Armando
Manzanero hizo famosa la canción “Parece que fue ayer”, y la verdad es
que parece que fue ayer cuando comenzamos la Fraternidad Cristiana, yo
era joven y con un sueño grande de poder establecer en Guatemala una
iglesia como la que tenemos, una congregación que no dependiera del
extranjero en sus finanzas, una congregación que tuviera liderazgo
autóctono, una congregación que se convirtiera en un modelo para
Latinoamérica y Dios nos ha permitido alcanzar estas tres premisas y no
solo de Latinoamérica vienen y admiran lo que Dios ha hecho con nosotros
sino que de otras partes del mundo, han venido de Corea para ver y
lanzarse ellos a construir sus proyectos. Dios nos ha permitido llegar
hasta este lugar. De lunes a viernes teníamos reuniones en casas, los
domingos nos reuníamos en el Hotel Guatemala Fiesta, pero por las noches
estábamos en las casas de varios de los primeros miembros de la
congregación. Ellos invitaban a sus amigos y ahí estábamos mi esposa y
yo como líderes de esas células, enseñando la Palabra, enseñándoles a
adorar, enseñándoles los rudimentos de la Palabra del Señor.
Poco a poco fuimos poniendo en práctica lo que los seminarios de
administración bíblica nos enseñan. El Libro de Éxodo dice que Moisés
pastoreaba a Israel, pero lo hacía solo. Llegó su suegro Jetro y le dijo
que estaba desde el amanecer hasta el anochecer tratando con cada una
de las personas, que así se iba a matar y destruir al pueblo, porque no
habría quién lo atendiera. Así que enseñó lo básico de la
administración: selección de personal, capacitación de personal,
delegación de personal y supervisión de personal.
En la Biblia se encuentra todo lo que se necesita para una empresa y
también la iglesia. Así que Jetro le dijo: escoge a jefes de mil, jefes
de quinientos, jefes de cien, jefes de cincuenta y distribúyelos de
manera que ellos atiendan las necesidades del pueblo y tú asume aquellos
que verdaderamente ellos no puedan resolver. Es la única manera de
poder llegar a tener una iglesia grande y a la vez pequeña. La gente
piensa que en esta multitud se pierde, pero no es cierto, estamos
preparados para atenderlo, para ayudarlo. La semana pasada vimos que las
células proveen de comunión extra iglesia y extra célula. Usted viene
solo de algún país o del interior de la nación, aquí va a encontrar
amigos, pero la mejor manera de hacer amigos nuevos es ser parte de una
célula, ahí se va a encontrar con gente del Barsa y gente del Real, esa
es una de las maneras en que ejercitamos el amor mutuo. Usted va a amar a
los del Real aunque sea del Barsa y si es de los rojos no importa que
los hayan dejado 7-3, ahí va a recibir consuelo, ahí va a recibir ánimo y
un pecho sobre quien llorar. ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Dice el Salmo 133, y eso ocurre en las células.
La semana pasada vimos también que las células promueven un
evangelismo amistoso. Un evangelismo en el que primero se desarrolla una
amistad con una persona y después se le comparte la fe. Es importante
que se aproveche el círculo de amigos que tiene, el círculo de
compañeros de trabajo, de estudio y allí puede compartir su fe de una
manera amigable. Oiga la prédica de la semana pasada para ver por qué no
hay que ir con los amigos y agarrarlos a bibliazos, hay que hablarles
con amor.
En tercer lugar, las células proveen de un discipulado efectivo, es
decir, al haber un grupo pequeño es más fácil notar que alguien faltó,
si son solo diez, quince, veinte, pues es más fácil notar que no vino
doña Susana, hay que llamarla y saber por qué no vino. Tal vez el marido
le impuso manos y la golpeó, entonces hay que orar para que el Señor
cambie a su marido. Ahí se dan cuenta de lo que pasa en cada persona.
