Dios los bendiga y nos llene a todos de sabiduría. Muchas y repetidas veces, pudiéramos pensar que las caídas y los enfriamientos que éstas traen vienen de repente a nuestras vidas, no dándonos cuenta que la caída en sí es sólo la consecuencia de muchos errores.
Dios en su tremenda sabiduría ha puesto alarmas en nuestro ser, una de ellas es nuestra conciencia, otra son las consecuencias de nuestros errores de los cuales deberíamos haber adquirido sabiduría. Otra señal es el fruto que estamos dando como creyentes, y como éste repercute en los que están a nuestro lado. Veamos la primera señal, nuestra conciencia que debería mantenerse limpia sin acusación cuando la confrontamos con la Palabra de Dios, sabiendo esto, que muchos viven sin ley y sin mandamiento divino, de tal modo que su conciencia por causa del pecado se ha endurecido y se ha apagado.
Tit 1:15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.
Nuestra conciencia ha de mantenerse pura y limpia delante del Señor, pues ésta ha sido puesta como una señal que nos avisa si algo es dañino o malvado.
Hch 24:16 Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
Otra señal de aviso son las consecuencias de nuestros errores. Estas han de estar presentes en nuestra vida para no volver a tropezar en el mismo lugar.
Sansón cometió el error de enamorarse de una mujer filistea llamada Timnat, sus padres le aconsejaron que buscara una mujer de su pueblo, pero su tozudez le hizo ir adelante y esto fue un principio de dolores. Si bien es cierto que Dios sacó provecho de esta situación, tenemos que sacar conclusiones de que un hombre fuerte como Sansón tenía una debilidad, las mujeres, que acabaron a la larga con él.
Otro ejemplo fue Jonás en su negativa de predicarle a la ciudad de Nínive, huyó a Tarsis en un barco, siendo esto ruina para él y para los marineros.
Jonás 1:3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.
Jon 1:4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.
No fue hasta que echaron a Jonás al mar que este no se aquietó.
Jon 1:15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor
Aprender de nuestros errores, y adquirir sabiduría de ellos, nos traerá reposo. Es por eso que la humildad en el creyente es necesaria para aceptar el consejo del que ya ha pasado por experiencias similares.
Otro aviso de Dios y que nos sirve de señal, son los frutos que estamos recogiendo de nuestro diario vivir con el Señor y la sociedad.
Luc 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Si no sembramos lo bueno, difícilmente segaremos algo diferente, y esto lo encontraremos en el trascurso de nuestra vida. Es bueno observar las caras, las reacciones, las palabras, de los que están en nuestro entorno, y discernir si nuestra manera de actuar con respecto a ellos es la correcta. Nuestra actitud, nuestro carácter, nuestras reacciones tienen que ser controladas y dirigidas por el Señor y esto será garantía para nosotros de que a su tiempo segaremos bendición.
Permanece atento a los avisos se Dios y sé sabio en corregir a tiempo lo que está mal de acuerdo a los principios de Dios y a la sabiduría, si así lo hacemos, la paz de Dios llenara nuestros corazones.
Dios te Bendiga. Recuerda: Recibimos de gracia, y si vivimos en la sabiduría que nos da Dios, mostramos nuestro agradecimiento.
Dios en su tremenda sabiduría ha puesto alarmas en nuestro ser, una de ellas es nuestra conciencia, otra son las consecuencias de nuestros errores de los cuales deberíamos haber adquirido sabiduría. Otra señal es el fruto que estamos dando como creyentes, y como éste repercute en los que están a nuestro lado. Veamos la primera señal, nuestra conciencia que debería mantenerse limpia sin acusación cuando la confrontamos con la Palabra de Dios, sabiendo esto, que muchos viven sin ley y sin mandamiento divino, de tal modo que su conciencia por causa del pecado se ha endurecido y se ha apagado.
Tit 1:15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.
Nuestra conciencia ha de mantenerse pura y limpia delante del Señor, pues ésta ha sido puesta como una señal que nos avisa si algo es dañino o malvado.
Hch 24:16 Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
Otra señal de aviso son las consecuencias de nuestros errores. Estas han de estar presentes en nuestra vida para no volver a tropezar en el mismo lugar.
Sansón cometió el error de enamorarse de una mujer filistea llamada Timnat, sus padres le aconsejaron que buscara una mujer de su pueblo, pero su tozudez le hizo ir adelante y esto fue un principio de dolores. Si bien es cierto que Dios sacó provecho de esta situación, tenemos que sacar conclusiones de que un hombre fuerte como Sansón tenía una debilidad, las mujeres, que acabaron a la larga con él.
Otro ejemplo fue Jonás en su negativa de predicarle a la ciudad de Nínive, huyó a Tarsis en un barco, siendo esto ruina para él y para los marineros.
Jonás 1:3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.
Jon 1:4 Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave.
No fue hasta que echaron a Jonás al mar que este no se aquietó.
Jon 1:15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor
Aprender de nuestros errores, y adquirir sabiduría de ellos, nos traerá reposo. Es por eso que la humildad en el creyente es necesaria para aceptar el consejo del que ya ha pasado por experiencias similares.
Otro aviso de Dios y que nos sirve de señal, son los frutos que estamos recogiendo de nuestro diario vivir con el Señor y la sociedad.
Luc 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Si no sembramos lo bueno, difícilmente segaremos algo diferente, y esto lo encontraremos en el trascurso de nuestra vida. Es bueno observar las caras, las reacciones, las palabras, de los que están en nuestro entorno, y discernir si nuestra manera de actuar con respecto a ellos es la correcta. Nuestra actitud, nuestro carácter, nuestras reacciones tienen que ser controladas y dirigidas por el Señor y esto será garantía para nosotros de que a su tiempo segaremos bendición.
Permanece atento a los avisos se Dios y sé sabio en corregir a tiempo lo que está mal de acuerdo a los principios de Dios y a la sabiduría, si así lo hacemos, la paz de Dios llenara nuestros corazones.
Dios te Bendiga. Recuerda: Recibimos de gracia, y si vivimos en la sabiduría que nos da Dios, mostramos nuestro agradecimiento.