sábado, 27 de abril de 2013


LAS REDES SOCIALES A LA LUZ BIBLICA

 
Salmo 119:89  89Señor, tu palabra es eterna; ¡afirmada está en el cielo!  (Biblia Dios Habla Hoy)

La Biblia es el único libro que mantiene su vigencia a pesar de los años, es el único cuyo mensaje sigue siendo eficaz y oportuno  para el ser humano,  sin importar la época en que se viva.

 ¿Sabe usted por qué el mensaje de Biblia sigue siendo válido para cualquier generación? –Sencillo, por que su autor no es ningún ser humano, su autor es el único y sabio Dios, el Eterno, el Todopoderoso. ¡Amén!.
-Cuando un libro es inspiración de un ser humano,  con el transcurso del tiempo va quedando desfasado, por eso tienen que salir nuevas ediciones, donde tienen que mejorar el contenido y modificar aquello que ya no es aplicable en la actualidad, pero la Biblia no necesita de eso, ¡la Palabra de Dios es eterna!

Ahora bien, afirmando que la Biblia es pertinente para cualquier época,  ¿cree usted que en  ella podemos encontrar la opinión de Dios en cuanto al uso que el creyente debe hacer del internet, y en especial de las redes sociales? ¿Qué dice Dios sobre el uso del hi5, Myspace, twitter… y el tan famoso FaceBook?

Quizás para algunos de ustedes el hablar de este tema sea algo irrelevante o fuera de lugar,  probablemente piensen  que en la iglesia solo  se deben tratar temas de espiritualidad, de doctrinas… pero no podemos ignorar la realidad, usted como cristiano debe tener un punto de vista Bíblico ante esta situación,  si recuerda, hace algunas semanas estudiamos en Marcos 12 que Jesús siempre tuvo respuestas para las preguntas de la gente y si él estuviera hoy físicamente con nosotros,  probablemente este seria un punto a tratar en alguno de sus sermones.

Sólo para hacernos una idea del impacto que las redes sociales están teniendo en nuestros niños, adolescentes, jóvenes  y aún en los adultos,  un artículo publicado por la Prensa Gráfica el 15 de Junio de 2011, afirma que según las últimas  encuestas aproximadamente más de un millón de salvadoreños tienen una cuenta activa en el FaceBook y que el número sigue en aumento. (Por eso no me extraña que hace algunos días hablando con un amigo en su taller, me preguntará si  no lo había encontrado  en el “fey-bot”, -¡hasta el vendedor del pan anda diciendo “Siguenos en Facebook”!) 

 Por si alguno/a no está familiarizado con el tema, comenzaremos definiendo

¿Qué son las redes sociales de internet? Son grupos de personas (cientos, miles o millones)  que se han  registrado o afiliado  a un sitio Web,  en el cual pueden interactuar con otras personas afines, ya sean conocidas o no conocidas.  En palabras sencillas,  es un sitio Web donde hay que afiliarse (registrarse proporcionando nuestra información personal) para poder  conversar, jugar,  compartir ideas, fotografías, videos, música y todo lo que usted desee con un mínimo de censura.

¿Será pecado usar las redes sociales?- En si mismo no es pecado, sería un legalismo afirmar que el tener internet y ser miembro de una red social es pecado. El problema radica en el uso que le demos, ¿Para qué utiliza usted el Facebook/twitter ? - en una red social  se pueden hacer muchas cosas buenas, hasta podemos predicar el evangelio a otras personas que están a millones kilómetros de nosotros.  Pero también se puede usar para promover el reino de Satanás, para fomentar relaciones ilícitas, para engañar, difamar, promover  una vida inmoral, para mostrar nuestro cuerpo de forma sensual… en fin se puede usar hasta para poner en mal el nombre de nuestro Señor  Jesucristo haciendo que los no creyentes  vean (a todo color)  que a pesar de que soy cristiano/a vivo como me da la gana, y allí están las fotos para comprobarlo.  

¿Qué debemos tener presente cuando usemos una red social?

a)      El cristiano es santo, llamado a ser santo (1 Corintios 1:1-2)
1Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:

Usted y yo hemos sido santificados (separados para Dios) en Cristo Jesús, esto es lo que se conoce como santidad posicional.  Pero el verso también dice “llamados a ser santos”, esto habla de una santidad práctica que debe manifestarse en nuestro diario vivir.   Así que, podemos decir que  como cristianos  ¿Somos  santos? –Así es, por medio de Cristo lo somos, pero también somos llamados a vivir en la práctica  una vida apartada para Dios.