Un discipulado efectivo, cuando alguien se convierte acá, les pedimos
que pase a la Sala, allí vamos a tomar sus datos, vamos a conectarlo
con una célula y con alguien para que le ayude en su crecimiento como
discípulo, para que no se pierda, tenemos no solo que dar mucho fruto
sino que debemos hacer que el fruto permanezca y la mejor manera de
hacer que permanezca es conectándolo inmediatamente a un célula, para
que ahí empiece a aprender de otros que ya tienen más tiempo en los
caminos del Señor. Ahí le asignarán a otro hermano mayor, a veces tendrá
a varios hermanos mayores, si usted es huérfano va a encontrar buenos
papás, hay algunos que hacen las veces de papá y de mamá, con gusto lo
van a regañar, con gusto lo va a guiar, con gusto lo van a exhortar y
haremos de esa manera que el fruto permanezca.
Pero veamos hoy dos elementos más de las células. Uno, que provee una
capacitación bíblica permanente. La gente necesita conocer de la
Palabra de Dios. Una de las prácticas desde el principio de nuestras
células ha sido enseñarle al nuevo creyente que en la Biblia existe
desde el inicio un índice y ahí están todos los libros de la Biblia y a
la par de cada libro está la abreviatura y a la par de cada abreviatura
está el número de la página en la que se encuentra, eso es elemental.
En cuanto al libro de Miqueas, búsquelo en el índice. Tenemos que
enseñarle qué es un capítulo, qué es un versículo, la Biblia
originalmente no tenía ni capítulos ni versículos, pero hay que
enseñarle qué es un capítulo, qué es un versículo, por qué tiene unas
llamadas de atención, por qué tiene algunas notas. Todo eso usted ya lo
maneja muy bien, pero si no lo maneja muy bien y tiene veinte años de
venir a la Fráter, vaya a una célula, ahí le van a enseñar, ahí lo van a
inscribir en la Facultad de Liderazgo, ahí va a aprender
permanentemente lo que enseña la Biblia. Todas las semanas abrimos la
Biblia por las casas y estudiamos la Palabra de Dios, en la células se
estudia durante tres meses temas bíblicos, aplicables a toda persona y
luego se estudian tres meses sobre temas específicos aplicables a las
necesidades específicas del tipo de células, porque tenemos células para
jóvenes, mujeres, matrimonias, familiares, inclusive ahora tenemos lo
que llamamos Desayunos de Desarrollo Integral, hay veinte grupos que
funcionan en restaurantes, solo para hombres. Ahí llegan todos los que
han sido expulsados de sus casas, los que han sido abandonados por su
mujer, divorciados y los felizmente casados para ayudar a los que no lo
están. Aproveche en el Centro de Información le dicen dónde están esos
Desayunos de Desarrollo Integral.
2 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios. Eso es
básico para nosotros, porque el mensaje se origina en Dios, es
aplicable a toda la humanidad en cualquier tiempo de la historia y
porque es dada a través de hombres sin pasar por alto su cultura, sus
idioma, su personalidad y su historia. Debemos de interpretarla tanto en
su contexto literario como en su contexto histórico, eso es lo que
hacemos en las células. La Biblia enseña, reprende, corrige e instruye
en la justicia de Dios. La Biblia capacita a todo siervo de Dios para
toda buena obra, dice 2 Timoteo 3:16-17 Toda la
Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de
Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. Usted quiere
estar enteramente capacitado para buena obra, conozca la Biblia, está
bien que usted sea un licenciado en química, eso le sirve para ganarse
la vida, pero necesita capacitarse para toda buena obra y para eso,
conocer la Palabra de Dios, es esencial, ahí aprenderá cómo ser un buen
padre, a ser una buena madre, a cómo ser un buen hijo, cómo ser buena
nuera y como ser buena suegra, llévela a la célula, van a aprender
todos. Las células proveen de una capacitación bíblica permanente. Por
eso anhelamos que todos los miembros de La Fráter sean parte de una
célula.
