martes, 29 de octubre de 2013

MENOS PROMESAS, MAS ACCIONES

Por alguna extraña razón nosotros los cristianos tenemos la tendencia a prometer cosas a Dios, siempre que necesitamos su ayuda utilizamos cómo canal para una respuesta una promesa.
Vale tener claro que Dios no nos exige que hagamos promesas a Él, sin embargo nosotros insistimos en hacerle promesas que al final no terminamos cumpliendo.
A veces pienso que Dios ya no toma enserio muchas de las promesas que nosotros le hacemos. Pero la realidad es que aunque no nos parezca Dios sí toma muy en cuenta las promesas que le hacemos, porque en el leguaje de Dios no existe la mentira, porque Él no miente, Él es la Verdad, por lo tanto cuando tú prometes algo a Dios él lo toma muy enserio.
La Biblia dice:

“Si le haces una promesa a Dios, no te tardes en cumplirla, porque a Dios no le gusta la gente tonta que no cumple. Recuerda que «vale más no prometer, que prometer y no cumplir».”

Eclesiastés 5:4-5 (Traducción en lenguaje actual)
Considero que para Dios es muy importante lo que le prometes, lo toma como cierto y espera que lo cumplas, sin embargo el escritor de este pasaje bíblico nos aconseja que es mejor no prometer en lugar de prometer y no cumplir.
¿Qué tal si un día Dios te da una promesa seria para tu vida?, estoy seguro que tu la tomas como verdadera y solo estás esperando a que se cumpla, y es que queremos que Dios nos responda las promesas que un día nos hizo, pero no hacemos nada por cumplir las promesas que nosotros le hemos hecho.
¿Qué tal si un día Dios decidiera (En un cuadro irreal) cumplir las promesas a tu vida hasta que tu cumplieras las que le has hecho a Él?, considero que todos estaríamos perdidos, porque estamos tan endeudados con Dios con las promesas que hacemos y no cumplimos.
Quizá tú prometiste dejar de practicar ese pecado que tanta vergüenza trae a tu vida, sin embargo no lo has dejado de practicar, quizá prometiste comenzar a orar cada día más, sin embargo no has cumplido, quizá prometiste al Señor servirle con todo tu corazón y ahora ni siquiera quieres mover un dedo para servir, quizá prometiste volver a empezar en tu amor hacia Dios y sin embargo no has cumplido y cómo esa llevas cientos de promesas que solo quedaron allí, en promesas.
¡Dios ya no quiere más promesas!, de hecho ¡Ni siquiera te obliga a que le hagas promesas!, Él simplemente quiere ACCIONES, lejos de prometer comienza a ACCIONAR.
Que tus acciones hablen más que tus palabras, que lo que hagas sea mejor que las promesas que puedas decir.
Dios no exige de ti promesas, pero si anhela ver en ti un cambio que solo puede ser comprobado por las acciones que realices y no por las bellas palabras que puedas pronunciar.
Hoy te invito a dejar de prometer cosas que no vas a cumplir, en su lugar comienza a hacer aquellas cosas que te gustarían prometer pues estoy seguro que Dios se agradará más de tu buen accionar que de tus buenas y lindas promesas sin cumplir.

¡Acciones y no promesas, eso es lo que Dios quiere de ti!

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