¿Por qué debemos recordar esto?-por que la santidad práctica incluye no sólo nuestras acciones y pensamientos, sino también nuestro perfil en el FaceBook, nuestros comentarios, las fotos y videos que compartimos.  ¿o piensan que no está incluido?   
Se me ocurre llamar a esto “santidad virtual”, Dios desea que hagamos un uso santo del internet y las redes sociales.  ¿Qué cosas estamos viendo y compartiendo en internet, dan a conocer a los demás de que somos apartados para Dios?

b)      Somos los representantes de Cristo en la tierra
2 Cor. 5:20 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Como embajadores de Cristo debemos representar el reino de Dios dignamente.
¿Cómo?
-Debemos cuidar nuestro testimonio para cuidar el testimonio de Cristo. Testimonio es lo que los demás dicen de mí, no lo que yo digo.  Aquí no cabe decir “a mi no me importa lo que diga la gente, es mi vida”, ese no es pensamiento correcto,  somos llamados a ser luz en medio de las tinieblas. Cuando un creyente se comporta de forma incorrecta la gente no sólo lo critica a él en particular, sino que también directa o indirectamente habla mal de Dios por causa nuestra   (2 Samuel 12:11-5)

Hablando de esto de cuidar el testimonio de Cristo en las redes sociales, hace algunos días me encontraba en un banco y escuche cuando alguien  hablaba con la gerente de la agencia comentándole de las fotografías que una empleada del banco había subido al internet y de la mala imagen que esta persona estaba dando a la institución.  Al parecer le iban a pedir que fuera más discreta en el contenido que mostraba y que por respeto a los clientes quitara algunas fotos de su perfil. Al oír esto yo me preguntaba, a parte del chisme que le estaban contando a la gerente,  estás personas se preocupan por la imagen del banco ante los clientes, ¿y nosotros como cristianos nos preocupamos por la imagen de Cristo cuando publicamos comentarios o subimos fotografías al internet?

c)       El FaceBook, Twitter, Hi5, etc pueden convertirme en una piedra de tropiezo.

1 Corintios 8:9-13   9Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 10Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. 12De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. 13Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.

 Quizás las cosas que publiquemos o mostremos en internet no sean pecado, pero debemos  recordar que existen otros hermanos a quienes Pablo llama “de débil conciencia” a quienes probablemente lo que yo publique les puede afectar (por ejemplo, alguna fotografía que se preste a un malentendido, etc)  en esos casos es mejor obtenerse de hacerlo por amor a ellos.  

También Debemos recordar que Jesús nos advirtió de no ser piedras de tropiezo.  (Mateo 18:7)

d)      Pueden convertirse en una adicción
1 Corintios  6: 12   12Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.

¿Cuántas horas pasan conectados al FaceBook, jugando la granja o cualquier otro juego?
¿Podrían pasar un día  sin conectarse? – para muchos la respuesta es  un rotundo NO, pero ¿no es cierto que podemos pasar días y hasta semanas enteras sin conectarnos a Jesús por medio de nuestra lectura Bíblica y la oración? – Nuestro tiempo con Dios es más importante que cualquier red social y que cualquier otra cosa, no debemos permitir que nada nos domine, el objetivo detrás de todas las cosas que el mundo ofrece es distraernos y hacernos perder nuestro enfoque en Dios.

Un tip: En muchas ocasiones seria mejor ofrecer a Dios un ayuno de Internet, Celular o televisión antes que un ayuno de comida. 

e)      Todo me es licito, pero no todo me edifica
1 Cor. 10:23  23Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
Pablo nos recuerda que en Cristo tenemos libertad para hacer cualquier cosa (menos pecar), y que cuando nos encontremos en situaciones de duda entre si es pecado o no,   debemos hacernos dos preguntas:  ¿Me conviene? ¿Me edifica?

Antes de publicar cualquier cosa en el internet, deberíamos de preguntarnos ¿y esto que voy a escribir es conveniente, me edifica o edifica a otros? – Les aseguro que si pasáramos este filtro a nuestro perfil de FaceBook (por mencionar al más popular)  seguramente tendríamos que borrar gran parte de las fotos y mensajes que ahí tenemos.  ¿No es cierto?

 2 preguntas de reflexión  para  aquellos que son Padres o madres y tienen hijos que usan las redes sociales:

Piense, ¿Qué tan conveniente o edificante es que usted permita a sus hijos pequeños utilizar una red social?-usted tiene la respuesta. Su deber como padre es tratar de preservar a sus hijos de la influencia del mundo sobre ellos,  no de exponerlos a ella.

En segundo lugar, ¿Quiere conocer verdaderamente a sus hijos/as, quiere saber con quienes anda, quien es el novio o la novia? -¡Fácil!, Pídale que lo acepte como amigos en la red social que el o ella utiliza y verá en que cosas andan metidos. Si usted no entiende el mundo del internet  o no puede crear una cuenta  pídale a su hijo/a que de vez en cuando le enseñe todo lo que él o ella comparte con otros en internet, si logra hacer eso

En Conclusión:
-El utilizar el internet o una red social no es pecado en si mismo, el problema está en el uso que le demos, que bien puede ser para bendecir, para compartir y divertirnos sanamente con otros, aún para  llevar el evangelio a nuestros amigos o bien puede ser un punto débil del que Satanás se aproveche para hacer quedar mal al reino de Dios…Usted decide.