Quinto elemento importante de las células. En la célula se da un
pastoreo personalizado, eso quiere decir que usted tiene alguien que lo
va a pastorear personalmente. Cuando empezamos la Fráter, quien
pastoreaba personalmente a todos los miembros de la iglesia se llamaba
Jorge H. López, él recibía a cada uno, atendía a cada uno, oía a cada
uno, hay algunos que pastoreaba en aquel entonces y sobreviven. Llega un
momento en el que le pasa a uno las de Moisés, eran tantos que no se
daba abasto. Ahora tenemos tantos funerales que no puedo ir a todos,
tantas bodas que no puedo hacerlas todas, tantos enfermos que no puedo
visitar a todos.
En una ocasión me dijeron, Pastor podría visitar a mi mamá que está
muy enferma. Dije que sí, me dieron la tarjetita, me la metí en la
bolsa. Como a la semana me acordé. Llamé a un hermano y le dije que me
hiciera el favor, que tenía que ir a ver a esta señora y no podía
¿podría ir usted? Y luego me dice, Pastor, cuando llegué venían
regresando todos vestidos de negro, la hermana se murió. Me dije: nunca
jamás. Por eso cuando ahora usted me dice está enferma mi mamá, ¿podría
usted ir a orar por ella? No puedo, pero ahorita va a llegar alguien.
Fulano, te vas ahora mismo antes que se muera. Uno nunca sabe cuándo se
van a morir los enfermos. Si a usted le dicen en su célula que está
enferma doña Amelia, vaya a verla, porque cuando uno siente se muere.
Antes que se le muera, vaya. No haga como aquel que decía: no dejes para
mañana, lo que puedes dejar para pasado mañana. Haga las cosas hoy. Lo
llamo porque estoy enfermo, ahí mismo por teléfono ore, no deje que las
cosas se agraven. En un rato, el enfermo pierde conocimiento y ya no
está consciente y por eso es que ahora, para tener un pastoreo
personalizado, ya con miles de fieles en la iglesia, nos ayudan los
líderes de las células, y eso hay que aprenderlo de Jesús. Jesús es el
Pastor de pastores, el Príncipe de los pastoreas, Jesús dijo yo soy el
buen pastor, y el buen pastor su vida da por las ovejas y Jesús lo
demostró.
Jesús nos enseña en Mateo 9:35-39 Jesús recorría todos los pueblos
y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del
reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver a las
multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y
desamparadas, como ovejas sin pastor. Y si usted da una mirada a las
multitudes hoy en la ciudad de Guatemala, ya no digamos en la de
Bombay, México, D.F. o de Nueva York o Caracas, en cualquier parte del
mundo usted va a ver multitudes, las calles repletas de gente que va y
viene, y usted mira el rostro de la mayoría y es un rostro agobiado,
están agobiados porque tiene un gobierno que no quieren, porque tienen
desempleo, porque tienen sequía y tienen hambre, porque tienen un
tránsito tan denso que se tardan tres horas para ir a un lugar en el que
normalmente llegarían en quince minutos. La gente está agobiada. Y no
solo están agobiados, están desamparados.
Y así como usted mira a la gente caminar, huérfanos, viudas, gente
que vive bajo amenazas, gente que sufre extorsión, gente que sufre el
dolor por el luto que les produjo la muerte de un ser querido, así Jesús
vio a la multitudes, pero tuvo lo que se llama compasión y compasión es
ese sentimiento que surge ante el sufrimiento de alguien más, tuvo
empatía por el estado emocional de otro y desear aliviar o reducir su
sufrimiento. ¿Ha visto así a alguien alguna vez? Usted quisiera aliviar
su sufrimiento, quisiera reducir su sufrimiento, pero ¿cómo le hace? El
niño se encuentra huérfano, mataron a su papá, eso pasó esta semana.
John Medina, optometrista, llega al taller con su carro, espera un
repuesto para que se lo cambien, y retirase. Entra un grupo de sicarios a
matar al dueño del taller, probablemente no había podido pagar o no
quería pagar la extorsión, matan al dueño del taller, matan a John
Medina y se queda su esposa viuda, treinta y un años de edad, el hijo de
cuatro años. Cuando usted mira esos cuadros, usted tiene que sentir
compasión.
