martes, 24 de septiembre de 2013

INTERPRETANDO I CORINTIOS 3-15

En la Iglesia Católica Romana, la doctrina del purgatorio está explicada en esta declaración del Concilio Vaticano II, la cual dice en la página 63:
La verdad ha sido divinamente revelada que los pecados son seguidos por castigos. La santidad de Dios y justicia le son impuestos a estos. Los pecados deben ser expiados. Esto debe ser hecho en esta tierra a través de las penas, las miserias y los juicios de esta vida y encima de todo esto, a través de la muerte. De otra manera, la expiación debe ser hecha en la siguiente vida a través del fuego y tormentos o purificación de los castigos.”
La Iglesia Protestante ha objetado la doctrina del purgatorio al declarar que esta enseñanza niega la eficacia suficiente y completa del sacrificio de expiación llevado a cabo por Cristo en la cruz. Decir, que nuestros pecados son expiados a través del sufrimiento, es un insulto a la cruz de Cristo, ya que la doctrina declara que la cruz no fue suficiente para limpiarnos de nuestros pecados. Esta doctrina dice que debemos sufrir, que debemos hacer algo para que nuestros pecados sean completamente limpiados. De otro lado, los protestantes sostienen que el sólo sacrificio de Jesús es lo que nos justifica y quita toda culpa de nosotros. Miramos a la cruz y sólo a la cruz para el completo perdón de nuestros pecados y aunque cuando algún día nuestras obras serán juzgadas, ya no hay ninguna condenación para los que estamos en Cristo (Ro 8:1). Nuestras obras reflejan la recompensa que obtendremos en los cielos, no que las obras nos van a llevar a los cielos. Jesús llevó todos nuestros pecados: "quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados." (1 P 2:24). No existe ningún purgatorio que pueda limpiar pecados ya que, la remoción de todos nuestros pecados fue hecha por Jesús en la cruz. Esta es la razón por la cual Jesús dijo: “…Consumado es…” (Jn 19:30). En griego, el término es “tetelestai”, el cual era usado en contextos legales para declarar que una deuda había sido totalmente pagada/cancelada:
Se han recuperado recibos de impuestos elaborados en papiro con la palabra tetelestai escrita sobre estos recibos, lo cual significa: ‘pagado en su totalidad.’1
Por lo tanto, no hay necesidad del purgatorio.
Sin embargo, debido a que los protestantes recurrimos mucho a la Biblia, los católicos romanos han tratado de encontrar la doctrina del purgatorio en sus páginas. Uno de tales versículos es 1ª Corintios 3:15:
  • “Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”
Como cualquier otro versículo en la Biblia, para poder entenderlo correctamente, debemos mirar en su contexto bíblico. A continuación, 1ª Corintios 3:10-15:
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare otro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”
El contexto habla de Pablo, el cual habiendo plantado la iglesia de Corinto, otra persona estaba  edificando sobre esa obra. El capítulo 3, versículo 6 dice: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” Pablo continúa diciendo que a menos que se edifique sobre el fundamento, el cual es Jesús, su obra será quemada en el día del juicio. (v. 13).
Pablo, simplemente está usando los términos que les eran familiares a las personas de la época. El fuego era la herramienta usada para purificar los metales y sacar de ellos lo que no se quería; por ejemplo, la impureza. De igual forma, el día que nuestras obras sean examinadas, el fuego del juicio purificará y removerá. Esto, no afectará para nada nuestra salvación pero sí, nuestras recompensas. El tema del fuego, usado como purificación se encuentra también en 2ª Pedro 3:10-13. Pero aquí, no se está hablando del ser salvo o permanecer salvo.
1ª Corintios 3:15, no enseña acerca del purgatorio como un lugar donde vamos para que nuestros pecados, especialmente aquellos con los que no pudimos en esta vida, sean limpiados. Éste versículo enseña que aún cuando la persona es justificada por la fe y no puede enfrentar condenación, sus obras; sin embargo, sí serán juzgadas en “ese día.” Aquellas obras que sean buenas sobrevivirán el fuego del juicio, de la forma como el oro, la plata y las piedras preciosas pueden sobrevivir el fuego. Pero las obras falsas, el fuego del juicio las consumirá como éste consume la madera, el heno y la hojarasca. Lo que quede, no tiene nada que ver con nuestra salvación; más bien, tiene que ver con las recompensas que obtendremos en los cielos.
Pablo continúa en 1ª Corintios 4:5:
  • “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones, y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.”
Note también los siguientes pasajes:
  • 1ª Pedro 1:6-7: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas. 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.”
  • 2ª Pedro 3:10-13: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose serán deshechos, y los elementos, siendo quemados se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”
El purgatorio es una doctrina peligrosa que hace la cruz de Cristo insuficiente al requerir de la persona sufrimiento para poder así ser valioso delante de Dios. Ésta es una falsa doctrina la cual debe ser evitada. Somos justificados por fe (Ro 5:1), no por fe más obras (Ro 3:28).