HIMNOLOGIA

Hace un par de meses me dejaron un comentario acerca de la palabra HIMNOLOGO, ignoro el anonimo que envio el comentario a nuestro blog, pues al mismo tiempo de tratarme de ignorante advirtio que jamas enviaria a sus hijos al mismo instituto donde yo estudie; pero bueno esas son cosas que pasan y har que ser como el rio, dejar correr el agua.

Quiero explicarle al buen amigo anonimo que la palabra HIMNOLOGO se refiere a personas que componen himnos (letra y musica) aunque otros dirian "autores"; esta palabra la utilizamos especialmente en la composicion de himnos cristianos y no seculares como los de los paises; en consecuencia, al conjunto de himnos (valga la redundancia) que componen los HIMNOLOGOS se llama HIMNOLOGIA.

Grandes himnologos como Martin Lutero, Fanny Crosby, John Newton, John F. Wade, Robert Lowry, Tapu Moala, etc... asi como
 
William J. Kirkpatrick (1838-1921)

Desde muy joven William sintió vocación por la música, y a los veintiún años de edad ya había editado su primera colección de himnos. Sin embargo, no fue sino hasta cumplir los cuarenta años que pudo dedicarle todo su tiempo a la profesión musical. Tuvo que prestar servicio militar, y luego trabajó como carpintero, y abrió una mueblería.

Seguramente cantaba mientras pulía madera, y las melodías que compuso a lo largo de su vida han perdurado como favoritas. Compuso la música de los himnos “Al rústico pesebre”, “El fiel Consolador”, “La Palabra del Señor”, “Nuestra vida acabará” al cual también es autor de la letra, “Comprado con sangre por Cristo”, “Un gran Salvador es Jesús”, “Mi fe descansa en Jesús”, “Cuán dulce es confiar en Cristo”, “Que mi vida entera esté” y “Rey de mi vida”. Falleció mientras escribía la segunda estrofa de un himno que habla de confiar solamente en Jesús para la salvación.
 

Malas doctrinas y prácticas en la iglesia evangélica Una guía para el evangélico

por Pablo Santomauro
La siguiente es una lista de los problemas que pueden presentarse, en mayor o menor grado, en
la vida y doctrina de toda iglesia cristiana de corte evangélico. Cuando los problemas no son
corregidos bíblicamente, perjudican al cristiano de tal modo que su crecimiento espiritual puede
ser comprometido seriamente y en algunos casos hasta neutralizado. Esto incide directamente en
la vida del cristiano de tal manera que anula su testimonio, o peor aún, éste puede traer
vergüenza sobre el nombre de Cristo. A causa del gran número de personas que se convierte al
cristianismo diariamente en el mundo hispano, se ha creado un vacío en lo que tiene que ver con
la capacitación de los nuevos cristianos, debido a la escasez de maestros-pastores de sana
doctrina en el campo evangélico. Es necesario, por ende, proveer una guía que alerte a los
nuevos creyentes sobre los peligros que acechan su nueva vida en Cristo.

