martes, 3 de abril de 2012

MADURAR

Madurar
“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo”.
Gálatas 4.1
Este es un signo distintivo de muchos creyentes en este tiempo, a pesar de ser herederos viven como esclavos porque no han madurado y siguen siendo como niños.
La diferencia en nuestra forma de vivir está directamente relacionada con el grado de madurez que poseemos en cada área de nuestra vida a la hora de actuar.
No alcanza con ser heredero, también hay que actuar como uno, porque en definitiva nuestro comportamiento es el responsable de la vida que desarrollemos en esta Tierra.
  • El inmaduro viola principios y cree que nada le sucederá.
  • El inmaduro actúa de forma caprichosa, no sabe esperar, lo quiere ya.
  • El inmaduro reacciona de forma impulsiva, sin meditar ni medir las consecuencias.
  • El inmaduro maneja su vida de acuerdo a lo que le gusta y no de acuerdo a lo que le conviene.
  • El inmaduro se maneja de acuerdo a lo que siente y no por obediencia.
Este es tiempo de madurar en todas las áreas de nuestra vida. Primero para bendición propia, y también para ser de testimonio a los que nos rodean.
No te olvides que Cristo vino para que tengas vida, y vida en abundancia, y no para que vivas como esclavo, para esto es imprescindible madurar.
Sos un hijo de Dios, heredero y coheredero con Cristo, no te conformes con menos, desarrollá madurez en tu vida y toda esclavitud se irá de ti.
Necesitamos comprender que el aceptar a Cristo como Salvador nos da la vida eterna, y el hacerlo Señor de nuestra vida obedeciendo los principios de su Palabra nos da la victoria en esta Tierra.
Fijate en qué área de tu vida vivís en esclavitud, y madurá en esa área cuanto antes para dejar de ser un niño y empezar a vivir como un verdadero heredero.
Yo bendigo tu vida con una unción de madurez, para que a la hora de actuar lo hagas como un heredero y alejes de vos toda inmadurez, habiendo crecido y dejando de ser un niño.