un padre misericordioso. El es paciente y todo amor.

Lo segundo, creerle a su palabra. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” I Juan 1:9 Una vez que le cuenta a Dios su falta y le pide ayúda para superar ese hábito o debilidad, quédese tranquilo, recuerde que él es fiel y justo. No usted. El. Y él a ha decidido amarle y perdonarle siempre. Ah! Y no se preocupe si ha veces tiene que ir muchas veces en un dia…su amor es eterno. Isaias 1:18

En tercer lugar, heche fuera de su mente el espíritu de condenacion. Dios perdona y olvida. Hága usted lo mismo. El padre celestial te dice: “Yo, yo soy el que borró tus rebeliones por amor de mí mismo,y no me acordaré de tus pecados.” Isaias 43:25; Romanos 8:1 ¡Alégrese en el perdon liberador del padre por medio de Jesucristo! Y recuerde la salvacion consiste en una desicion voluntaria de amar a Dios por sobre todas las cosas cada dia.

Amados míos, así como mientras estuve con ustedes, solían obedecer fielmente mis instrucciones, ahora que estoy lejos deben procurar mucho más hacer las cosas como corresponde a los salvos, obedeciendo a Dios con gran reverencia, apartándose de cuanto pueda desagradarle.” Fil. 2:12 (LA BIBLIA AL DIA INTERNACIONAL)

Anote estos textos y memorice alguno de ellos para cuando sienta dudas del perdon o se sienta en condenacion. Ef. 1:6,7; Salmo 85:2; 2 Cor. 5:17; Salmo 103:12; 1 Juan 1:9 y 2:1; Heb. 8:12; Isaías 1:18; 43:25; 55:7; Col. 2:13 y 3:13; Mar. 11:25; Jer. 33:8; Sal. 32:1,2

LA FE

Fe

La fe es un concepto muchas veces atacado por intelectuales y sobrestimado por personas religiosas alrededor del mundo. Es por tanto conveniente tratar de comprender más acerca de ella y evitar, cuando la utilicemos, que nuestra fe sea referida como “fe ciega.”

Según el diccionario, fe es la creencia confiable en la verdad, la validez o seriedad de una persona, idea o cosa. Según la Biblia: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1).

En muchas situaciones no tenemos control, no podemos tener control, de los eventos futuros, sin embargo tenemos que tomar decisiones y actuar como si supiéramos lo que va a ocurrir. La mayoría de la gente que vuela en un avión desconoce si cada uno de los elementos que permiten su correcto funcionamiento está en perfectas condiciones, sin embargo confía, tiene fe, en que el equipo mecánico de la empresa aérea realizó correctamente su tarea de mantenimiento y revisión y actúa en consecuencia: haciendo planes sobre lo que va a realizar luego de un aterrizaje normal. Sin fe, nos paralizaríamos.

Ahora bien, la fe no es una esperanza supersticiosa, la fe es la confianza derivada de la verdad, o al menos, de nuestro entendimiento de las verdades que gobiernan la vida, tanto en el pasado, como en el presente y en el futuro. En este sentido, la fe es individual. Nadie puede tener fe por otro, o transferirle fe embotellada.

Es cierto que la verdad es un concepto elusivo, especialmente cuando se discute lo que ocurrirá en el futuro. Por ello es importante distinguir a la fe de la presunción y de la obstinación. Supongamos que el clima ha estado agradable (soleado y sin viento), pero que el pronóstico del tiempo habla de un cambio repentino para el siguiente día a lluvias y vientos fuertes. Presunción sería hacer planes para el día siguiente basados en cómo ha estado el clima (soleado, sin viento) en los días anteriores, esto es, tomar en cuenta sólo lo que vemos hasta ese momento. Si en cambio, hacemos planes para el día siguiente basados en cómo deseamos que esté el clima, sería obstinación. De hecho, si nos agradan las nevadas, podríamos adquirir ropa apropiada, palas, anticongelantes, etc., sin siquiera considerar que no haya nevado en años: obstinación. En cambio, fe es confiar en que los meteorólogos saben lo que están pronosticando debido al gran número de aciertos en el pasado y prepararnos en consecuencia para las lluvias.

La fe es también ver lo que nadie más ve y actuar en consecuencia. Todas las personas somos diferentes y cada una visualiza el futuro de manera particular. Tomemos como ejemplo a Samuel Morse, el inventor del telégrafo. Él era un artista, no un inventor o científico, ni siquiera ingeniero, pero cuando escuchó casualmente una plática acerca de la electricidad y el electromagnetismo, apenas en desarrollo por ese entonces (esto ocurrió a principios del siglo XIX), visualizó un medio de comunicación a distancia en base a dichos conceptos. Y más aún, confiado en que funcionaría, abandonó su carrera de pintor y dedicó su vida a desarrollar su idea. Padeció muchos rechazos y pasaron 12 años antes de que el Congreso Americano aceptara tender una línea de telégrafo entre Washington y Baltimore. El resultado, un medio de comunicación que acercó al mundo. Esta “visión” más allá de los sentidos, es fe.

La fe no es “un salto a ciegas en la oscuridad” como dijera Soren Kierkegaard a principios del siglo XIX y cuya frase se simplificó posteriormente a “la fe es ciega.” La verdadera fe se basa en algo seguro. Hay quienes dicen que la fe en Dios es ciega, pero en realidad hay tanta evidencia que señala a la existencia de un Creador, que la real ceguera sería no tener fe en Dios. Así como la razón respalda la fe en Dios, debe respaldar a cualquier persona, trabajo o idea en la que coloquemos nuestra fe. Fue el científico Blaise Pascal quien dijo: “La fe nos dice con seguridad lo que no dicen los sentidos, pero no lo contrario a lo que los sentidos ven; está por encima de ellos, no en contra.”