Dos aclaraciones previas:
1)     El autor del artículo entiende que no todo cristiano estará de acuerdo en muchos de los puntos
siguientes, y eso es perfectamente respetable.
2)     Los comentarios en cada punto han sido reducidos a un mínimo, a los efectos de poder cubrir el
mayor territorio posible.
Por razones de espacio, con algunas excepciones, hemos omitido la refutación bíblica de las
doctrinas y prácticas perjudiciales abajo listadas.
Los diferentes síntomas a detectar:
Legalismo
Restricciones impuestas por el liderazgo como normas de santidad en cualquiera de las áreas
siguientes, son indicio de que la iglesia no es saludable para la edificación del creyente (Ro. 14):
Corte de cabello, vestimenta, comidas y bebidas, joyas, maquillaje, relaciones sexuales dentro del
matrimonio, música, películas, televisión y entretenimiento en general, bailes, etc. (Ro. 14; 1
Co. 8; Gá. 3). Nota: El autor no sugiere en absoluto el otro extremo, o sea, el libertinaje. Dios
condena la disolución y el desenfreno (Ro. 6:1; 1 P. 2:16).
Día de reposo enforzado rigurosamente, ya sea sábado o domingo (Col. 2:16).
Confesión obligatoria de todo pecado personal a un discipulador.
Diezmo obligatorio (2 Co. 8:12; 9:7).
Prohibición del uso de algunos o todos los intrumentos en la adoración.
Prohibición de celebrar ciertas fechas del año – Navidad, por ejemplo (Col. 2:16).
Una definición simple de legalismo: Legalismo es legislar en temas o asuntos en los que Dios no ha
legislado.
Disciplina
La iglesia se caracteriza por no ejercer disciplina sobre los miembros.
Estilos de vida pecaminosos son tolerados sin ningún llamado de atención (1 Co. 5:1,2).
Si un miembro de la congregación cae en pecado, la iglesia NO trata con esta persona en amor,
con firmeza y de acuerdo con los principios bíblicos (Gá. 6:1).
La iglesia tolera la continua presencia de individuos que son piedra de tropiezo para el resto de la
congregación sin tomar pasos para corregir la situación (1 Co. 5:5; He. 10:24; 1 Co. 5:6,7; 2 Co.
2:6,7).
Marcado énfasis en el dinero
El evangelio de la prosperidad es la artimaña más común para esquilmar la ovejas. Comenzó en
el decenio del ochenta y continúa hoy vigorosamente. La predicación de la doctrina es indicativa
de que el pastor de la iglesia “podría” ser un “lobo” (2 P. 2:3).
La idea de que cuánto más dinero usted dé, más Dios le va a retornar: este es el truco preferido
para vaciar el bolsillo del creyente. Los predicadores distorsionan varios pasajes bíblicos para
justificar la enseñanza y así embaucar a los oyentes. El concepto que proponen es que Dios nos
quiere a todos nadando en la opulencia y viviendo como reyes.
Ofrecimiento de artefactos o fetiches milagrosos por una suma de dinero en calidad de ofrenda.
Ejemplos: la rosa milagrosa, el agua milagrosa del Jordán, el aceite de Nazaret, el pañuelo
sanador, etc.
Mucho antes que se inventara el evangelio de la prosperidad, ya muchos pastores evangélicos se
especializaban en sacarle la “lana” a las “ovejas” con métodos menos obvios. El cuento preferido:
Diezmo obligatorio. La conciencia de los cristianos es acusada con pasajes claves como: Malditos
sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. (Mal. 3:9).
Otra práctica es levantar fondos para diferentes proyectos, obtener compromisos de los
miembros, y desplegar una gráfica en la entrada del templo con los nombres de los donantes y
las cifras aportadas. Levantar la ofrenda hasta en las reuniones de oración es una práctica
común.
El levantamiento de varias colectas durante un mismo culto. Comienzan con la ofrenda regular, al
rato sigue la ofrenda para el programa de radio, luego la ofrenda para comprar el terreno o el
edificio, y no falta la ofrenda de amor para el predicador invitado, si es que lo hay.
Guerra Espiritual
Tanto en las predicaciones como en la vida práctica de la iglesia se habla y se interactúa con
Satanás más de la cuenta, al punto de que el diablo ocupa un lugar más prominente que Cristo.
¿Cómo enseña el liderazgo que se debe tratar con los ataques de Satanás? ¿Debemos perseguirlo
a Satanás como quien caza a bin Laden, atarlo, darle órdenes, o reprenderlo como con una
fórmula mágica? Esto es incorrecto. Los cristianos simplemente debemos resistir al diablo
(sometiéndonos a Dios) y éste huirá de nosotros (Stg. 4:7; Ef. 6:11s), i.e., vivir un vida de
obediencia a Cristo.
Se le atribuye la responsabilidad a un demonio por todas las obras de la carne y vicios tales
como: idolatría, envidia, fornicación, adulterio, contiendas, pleitos, celos, tabaco, alcohol, drogas,
pornografía, etc. En otras palabras, ven un demonio detrás de cada arbusto. La Biblia enseña,
por el contrario, que todas estas cosas son obras de la carne (Gá. 5:19-21). Además, los
cristianos no pueden ser poseídos por demonios (1 Co. 3:16; 1 Jn. 4:4).
La iglesia enseña la doctrina de las maldiciones generacionales (hereditarias o ancestrales). Los
predicadores que trafican con las maldiciones generacionales, por lo general están involucrados
en la moderna guerra espiritual con la que embaucan a muchos cristianos sin preparación bíblica.
Ellos prometen liberarlo de demonios y romper o cancelar estas maldiciones supuestamente
proferidas sobre sus antepasados que han sido transmitidas a través de su árbol genealógico.
Sanidad
No solamente existen demonios detrás de cada arbusto, sino también detrás de cada
enfermedad.
Enseñanza típica:
El diablo es la causa de toda enfermedad.
Que usted esté sano es la voluntad de Dios siempre.
Estrategia espiritual para sanar:
Reprender o atar “espíritus demónicos” del SIDA, cáncer, artritis, infecciones, hemiplegias,
jaquecas, gripe, dolores, etc.
Atar demonios del alcoholismo, drogas y nicotina como si las adicciones a estas cosas fueran
enfermedades.
Aconsejar a los cristianos para que confiesen positivamente su sanidad. Nunca admitir que están
enfermos.
No visitar a los médicos.
Si la persona no sana luego de la oración de fe, las razones son:
i. Existe pecado secreto en su vida.
ii. Usted no posee suficiente fe para sanarse.
Nota: Para informarse sobre lo erróneo de estas doctrinas y cuál es la verdadera doctrina bíblica
de la sanidad, ver el artículo del mismo autor, Sanidad en la Biblia (Cualquier motor de búsqueda
en internet lo llevará directo al artículo).