SALVOS POR GRACIA O POR OBRAS

Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.”
    1. Romanos 3:20, 28: “20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.”
    2. Gálatas 2:16: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”
  1. Por obras
    1. Santiago 2:24: “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.”
    2. Mateo 19:16-17: “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”
Dios no quiere una fe que sea vacía e hipócrita. Santiago 2 está hablando acerca de aquellos que “dicen” que tienen fe pero no tienen obras. Por lo tanto, las personas no pueden decir si son o no verdaderos creyentes debido a que no llevan fruto. Esta clase de fe es inútil y no es una fe salvadora. La verdadera fe da como resultado verdaderas obras.
Si una persona guarda todos los mandamientos, parecería que pudiera obtener la vida eterna. Sin embargo sabemos que nadie puede guardar todos los mandamientos. Por lo tanto, esta es la razón por la que Efesios 2:8 dice que somos salvos por gracia por medio de la fe. Romanos 3:20, 28 y Gálatas 2:16 también nos dicen que nadie es justificado delante de Dios por la Ley; o sea, por las obras que alguien pueda hacer.
No existe por lo tanto contradicción cuando examinamos los contextos. Somos justificados por fe, pero esa fe debe ser viva (Santiago 2). La Ley no nos puede salvar ya que somos incapaces de guardarla en su plenitud. Concluimos por lo tanto, que la salvación es por gracia a través de la fe.

EL PURGATORIO- INVENTO DEL HOMBRE O ES BIBLICO?


PREGUNTA       
Yo quisiera saber lo siguiente: El purgatorio, ¿Es un invento de la Iglesia Católica para hacer dinero o es una enseñanza de la Biblia que los cristianos debemos creer?

RESPUESTA

En una sociedad y en un país donde hay muchas creencias diferentes sobre religión, es común que muchas personas católicas se sientan atacadas o cuestionados sobre su fe y algo que comúnmente quieren saber es porqué creemos en el purgatorio y si es algo con bases bíblicas. Veamos cuatro razones del por qué creer en él.

 1.- Una enseñanza fundamentada en la Palabra de Dios.

Lo primero que hay que mencionar, es que hay pasajes bíblicos que hablan muy claramente sobre la realidad del purgatorio. Uno de ellos, y tal vez el principal, es cuando el Apóstol San Pablo nos habla sobre el día del juicio y sobre qué pasará con aquellas personas que tuvieron fe y sirvieron a Dios, pero que su obra no fue tan buena, él lo explica así:

 "Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego, será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará pero no sin pasar por el fuego". 1Cor 3,13-15

Notemos dos aspectos fundamentales de lo que San Pablo quiere enseñar acerca de un creyente en Dios: en primer lugar afirma que si la obra resiste al ser examinada la persona se salvará, en este caso se está refiriendo a un cristiano que va directamente a salvarse, sin necesidad de pasar por una purificación. Pero, inmediatamente agrega que hay otra situación donde la obra de la persona no resistió el juicio y no dice que se va a condenar, sino que ese cristiano tendrá que pagar o ser castigado y se salvará, pero como quien pasa por el fuego.

Esto es precisamente el purgatorio, una purificación que algunos necesitarán para poder disfrutar plenamente de la amistad eterna con Dios.

No es un invento de la Iglesia como lo dicen algunos, sino la clara enseñanza de la Biblia por medio del Apóstol San Pablo que usa la figura de "salir, pagar, castigar o escapar a través del fuego" para enseñar acerca de la purificación.


Así está escrito en todas la Biblias del mundo, en palabras muy similares. A esta realidad que la Sagrada Escritura nos muestra le llamamos purgatorio = purificación. Que esta palabra no venga en la Biblia no nos interesa, pues tampoco viene la palabra "Trinidad" ni "Encarnación" y el protestante las acepta.

Lo que importa no es la palabra, sino la realidad de lo que significa, y en ese aspecto el Purgatorio está muy claro en la Sagrada Escritura.

