El amor de Dios y nuestra responsabilidad
El amor que Dios ha mostrado hacia tu persona es infinitamente inmenso e incomprensible, porque aunque nosotros todavía éramos pecadores, cuando el en su amor y misericordia nos llamó, nos sacó del fango del pecado y puso nuestros pies sobre una Roca
segura que es Jesucristo, hay muchos en el mundo, que día con día Dios
les llama; ignoran su llamado, pero él es paciente y lleno de amor que
esta esperando que aceptes su invitación, no le huyas más a Dios,
escúchale y acepta su invitación a ser parte de su familia, acepta la
responsabilidad de llegar a ser hijo de Dios.
Romanos 5:8 Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores. Dios no vio nuestra condición de pecador, Dios que es justo no aplico un juicio sobre nosotros; si no que por amor envió a su hijo único Jesucristo a reconciliarnos con él y aplico su amor.
Hay muchas personas que a pesar de los esfuerzos de llevarles el
mensaje de salvación; les cuesta recibir el regalo de Dios del perdón.
Recuerda lo que dijo Jesús:
Juan 3:16 “Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.
Jesús es claro en decirles a sus discípulos Dios los amó tanto a
ustedes que me envió a mí para rescatarlos de la muerte y la condenación
interna, Jesús afirmo yo he venido para darles vida y vida eterna.
1a Juan 4.10 “El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio. El verdadero amor
confirma la palabra: es que Dios nos amo primero, en la antigüedad se
presentaba un holocausto o sacrificio para expiación por los pecados,
pero estas ofrendas llegaron a ser a Dios abominación, porque no lo
daban como la ley lo exigía; sino que daban ofrenda inmunda y no
agradable a Dios.
Isaías 1:11 Dios les advierte: “¿Por qué me traen tantos animales para presentarlos en mi altar? ¡Ya estoy harto de esas ofrendas; me da asco ver tanta sangre de toros, carneros y cabritos! 12 Yo nunca les he pedido que me traigan esos animales cuando vienen a adorarme; sólo vienen para ensuciar mi templo y burlarse de mí. ¡Váyanse de mi templo!
Las ofrendas del hombre llegaron a ser abominación ante Dios, por eso
es que el envió al Cordero Santo; a Jesús como expiación por nuestros
pecados, varón Perfecto, Recto, Integro,
Justo y Santo en el cual no hay doblez ni pecado, él fue el holocausto
perfecto presentado por el pecado una vez y para siempre para toda la
humanidad, si acepción de personas.
Por eso el apóstol Pablo escribió: y afirmo diciendo que el amor
der Dios es grande y maravilloso, y todos aquellos que ya están bajo
la sombra del omnipotente Dios, nada los podrá separar de su gran amor porque este fue sellado y pagado con la sangre de Jesucristo.
Romanos 8:38 Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, 39 ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! Tu podrás cometer un pecado, pero Jesucristo aplica su sangre y el inmenso amor del Padre sobre tu vida y te perdona, recordándole al padre que el ya pago por ti y que su inmenso amor cubre todo pecado y te hace acepto a los ojos de Dios Padre y su amor se aplica a tu vida, que nada, absolutamente nada, podrá separarte del amor de Dios; creado a través del sacrificio en la cruz de su hijo amado, Jesucristo.
En respuesta a tan grande amor, Jesús
nos pide: que nosotros amemos a Dios con toda nuestra mente, con todo
nuestro corazón y con toda nuestra alma, porque solo Dios puede
trasformar al ser humano en su forma tripartita,
espíritu, alma y cuerpo, es por eso que nos da la gran responsabilidad
de amar a Dios sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo como a
nosotros mismos.
Marco 12:30 Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales. 31 Y el segundo mandamiento en importancia es: Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo. Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos. 32 El maestro de la Ley le dijo: Muy bien, Maestro. Lo que dices es cierto: sólo Dios es nuestro dueño, y no hay otro como él. 33 Debemos amarlo con todo nuestro ser, y amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Estos mandamientos son más importantes que cumplir con todos los ritos y deberes religiosos. Es por eso que Dios sustituyo el continuo sacrificio y holocausto y lo reemplazo por el amor, recuerda cosechamos lo que sembramos, por eso te invito primero: a ser agradecido con Dios y corresponder su grande amor
amándolo, honrándolo en todo momento, y nuestra responsabilidad es aún
mayor amar a todos sin acepción como Dios nos amado, que los amemos como
a nosotros mismos, piensa como querrás que te traten, como querrás que
te amen, como querrás que te respeten, como querrás que te hablen, como
querrás que te paguen; has tú lo mismo con tu prójimo. Ámalo como Dios
te ama, piensa en el como si fuera para ti.
El apóstol Juan escribió lo siguiente: 1ª Jun 4:10 El verdadero amor
no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos
amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio
de su sacrificio. 11 Hijos míos, si Dios nos ha amado así, nosotros
también debemos amarnos los unos a los otros. 12 Nadie ha visto nunca a
Dios; pero, si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y también
su amor estará en nosotros. El verdadero amor, es que Dios nos
amó primero, que a través del sacrificio de Jesucristo fuéramos
perdonados y reconciliados con él, si quieres que Dios viva en medio de
nosotros y que su amor este siempre presente en nuestras vidas, tenemos
que cumplir sus mandamientos, cuando amamos a nuestro prójimo obedecemos
a Dios y su amor se perfecciona en nosotros.
Debemos amarnos
1ª Juan 4:7 Amados hijos míos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Mira la expresión del apóstol Juan, Amados hijos míos, él ya nos habla y
nos trata con amor, como Dios lo manda, y nos exhorta a amar a nuestros
prójimo, para que otros vean que en realidad somos hijos de Dios, y
también afirma el que no ama no conoce a Dios; porque Dios es amor.
“El amor de Dios es maravilloso”. Lo disfrutamos día a día al leer Su Palabra, al tener intimidad con Él y al conocerlo más, al compartir su gran amor. Pero hay algo que muchas veces olvidamos: compartir el amor
que nos fue regalado; con otros, y ahí empieza nuestra responsabilidad
como creyentes en Cristo Jesús amando a otros como Dios nos ama. Termino
con las palabras de Jesús:
Juan 15:12 Y esto es lo que les mando: que se amen unos a otros, así como yo los amo a ustedes. 13 Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos. 14 Ustedes son mis amigos, si hacen lo que les mando. 15 Ya no los llamo sirvientes, porque un sirviente no sabe lo que hace su jefe. Los llamo amigos, porque les he contado todo lo que me enseñó mi Padre. Lo que Dios quiere es que le obedezcamos en todo mandamiento dado por él y confirmado por Jesucristo.
Recuerda el amor de Dios, es sin
acepción de personas, es para todos aquellos que lo quieran recibir,
creer en Jesucristo y obedecer tal y como él lo ha dicho: Amaras al
señor tu Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón, con todas tus
fuerzas, con toda tu alma y con toda tu mente. Amando como Dios nos ama,
llegaremos a ser verdaderamente libres.
Dios te bendiga, Dios te guarde y sea Dios el que alumbre tu camino y tu corazón para vivir rectamente y en obediencia a él.
Jesucristo Pronto Viene
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