viernes, 29 de abril de 2011

EL CATECISMO DE HEIDELBERG

1.


¿Cuál es tu única fortaleza tanto en la vida como en la muerte?

Que yo no me pertenezco a mi mismo sino que pertenezco en cuerpo y alma tanto en la vida como en la muerte a mi fiel Salvador Jesucristo. Quien pagó completamente, con su preciosa sangre, por todos mis pecados y me libró de la tiranía del diablo.  además, de tal manera vela sobre mí, que ni un solo cabello de mi cabeza puede caer sin la voluntad de mi Padre celestial antes es necesario que todas las cosas obren para mi salvación.

Por causa de que le pertenezco Él, por su Espíritu me asegura la vida eterna y me hace estar con un corazón bien dispuesto para que en lo sucesivo, yo viva para Él
.

2.

¿Qué debes saber para vivir y morir en el gozo de esta fortaleza?

Tres cosas:

Primero: Cuán grandes son mis pecados y miseria

Segundo: Cómo puedo ser librado de ellos.

Tercero: Cómo debo agradecerle a Dios tan grande liberación

PARTE I


3. ¿Cómo llegas a conocer tu miseria?

La Ley de Dios me lo dice

4.

¿Qué es lo que la Ley de Dios demanda de nosotros?

Cristo nos lo enseña sumariamente en Mateo. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el primero y más grande mandamiento Y el segundo es semejante a éste...Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen la Ley y los Profetas.

5.

¿Puedes cumplir todo esto perfectamente?

NO.

Ro 3:10-12, 8:7

Mi tendencia natural es aborrecer a Dios

Col 1:21

y a mi prójimo.

Tit 3:3

Domingo 3

6.

¿Creó Dios al hombre tan malo y perverso?

No.

Gen 1:31; Ecl 7:29

Dios lo creó bueno y a su imagen

Gen 1:26-27

es decir, en verdadera justicia y santidad de manera que pudiese conocer verdaderamente a Dios, su Creador amarle con todo su corazón y vivir con Él en eterna felicidad para su alabanza y gloria.

7.

¿Dé dónde viene entonces la naturaleza corrupta?

De la transgresión y caída de nuestros primeros padres Adán y Eva en el paraíso Esta caída de tal manera corrompió nuestra naturaleza que nacemos pecadores por ser corruptos desde nuestra concepción.

Sal 51:7

8.

¿Pero somos tan corruptos que seamos totalmente incapaces de hacer bien alguno y que estemos inclinados a todo mal?



Gen 6:5; Job 15:14-16

A menos que seamos regenerados por el Espíritu de Dios.

Jn 3:6


9.

Pero... ¿No comete Dios una injusticia con nosotros al demandarnos en su Ley lo que somos incapaces de cumplir?

No.

Dios creó al hombre con la capacidad de cumplir la Ley pero ellos. tentados por el diablo y por su  estinada desobediencia se privaron a sí mismos y a sus descendientes de esos dones.

10.

¿Permitirá Dios que tal desobediencia y rebelión queden impunes?

De ninguna manera. Dios está terriblemente airado tanto por el pecado con el que nacemos como aquellos que cometemos personalmente. Como Juez justo que es Él los castiga ahora y en la eternidad. El ha declarado:

“Maldito todo el que no permaneciere en todas las cosas escritas en el Libro de la Ley, para hacerlas”.

11.

Pero... ¿ No es Dios también misericordioso?

Dios ciertamente es misericordioso pero también es justo. Su justicia demanda que el pecado cometido contra Su Suprema Majestad sea también castigado con la pena suprema... Castigo eterno del cuerpo y del alma.
..........................continuara