Técnicas especiales, encuentros secretos y modelos a seguir
El lector debe tener sumo cuidado con iglesias que practican o promueven:
Sanidad interior — Los proponentes de esta técnica de consejería “cristiana” enseñan
que el cristiano continúa arrastrando traumas y dolores del pasado que deben ser
tratados con una regresión al pasado, hecha en grupo o individualmente bajo la
dirección de un “consejero”. Se estimula al creyente a revivir escenas del pasado en
diferentes situaciones y con personas que de alguna forma les hicieron mal o con las
cuales tuvieron serios conflictos. El creyente es disuadido a sentir el dolor y la agonía
de esos momentos, describirlas públicamente y conectarlas con problemas en su
conducta y carácter en el presente. Esta es una combinación nociva de psicología
freudiana con visualización de origen ocúltico. La idea es que el cristiano debe
“sanar” antes de seguir adelante con su vida cristiana. Esta es una negación del poder
de Cristo y la suficiencia de la Escritura para tratar con la persona convertida. En
muchos casos, los secretos develados en estas reuniones son usados luego por los
líderes para chantajear al cristiano y tener control sobre él.
Maldiciones generacionales — Otro nombre: “Línea de iniquidad.” Ya mencionada
anteriormente, es la enseñanza aberrante de que los problemas en la vida del cristiano -
incluyendo enfermedad, pobreza, desastres naturales, “mala fortuna”, vicios, fallas en el carácter,
etcétera – pueden todos ser consecuencia de alguna maldición proferida muchas generaciones
atrás. Los que creen en esto, por lo general también practican la liberación de demonios o guerra
espiritual.
Visión celular G-12 — Otro nombres: “Gobierno de 12” y “Los encuentros.” Es un método
que pretende dar crecimiento acelerado a las iglesias evangélicas. Carente de base bíblica
legítima, cuando las iglesias lo implementan deben hacerlo como parte del “paquete” completo
de la Misión Carismática Internacional (con sede principal en Colombia), i.e., encuentros de
carácter secreto con regresiones al pasado (hasta el vientre de la madre en muchos casos), traer
a la memoria pecados del pasado públicamente, momentos de meditación, técnicas
psicoterapéuticas (dirigidas por gente sin capacitación en ese campo), el juramento de no revelar
lo visto y hablado en los encuentros, doctrina de la prosperidad, liberación de demonios y otras
doctrinas y prácticas. El espacio no permite refutar estas aberraciones, pero suficiente es decir
que el fruto más notable de esta “visión” que Dios supuestamente le dio al líder del movimiento,
Cesar Castellanos, es la división de muchas iglesias.
Movimiento de iglesias en las casas de Gene Edwards y Frank Viola — Un grupo
aberrante extremista del Movimiento de Iglesias en las Casas. Los líderes arriba mencionados
promueven un desprendimiento total de los sistemas tradicionales, y para ello vilifican las iglesias
evangélicas y toda la tradición que las acompaña por siglos. El autor de este trabajo ha hecho
una investigación profunda de este movimiento controversial y está disponible para consultas en
la dirección electrónica al final del artículo.

IGLESIA CENTROAMERICANA ·"DIOS ES AMOR"

¿Quiénes somos?

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La Iglesia Evangélica Central Centroamericana – IECCA – “Dios es Amor”, desde su fundación en 1912, ha predicado y guardado celosamente la sana doctrina (Tito 2:1; I Timoteo 1:10) y ha orientado el comportamiento cristiano de sus miembros, en cuanto al culto, las ordenanzas y las prácticas, sobre la base de las enseñanzas  precisas contenidas en las Sagradas Escrituras, sabiendo que nuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo (I Corintios 6:19) y que, consecuentemente, debemos hacer todo “decentemente y en orden” (I Corintios 14:40).


Breve Historia de la Iglesia Evangélica Central C.A.

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Datos históricos:
En 1897 vinieron a Honduras los primeros misioneros de la Misión Centroamericana con sede en Dallas Texas. Ellos fueron don Eduardo Bishop y su familia  y las señoritas Belle Purves y Dora Ship. Desde que llegó a Comayagüela, y ahí conoció al hermano Martín Ordóñez, que era ciego y  que según parece fue el primero en esta ciudad en aceptar al Señor Jesucristo.
Es así que la Iglesia  Evangélica Central Centroamericana nació en agosto de 1912 en la cuarta avenida, 4ª y 5ª calles de Comayagüela en la casa de Martín Ordóñez. Don Martín se dedicaba a hacer lazos y recibió una Biblia de manos del señor Francisco Penzotti, don Martín pagaba a sus amigos para que le leyeran la Biblia, haciendo así la obra de evangelización,  y por su medio aceptaron a Cristo alrededor de 13 personas. En la década del 30 la iglesia construyó su edificio en la 3ª avenida y ahí permanecimos hasta 2007.