Ojalá tuviéramos una viuda de vez en cuando, pero Guatemala tenemos
fábrica de viudas, fábrica de huérfanos, salen por montones, los
crímenes, los asesinatos, los asaltos, las extorsiones son el pan de
cada día y por eso necesitamos esa compasión que tuvo Jesús por la
gente, porque estaban agobiadas y desamparadas como ovejas sin pastor.
Las ovejas son animalitos lindos, pero bobos. La oveja es uno de los
pocos animales que no tiene cómo defenderse, no patea, no muerde. La
oveja es presa fácil de los lobos, tiene una visión corta, no puede ver
más allá de cinco metros y si está muy lanuda la lana le cae sobre los
ojos, menos mira. Y si está muy lanuda y se acerca a un río que no tiene
agua de reposo, entonces el agua salta, le moja la lana y se va de
trompita, y se ahoga.
Si el Señor contara las vicisitudes con sus ovejas, porque la gente
no sabe cómo defenderse, no sabe discernir, la gente necesita a alguien
que le ayude, alguien que le advierta, alguien que le guíe y por eso
Jesús vio a las multitudes como ovejas desamparadas sin pastor. Cuando
tienen un pastor como lo era David con las ovejas, ese pastor se
enfrentaba al león y defendía a la oveja, se enfrentaba al lobo y
defendía a la oveja. Hay ovejas solteras que son bien bobas, cualquiera
se les acerca al oído y se lo endulza y allá van. ¿Qué necesitan? Un
pastor que las ampare y les diga: hija, no le conviene. Recuerdo a una
que le dije por favor no te cases con este, no sirve para nada. Y se lo
dije en la cara del que no servía para nada. Pero se casó, dos años
después vino a decirme: pastor, me lo dijo.
Oyes, pero no oyes, ves pero no ves, y por eso son tan importantes
las células donde hayan mujeres y hombres mayores, hombres y mujeres con
más experiencia que puedan, en un momento dado, decirle a esta oveja
boba que no lo haga, y para que no se moje ni se vayan en el río, por
eso es necesario trasquilarlas, cuando recogemos los diezmos y ofrendas
se les puede hacer un favor, el favor de ser trasquiladas y en el verano
estar sin abrigo, es una maravilla. Imagínese usted en Escuintla con
abrigo. Exactamente eso pasa cada vez que usted trae sus diezmos y
ofrendas usted se refresca y se quita ese calor agobiante que puede
destruirlo, porque Jesús dijo: cuídense de la avaricia. Pastoreo
personalizado.
Y ¿por qué tengo que diezmar? Ahí le van a enseñar. Y ¿por qué tengo
que orar? ahí le van a enseñar. En la célula puede hacer una consulta,
tiene a su líder de célula. Ahora tenemos 570 células. He estado en
iglesias en Colombia que me han dicho que tuvieron que revisar los
controles de sus células, porque pensaron que eran dos mil y se dieron
cuenta que eran ochocientas, porque la gente cuando entra hace
competencia para ver quién tiene más células, tanto que se inventan los
números, y empiezan a decir dos mil células. Cuando usted va a
revisarlas ni se reúnen, estamos hablando de 570 células reales que
funcionan, que están activas y esa es la manera de pastorear
personalmente a las células.
Usted trata de llamar al Pastor Jorge, no lo va a encontrar porque
está en Houston o sentado en un seminario, porque el pastor se vuelve
adorno de los grandes eventos. Pastor, ¿podría venir al V Foro Regional
en Esquipulas? allá va a el Pastor. Pastor, ¿podría venir al segundo
Desayuno de Oración Nacional por la Paz? allá está el Pastor. Porque se
vuelve un elemento decorativo, por eso hay líderes y lideresas que están
ayudando al pastoreo personalizado.