2.- En el cielo no entrará nada manchado.

Al seguir estudiando la Biblia sobre este tema, encontraremos que la existencia del purgatorio es una consecuencia lógica de la Santidad de Dios, pues si Él es el tres veces santo(Is 6,3) o sea la plenitud de la santidad y perfección, entonces quienes estén junto a Él también deben de serlo(Mt 5,48), por eso, quien es fiel a Dios, pero no se encuentra en un estado de gracia plena a la hora de morir, no puede disfrutar del cielo porque la misma Biblia dice que en la ciudad celestial:

"No entrará nada manchado (impuro)" Ap 21,27
Entonces, si un cristiano no puede entrar al cielo por tener alguna mancha o impureza, ni tampoco sufrir el castigo eterno, es claro que tendrá que 'pagar' en esta vida o en la otra. Esto está escrito en la Biblia:

"Al que calumnie al Hijo del Hombre se le perdonará; pero el que calumnie al Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro" Mt 12,32.
Aquí Nuestro Señor Jesucristo habla de que hay pecados que no son perdonados en la otra vida; por lo tanto, hay otros que sí, ese es el sentido de la purificación o sufrimiento en el purgatorio y del porqué nosotros podemos orar (pedir) y ofrecer la Misa por ellos para que Dios tenga misericordia de esos hermanos difuntos que la necesiten, como el caso de Oniséforo mencionado en la Biblia (2 Tim1,16-18).

3.- Desde los primeros siglos los cristianos creemos en su existencia.

El purgatorio como estado temporal de purificación fue creído desde el principio por los primeros cristianos que destacaron por su fe y santidad y a los cuales se les llama 'Padres de la Iglesia', conozcamos lo que dijeron algunos de ellos sobre este tema:

* Año 211. Tertuliano: "Nosotros ofrecemos sacrificios por los muertos..."

* Año 307. Lactancio: "El justo cuyos pecados permanecieron será atraído por el fuego (purificación)..."

* Año 386. Juan Crisóstomo: "No debemos dudar que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo...".

* Año 580. Gregorio Magno: "Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador...".

Como te darás cuenta el testimonio histórico de ellos es de gran valor, pues de esta manera cualquier persona puede comprobar por sí misma buscando una biblioteca en los libros de historia del cristianismo donde ellos hablaban sobre esta enseñanza de la purificación=purgatorio.

4.- ¿Qué es el purgatorio?

Más que un lugar físico, es un estado de vida temporal para la persona que muere en gracia de Dios pero imperfectamente purificada, y donde, mediante el sufrimiento, se es purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios. Es una persona salvada que vive en el amor de Dios y la salvación pero no de una manera plena.

El caso del malhechor al que Jesús le dice que estará con él en el paraíso, nos muestra que esa purificación en el sufrimiento algunos la tendrán aquí y otros la tendrán en la otra vida como lo menciona San Pablo (1 Cor 3,13-15) y que hemos comprobado en este tema.

No se trata de pensar en llamas, sino en un tipo de sufrimiento por no tener plenamente a la persona que más nos ama en el mundo: Dios.

Cualquier persona que haya amado a un ser querido y que por alguna circunstancia la deja de ver por una temporada sabe del sufrimiento de no poder disfrutar por un tiempo del amor de esa persona. Sabe que está viva, que lo ama y que lo volverá a ver, pero al no tenerlo plenamente cerca experimenta alegría y a la vez un dolor y deseo de tenerlo cerca por siempre, cara a cara. Algo similar, pero de mayor intensidad y forma será la 'purificación'.

Así que estimado hermano, cuando muchos hermanos protestantes dicen que el purgatorio es un invento de la Iglesia simplemente lo dicen porque desconocen lo que la Biblia y la historia nos dice sobre ese aspecto.

Muchos de ellos se salieron de la Iglesia Católica sin conocer la Biblia y ahora siguen allá igual, sin conocimiento de la misma. La leen mucho, pero la entienden poco. Lo peor es que el católico no la entiende nada, porque ni siquiera la lee. Qué increíble. Ya es tiempo de corregir esto.

Ánimo, estudia más la Palabra de Dios y decídete a luchar por ser un auténtico cristiano.
¿y usted que piensa?

O sea que usted o yo podemos hacer y deshacer con la confianza de que iremos a ese lugar a lavar nuestros desaciertos, pecados y las cosas mas viles del mundo y de alli como si nada paso?