Características:

  • Es una iglesia que ha perdurado tantos años porque es Cristo céntrica, es decir, se ha  practicado la sana doctrina, basada en  las Sagradas Escrituras.
  • Nuestra iglesia se ha caracterizado por tener espíritu misionero, fundando nuevas obras que más tarde se han convertido en iglesias.
  • La Central financió y envió obreros a las Iglesias centroamericanas de la Colonia Kennedy (ahora ubicada en el Anillo Periférico), la Iglesia de El  Pedregal, la de Cerro Grande y la del Tabernáculo Evangélico. En la década del 40  compró una propiedad en el Barrio Belén en  donde se abrió una obra que permaneció por varios años.  Ahora continúa fundando obras y tiene a su cargo las  de la comunidad de Soroguara y la del Barrio Buena Vista.
  • Las mujeres han sido baluartes para sostener la obra, siempre han sido mayoría y muy fieles.
  • Los jóvenes históricamente han sido también un buen apoyo a la Iglesia, teniendo a su cargo nuevas obras y practicando el evangelismo en barrios y colonia de la capital.
  • La congregación ha  apoyado económicamente a muchos obreros nacionales y extranjeros que estudian en institutos bíblicos especialmente en Guatemala y Siguatepeque. También ha colaborado con la construcción de nuevos templos en comunidades rurales y el sostenimiento de nuevas obras en países centroamericanos.

SALMO 23


Un hermoso SALMO que nos habla de las promesas de Dios y nos enseña a descansar en Él, es el SALMO 23. En este Salmo vemos todo lo que Dios hace por nosotros y cómo podemos descansar confiados en el Señor.
SALMO 23:1 dice así:
"Jehová es mi pastor; nada me faltará"
Explicación
¿Qué hace un pastor? El pastor cuida de sus ovejas. Las lleva donde hay pastos frescos para que ellas puedan comer. Y las lleva donde hay agua y las cuida de los lobos que las quieren atacar.
Nosotros, los hijos de Dios, somos las ovejas del Señor. Y Jesús es nuestro pastor. Él nos guía, nos cuida y no nos hace faltar nada, ni abrigo ni alimento.
Podemos descansar tranquilos en el Señor. Somos sus hijos, sus ovejas como dice el Salmo 23, y él nos protege. ¡¡Gloria a Dios!!
SALMO 23: 2-3
"En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará"
"Confortará mi alma (me dará consuelo); me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre"
Explicación
El pastor hace descansar a sus ovejas en los mejores lugares. Donde hay pastos delicados y suaves que acarician a las ovejas y no las lastiman. Así el Señor nos guía por caminos limpios, sin piedras, para que no caigamos, y allí nos da todo su amor. Nos cuida. Nos lleva de su mano. Nos consuela si estamos tristes y nos enseña los caminos de justicia. El camino que nos lleva a Dios que es nuestro reposo y nuestro descanso.
SALMO 23:4
"Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento"
Explicación
Muchas veces los cristianos pasamos por pruebas. Y nos parece que nunca vamos a poder salir de ellas. Pasamos por valles de sombras y de muerte. Vemos todo negro y no encontramos la solución a nuestros problemas. Pero el Señor nos dice que no tengamos temor porque Él está con nosotros. Su vara y su cayado (el bastón que lleva el pastor para guiar sus ovejas) nos sacarán del camino equivocado y nos guiarán por el camino de Dios donde Él nos puede hablar y mostrarnos cómo enfrentar estas pruebas.
¡¡Descansemos en el Señor!!
SALMO 23:5
"Aderezas (preparas) mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando"
Explicación
Quiere decir que el Señor prepara una hermosa mesa y pone sobre ella dones, talentos, ministerios, regalos del cielo para cada uno de sus hijos; y aunque nuestros angustiadores (enemigos) estén cerca, no pueden tocarnos ni hacernos daño pues delante de nosotros está Jesús con la mesa preparada, llena de regalos para nuestras vidas.
Cuando el Señor nos dice en su palabra "Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando" nos quiere decir que Él nos unge, nos toca, nos bendice y llena todo nuestro ser con el aceite del Espíritu Santo.
SALMO 23:6
"Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa de Jehová moraré por largos días"
Explicación
Dios es bueno. Dios es Santo. Dios ama a sus hijos pues DIOS ES AMOR. Dios es misericordioso. Por eso es que el bien y la misericordia de Dios nos seguirán todos los días. Él nos cuidará. Nos seguirá. No nos abandonará. Nos protegerá con su amor, su bondad y su misericordia. Y nuestra casa, será la casa de Jehová. Será la iglesia. Allí viviremos largos días protegidos por el Señor, alabándole, glorificando su nombre y dándole gracias.
Este Salmo 23 que hemos estudiado, nos muestra la grandeza de Dios para con sus hijos. Podemos descansar tranquilos porque sabemos que Él es fiel, que nunca nos abandona. Que el Señor es misericordioso, que siempre está con nosotros, en todo momento.
Nosotros sólo debemos orar, entregarnos cada día a Él, no pecar y amar a Dios con todo nuestro corazón. Debemos descansar en Él.
¡El Señor es nuestro pastor y nada nos faltará! ¡Aleluya!
ORACIÓN
Gracias Señor por tus promesas. Gracias Señor por este hermoso Salmo que nos has dejado y que guardaremos en nuestros corazones.
Ayúdanos a no olvidarnos que Tú eres nuestro pastor y que siempre estarás al lado nuestro.
Te pedimos por los Sordos del mundo Señor, Que ellos te puedan conocer y descansar también en ti.
Que ellos comprendan que Tú puedes ser su pastor. Te amamos Señor. Amén.