Versículos 37-38 de Mateo 9 Jesús dijo: «La cosecha es abundante,
pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—.Pídanle, por
tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.» Esta es
una oración que Jesús nos pidió que hiciéramos. Señor, manda obreros a
Tu casa y si usted se pone a decir, ¿qué cree que le va a decir el
Señor? Casi siempre se dice Señor, el hermano Felipe es bueno para
evangelizar, mándalo a él. La hermana María es buena para aconsejar,
mándala a ella. Pero ¿sabe quién quiere el Señor que vaya? Cuesta
entender que soy yo. Mire lo que dice Isaías 6: 1-8 El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo. Por
encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas:
con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y
con dos volaban. Y se decían el uno al otro: «Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.» Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo. Entonces
grité: « ¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y
vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos
han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!»
Usted puede ser de labios impuros, puede ser un pecador y al mismo tiempo tener el privilegio de ver a Dios Todopoderoso. En ese momento voló hacia mí uno de los serafines. Traía en la mano una brasa que, con unas tenazas, había tomado del altar. Con ella me tocó los labios y me dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios; tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado.» Cuántos
podemos decir lo mismo, “tu maldad ha sido borrada, tu pecado ha sido
perdonado”. No permitas más condenaciones del diablo mentiroso que viene
acusarte de cualquier pecado que cometiste. La Biblia dice 1 Juan 1:7
la sangre de Jesucristo, Su Hijo, nos limpia, ¿cuántos pecados? Yo no sé
cuál es su pecado, ¿mató a alguien? Dios lo perdona. ¿Engañó a alguien?
Dios lo perdona, pero usted tiene que tener su encuentro con el Señor y
Él lo va a perdonar. Tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado.
— ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!
¿Cuántos estarían dispuestos a decirle así al Señor el día de hoy?
Usted puede ser un buen líder de célula. Señora, usted puede ser una
buena líder de célula. Inscríbase en la Facultad de Liderazgo, prepárese
y usted va a ser un buen líder de célula.
Ya no puedo pastorear personalmente a la gente, pero sí puedo delegar autoridad sobre los miembros de la iglesia. Mateo 10:1 Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Es bonito orar por un enfermo y que sane, pero cuando usted tiene que
orar por cinco mil, uno por uno, es cosa seria. Y este es el precio que
tenemos que pagar los pastores que queremos que la iglesia crezca,
delegar autoridad sobre otros, que no vengan a decir el Pastor Jorge me
sanó. No, que vengan a decir que el hermano Pedro oró por mí y sané.
Tengo años de oír testimonios de sanidades maravillosas, gente con
enfermedades terminales, que son sanadas y yo ni siquiera he orado por
ellos, ni siquiera he impuesto manos sobre ellos. Son ustedes lo que
creen, porque Dios les ha dado, como Hijos de Dios, autoridad para echar
fuerza demonios, para imponer manos sobre los enfermos para que sean
sanados, para que hayan milagros Dios lo hace a través de ustedes.
A mí no me interesa que me digan que el hermano Jorge es un sanador,
porque no lo soy, el que sana es Dios nuestro Señor, pero ustedes son el
cuerpo de Cristo y ustedes tienen esa autoridad, esa unción para orar
por los enfermos. Les he contado de aquel capitán del ejército que se
convirtió en la iglesia hace muchos años. Recién convertido estaba en su
casa en la noche, su esposa gravemente enferma y alcanzó a decirle,
úngeme con aceite porque así hacen allá en la iglesia. Se levantó, medio
dormido, fue a traer el aceite, la ungió y la señora se sanó, se durmió
perfectamente bien y al otro día le dijo que estaba sana, pero
matándose de la risa. Y ¿por qué te ríes? Es que me ungiste con champú.
Mire hermano, no sé si es aceite, si es champú, si es lodo, lo que sea.
Agarre la varilla de aceite de carro si quiere, échele aceite al enfermo
pero va a sanar porque es la fe en Dios nuestro Señor la que hace la
obra maravillosa de sanidades, de transformaciones, eso es lo que hace
Dios nuestro Señor.
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