Es gracias a la fe que podemos estar confiados en el mañana. Un estudio sobre preocupación y ansiedad efectuado en la Universidad de Pensilvania reveló que un 15 por ciento de los norteamericanos pasan más de la mitad del tiempo (sin contar horas de sueño) preocupándose, ya sea por la salud, las finanzas, la familia, el empleo, la seguridad, o las relaciones con los demás. Si bien, una pequeña dosis de preocupación es sana, debemos contrarrestar el exceso con una buena dotación de fe.

Finalmente, la fe debe reflejarse en nuestro carácter. La confianza en Dios, en nuestra familia, en nuestros compañeros de trabajo, nos permitirá concentrarnos en nuestras propias responsabilidades sin preocuparnos desmedidamente en cuestiones fuera de nuestro control, aún cuando de momento los resultados nos sean adversos. Debemos tener siempre presente, que un buen carácter, con su dosis de fe incluida, produce frutos a su debido tiempo. Y por supuesto jamás olvidar la fuente de la fe: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17).

NOTICIAS DEL MUNDO CRISTIANO

Arqueólogos israelíes han hecho público el hallazgo de la primera casa del siglo I que se ha localizado en Nazaret. Pertenece por lo tanto al tiempo en que nació y/o vivió Jesús. Es la primera vivienda particular de este periodo encontrada en una excavación de la región. Los expertos deducen que la residencia de Jesús de Nazaret era una pequeña aldea con unas 50 viviendas habitadas por judíos pobres.
 
La Autoridad de Antigüedades de Israel es la entidad que ha realizado las excavaciones en el lugar, como paso obligatorio previo a la construcción en la zona, por parte de una fundación cristiana, de un gran edificio ecuménico conocido como el Centro Internacional de María.

Este tipo de trabajos previos son conocidos como “excavaciones de salvación” y se llevan a cabo casi siempre que hay obras de una cierta extensión en una zona en la que se estima que si no se sondea previamente podrían quedar destruidos importantes tesoros arqueológicos.

La arqueóloga Yardena Alexandre, responsable de las excavaciones, expresó emocionada: “Nosotros no decidimos realizar la excavación en este lugar, ya que lo hemos hecho simplemente por existir el proyecto de una gran construcción en este emplazamiento (…) Pero claro está que conociendo la historia de la zona, teníamos expectativas. Sin embargo, no esperábamos algo así tan antiguo, sino encontrar restos de épocas más cercanas”.

Y es que hasta ahora, no habían sido hallados en esa localidad restos de una era tan antigua. Hasta ahora los hallazgos arqueológicos más antiguos encontrados en la zona eran del siglo IV, en concreto los restos de una iglesia.

Fueron los franciscanos quienes en los años 60, al preparar el sitio en el que sería construida la actual Basílica de la Anunciación, hallaron restos de tres iglesias. Bajo una de ellas está la cueva en la que los católicos consideran que está el lugar en el que vivió María, madre de Jesús. Allí, según la tradición, se produjo el acontecimiento relatado por los Evangelios, en los que recibió del arcángel Gabriel el anuncio de que daría a luz –siendo virgen- al Mesías de Israel e hijo de Dios.

“UN LUGAR SENCILLO”
Para Alexander, la casa hallada -una estructura sencilla y pequeña- agrega una dimensión humana a la Nazaret de los tiempos de Jesús. “Me alegró mucho encontrar restos de una casa judía en la Nazaret del siglo I”, contó la arqueóloga israelí.

La construcción está formada por dos habitaciones y un patio, que incluía una cisterna excavada en piedra y donde se almacenaba el agua de la lluvia. “Lo que hemos hallado es básicamente una casa típica judía de la época, con habitaciones conectadas”, apuntó la arqueóloga Yardena Alexandre.

“No es que con este descubrimiento se pueda saber mucho acerca de cómo vivían en aquel tiempo, ya que ni siquiera es una casa entera. Pero parece bastante característico de lo que estimamos era la vida en los tiempos de Jesús, un lugar muy sencillo. Según las fuentes escritas, en el siglo I Nazaret era un pueblecito judío, situado en un valle. Hasta ahora, sólo se habían encontrado cierto número de tumbas de esa época. Jesús seguramente conoció este lugar y quizás esta casa”.

Los arqueólogos afirmaron que este descubrimiento puede arrojar luz sobre cómo podía ser Nazaret en aquellos tiempos y señalaron que probablemente era una pequeña aldea con unas 50 casas habitadas por judíos pobres.

CON UN ZULO
Otro de los componentes del hallazgo que más ha llamado la atención de los arqueólogos es la existencia bajo la casa de un zulo, que bien pudo haber sido empleado para esconderse.

La especialista explicó que esta casa de Nazaret debió coincidir con la guerra contra Roma del siglo I. “Este zulo pudo haber servido de refugio a la gente” de los alrededores, ya que a pesar de que no hubo batallas en la localidad sí se produjeron en su entorno.

“Todos los utensilios hallados responden a lo que sería una familia modesta, no hay joyas ni cristales”, precisó Alexandre, que subrayó además que “no han hallado nada por encima del estrato del primer y segundo siglo por lo que es probable que la estructura dejó de utilizarse por entonces”.