Jesucristo es nuestro Dios. Nosotros somos Sus vasijas escogidas. Él nos ha llamado, nosotros no necesitamos esperar Su llamado. En vista de esto, haremos bien en tomar a Jonatán como ejemplo…

Después de la victoria de David sobre el filisteo gigante, Goliat (1 S. 17), “el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo” (1 S. 18:1). En este contexto, dice luego: “E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte” (1 S. 18:3-4).

Cuando llegó al conocimiento del rey, quien estaba lleno de temor, que su propio hijo había hecho un pacto con aquél a quien Él consideraba como un enemigo a ser destruido, “se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir." (1 S. 20:30-31).

“¡Qué insensato!”, pensó Saúl, como todos los Saúles de este mundo siguen pensando. Hay que luchar para imponerse, y echar mano de lo que a uno le pertenece. Para los Saúles de este mundo, no hay necesidad, y es un fuerte golpe en el estómago, el dar su propiedad voluntariamente y con gusto a otro. “¡Insensato! ¡Mira lo que te pertenece! ¡Mira lo que podrías haber tenido! ¡El mundo entero está a tu disposición! ¡Podrías haber tenido todo en abundancia. ¡Insensato, oh insensato! Te humillas delante de alguien, de quien un cualquiera dice que algún día reinará sobre Israel. ¿Un pastor de Belén? ¿Rey sobre todo Israel? ¡Qué tontería!“

Jonatán no pensaba como su endurecido padre. Él sabía, o digamos, más bien, que Jonatán consentía en que ésa era la voluntad de Dios. El consentimiento es mucho más fuerte que el sólo creer, porque esto último se puede tambalear. Jonatán sabía que David sería rey sobre Israel. Por la fe, también sabía que todo lo que abandonaba lo recibiría de nuevo, aumentado cien veces. A esto se agregaba la insustituible presencia de su amado amigo, y la bendición del mismísimo Dios santo.

Repetidamente Jonatán, a través de sus hechos, demostró su total sumisión a la voluntad de Dios. Varias veces intentó convencer a su padre, el rey, de que David no era un enemigo real (incluso bajo peligro de muerte). En lugar de ayudar a matar a David, Jonatán le llevó la terrible noticia de que debía huir y no regresar a la corte del Rey Saúl. Jonatán perdió la comunión con un amigo querido. Pero, aun en medio de su propia tristeza, demostró ser alguien que cuidaba a su mejor amigo y hermano. (Esto también se hizo visible en la forma en cómo advirtió a David.) “Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe. Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa” (1 S. 23:16-18). Con profunda tristeza, se separaron los dos amigos ese día. Pero, ambos sabían, por la fe, que este rey por ahora rechazado, un día reinaría en forma legal.

¿No sería maravilloso si todos los Jonatán de este mundo se vieran bendecidos con un amigo como David – y todos los David de este mundo con un amigo como Jonatán? ¿No sería maravilloso hacer un pacto caracterizado por una relación llena de amor y por una profunda amistad, y poder gozarse, tanto en la presencia del amigo como, también, en las bendiciones del Dios santo?

El hecho es que los redimidos del Señor ya tienen eso – y mucho, mucho más.

Nosotros, los que somos salvos (en este contexto, especialmente los gentiles), hemos recibido un cambio eterno de nuestra posición, porque le agradó a Dios el hacer un pacto con nosotros: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo” (Ef. 2:11-13). Ya no separados, ya no excluidos, ya no ajenos a los pactos de la promesa – para aquellos que estamos en Cristo.

