miércoles, 28 de noviembre de 2012

¡Cuidado por donde va tu camino!

A veces nos desviamos del camino trazado por Dios en el cual  el nos tiene muchas bendiciones y el desea que nos vaya bien, El lo prometió.
En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos. Salmo73:
Hay un camino, a veces nos salimos de él, nos desviamos, nos introducimos en otra dirección que nadie tiene que ver con nuestra identidad, nos desviamos un poquito así como el hijo prodigo, pero que bueno es Dios el siempre nos recibe con los brazos abiertos.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra. Salmo 91:11-12
El no quiere que tropieces, que caigas, Dios quiere que permanezcamos firmes en el camino correcto, claro que es difícil, porque vamos por el camino y vemos a lo largo algo que brilla y nos atrae, pero recuerda que no todo lo que brilla es oro, así están disfrazadas las cosas del mundo. Dios quiere guiar tus pasos y que camines bajo el Abrigo del Altísimo y bajo su Amparo, en el único lugar que estaremos seguros.
De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra. Salmo 119:101
Dios desde antes que nacieras te conocía y te trajo al mundo con un plan, ve por el único camino, verdad y vida que es Jesús, y lamentablemente a veces queremos ir por dos caminos y tomando atajos o entradas que no nos conducen a nada.
Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal.  Proverbios 4:26
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Salmo 1:1
Dios es el que me ciñe de poder,
Y quien hace perfecto mi camino;
 Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas; Salmo 18:32-33

Dios quiere que seas bienaventurado (a), solo pon la mirada en Él porque Él te ciñe de poder y te ayuda a que nuestros pies no resbalen.

Autora: Kari Gazo

La verdad a la que me debo someter

Existen muchas doctrinas religiosas que tocan las puertas del corazón del hombre y que pretenden quedarse en ellos como verdad absoluta; sin embargo, sólo existe una verdad que sobrepasa todo entendimiento y conocimiento humano. No es una doctrina, no es una religión, no es un método para alcanzar la salvación de la que tanto habla la humanidad y los mismos maestros de la Ley; es la verdad que todo hombre debería creer, pero como Dios es un caballero nos permite a nosotros elegir a cuál de todas las “verdades” que nos toca la puerta le vamos a abrir y le vamos a permitir habitar en nuestro corazón.
Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. Proverbios 16:25 (Nueva Versión Internacional).
Sólo existe un camino para alcanzar la salvación de nuestra alma y ese camino se llama Jesucristo, sólo existe una verdad absoluta y es Jesucristo, sólo existe una forma de alcanzar la vida eterna y es por medio de Jesucristo, sólo existe una manera de acercarnos al Padre Celestial y es por Jesucristo. Yo soy el camino, la verdad y la vida le contestó Jesús. Nadie llega al Padre sino por mí. Juan 14:6 (Nueva Versión Internacional). Sin ayudantes extras, sin métodos o tradiciones, sin añadiduras; solo Jesucristo es a quien necesitamos para obtener la gloria de Dios en nuestras vidas durante nuestra permanencia en este mundo y durante la eternidad.
La palabra de Dios es infalible, cuando un hombre, una iglesia o cualquier otro te intente desviar de esta verdad, debes entender que te están mostrando una mentira que al final te llevará a la destrucción y muerte. A todos los que escuchan el mensaje profético escrito en este libro, les advierto esto: Si alguno añade algo a estas cosas, Dios le añadirá a él las calamidades que en este libro se han descrito. Y si alguno quita algo del mensaje profético escrito en este libro, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que en este libro se han descrito. Apocalipsis 22:18-19 (Dios Habla Hoy).
Sólo hay un mediador entre Dios y los hombres y es Jesucristo (1 Timoteo 2:5), no hay ningún otro intercesor; en ningún hombre, en ninguna iglesia o religión se encuentra nuestra salvación, sólo en Jesucristo nuestro Señor, quien se merece todo el reconocimiento, la honra, la gloria y el honor. Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; Él es el Dios verdadero, que da la vida eterna. 1 Juan 5:20 (Traducción Lenguaje Actual).
Si estás en un lugar donde te enseñan ésta verdad más otras cosas que no están en la palabra de Dios, o parte de la verdad pero no otras que están en su palabra y que te deberían enseñar, o algo totalmente distinto a ésta verdad ¡despierta! abre tus ojos y tus oídos porque Dios hoy te está hablando y quiere que enderezcas tu caminar y lo sigas a Él, a Jesús, el camino de la salvación de tu alma. No olvides, tu vida no termina cuando te vayas de este mundo, vivirás eternamente y tú decides dónde quieres pasar la eternidad, al lado de Dios o al lado de su enemigo, tú eliges, aprovecha que estás escuchando la verdad porque puede ser tu última oportunidad, después de que partas de este mundo ya no tendrás elección.

¡Jesucristo, el Hijo de Dios, la verdad a la que debemos someternos!

El diablo enemigo de nuestras almas detesta ver en nosotros la imagen de Cristo reflejada y más aun detesta saber que somos hijo de Dios, por lo que utilizara cualquier artimaña para que creamos que somos inmerecedores de ser llamados hijos de Dios y de esta manera debilitarnos para derribarnos y si puede, destruirnos.
Por eso es común saber, escuchar y leer de personas que pierden su identidad, que creen que no son merecedoras de ser hijos o hijas de Dios. La Biblia dice que somos hijos de Dios si recibimos a Cristo: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan1:12. Y aunque al diablo no le guste, Dios nos ha hecho sus hijos.
¿Cómo detecto si soy un hijo de Dios?, primero por la fe en Cristo Jesús: “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” Gálatas 3:26, también la Biblia dice: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” Romanos 8:16.
La gente muchas veces dirá que no eres hijo de Dios y muchas cosas más, pero la Biblia dice claramente que lo somos y si la Biblia lo dice, no importa lo que los demás puedan decir acerca de ello, por eso nos recuerda la Palabra de Dios lo siguiente: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” 1 Juan 3:1.
Tú eres hijo o hija de Dios, por lo tanto tienes que comenzar a vivir como tal, no puedes dejarte manipular por lo que el enemigo quiera introducir en tu mente, tienes que creer lo que Dios te hizo, esto es HIJO o HIJA de Dios.
Comienza a vivir como tal, comienza a confiar en tu Padre, porque Él tiene cuidado de sus hijos. Nunca te creas inmerecedor de ser su hijo, porque no lo somos por un merito propio o porque realizamos alguna obra para ganarnos ese titulo, sino porque Él nos amo a nosotros, por eso dice la Biblia: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:9-10.
Cuando el enemigo te quiera hacer creer que no eres hijo de Dios, no le creas, ve delante de tu Padre y recibe su amor y entonces el enemigo entenderá que reconocer muy bien tu identidad y no volverá a intentar engañarte.
Y si el enemigo insiste en recordarte tu pasado, recuérdale tú su futuro, pues es un enemigo vencido, pues Dios ya lo venció y le dio su sentencia: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Apocalipsis 20:10.
Tú eres hijo o hija de Dios, ese privilegio hermoso que te hace tener un Padre Amoroso y cuidadoso de sus hijos. Nunca pienses que no le interesas a Dios, porque para Él eres amado, pues te amo con amor eterno desde el principio y su amor hacia tu vida nunca cambia.
Comienza a vivir conforme a tu identidad de hijo o hija de Dios y entonces comenzaras a disfrutar de los beneficios de tu Padre.

¡Tú eres su hijo o hija!