Por buenos que sean los pactos hechos por los humanos (como el pacto entre Jonatán y David), los pactos de Dios siempre son mejores por Su propia perfección, y nuestra debilidad pecaminosa. Por lo tanto, “Jesús es hecho fiador de un mejor pacto” (He. 7:22) para aquellos que Lo aman y han entrado en una relación de pacto con Él.

Dios no sólo da a Sus amados un pacto mejor, con el mejor fiador, Jesucristo, sino que Él, además, promete riquezas futuras para aquel día cuando Él les dé el galardón. Jesús exhorta a la fiel iglesia en Filadelfia (y a todos los que tienen un concepto espiritual similar, que aman al Señor y aún no han partido para estar con Él): “Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.

 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap. 2:25-29).

En la última promesa a los vencedores, en Apocalipsis 2-3, Jesús promete: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap. 3:21). Si nosotros hubiéramos escrito estos versículos por nosotros mismos, habría sido una blasfemia. El hecho, de que Jesús mismo nos dé estas promesas, es gracia sobre gracia. Generosamente comparte Su galardón y Su victoria con aquellos que están en Él.

Yo sé que Tú llegarás a ser rey sobre Israel (y sobre todo lo demás), y yo estaré juntamente contigo en Tu trono. No obstante, el pacto exige un alto precio de ambas partes. Le cuesta a Jesús – y nos cuesta a nosotros: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa” (1 Co. 11:23-28). Este examinarnos-a-nosotros-mismos de nuestros pecados – y pecaminosidad – es un proceso de toda la vida y, para muchos creyentes, la parte más desagradable del pacto, aunque justamente esto es fundamental para aquellos que andan con el santo rey. Y mientras estamos con Él, Él también nos guía a la semejanza con Él (Ro. 8:29; 12:1-2).

Gracias, Señor Jesús, que Tú has entrado en una relación (o pacto) conmigo que es mucho más fuerte que el pacto mosaico, y está caracterizada por un amor mucho más profundo que el pacto entre David y Jonatán. Por favor, toma mi manto. Es la imagen exterior visible, el como me ve la gente, un símbolo de mi estatus material. En lugar de mi manto, vísteme con Tu justicia, gracia y humildad (Ap. 3:5; 1 P. 5:5).

Por favor, toma mi coraza. Al dártela, descubro mi total debilidad y pecaminosidad. Señor, no hago esto por naturaleza. Cómo Tú bien sabes, esto va en contra de mi carácter. Fortaléceme, amado Padre celestial, y ayúdame. Enséñame a mirarte a Ti como mi escudo y mi refugio. “En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en él esperan” (Sal. 18:30). “Me diste asimismo el escudo de tu salvación; tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido” (Sal. 18:35). “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré” (Sal. 28:7). “Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él” (Sal. 33:20).

Por favor, toma mi escudo y mi arco. Éstos son la supuesta fuente de poder y esperanza de una salvación exterior. Te los entrego a Ti. Enséñame a reconocer el poder de Dios que es la necedad del mundo (1 Co. 1:23-25), y a apropiarme de la fe inconmovible que sabe que: “El levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él afirmó sobre ellas el mundo. El guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será fuerte por su propia fuerza” (1 S. 2:8-9). Enséñame a comprender, que “no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos” (1 S. 14:6).

Crea en mí el corazón de un combatiente espiritual, para que yo vea que mis muchas debilidades son para Ti posibilidades para demostrar Tu poder. Cuando otros me atacan con espada, lanza o dardo – o con palabras – ayúdame a mantenerme firme en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, porque Tú, Señor, no salvas con espada ni con lanza, “porque de Jehová es la batalla" (1 S: 17:47). Edúcame en la “palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra” (2 Co. 6:7). Por favor, toma mi cinto. Para mí el cinto es la esencia de la seguridad que mantiene todo unido. Ayúdame, en lugar del mismo, a tomar la armadura que Tú me has dado: a ceñirme los lomos con la verdad, a vestirme con la coraza de justicia, y a calzarme los pies con la disposición a testificar el evangelio de la paz; pero, sobre todo, a tomar el escudo de la fe, con el cual pueda apagar todos los dardos de fuego del maligno. Ayúdame a tomar el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, y a aplicarlos (Ef. 6:14-17). Enséñame a orar y a reconocer el enorme valor – y el privilegio – de la oración (Ef. 6:18). Y Señor, cuando Te haya entregado todo esto completamente, enséñame a no buscarlo otra vez. Por favor, guárdame de buscar con el enemigo, en el mundo y en mí mismo, falsificaciones como reemplazo, porque sé por experiencia que tiendo a hacer eso. Oh, “el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último” (Ap. 22:13), “la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” (Ap. 22:16), “… el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven” (Ap. 22:17). “Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Ap. 22:20), porque sé que Tú serás rey, y yo estaré sentado contigo en Tu trono (1 S. 23:17; Ap. 2:25-28; 3:
21).