La Escatología es la parte de la religión y de la teología que trata acerca del fin del mundo y de la vida individual.
El término proviene del griego ésjatos: ‘último’ y logos: ‘estudio’. Es decir, trata de los ésjata, o realidades últimas. Ampliando esta definición se puede decir que la escatología es también el tratado de las esperanzas últimas de una religión o sistema filosófico.
Algunas definiciones más complementarias lo conceptualizan de esta manera:
Es la doctrina de las cosas últimas del mundo y del hombre. Las cosas últimas son la muerte, el juicio final, el infierno y la gloria o cielo (según el Lexicón alemán).
Es el estudio teológico de las realidades últimas, es decir, posteriores a la vida terrenal del hombre y a la historia humana (según el P. Cándido Pozo).
Es la reflexión creyente sobre el futuro de la promesa, aguardado por la esperanza cristiana (según J. R. de la Peña).
En español, la escatología significa dos cosas completamente diferentes: el ‘conjunto de creencias referentes al fin de los tiempos’ (de ésjatos: ‘último’) y también el ‘estudio del excremento’ (de skatós: ‘excremento’). Para los ingleses, nuestro sonido j se escribe como una h o más claramente como una kh, como en Akhenaton (nuestro Ajenatón), Khakasia (Jakasia), Kharkov (Járkov), Khartum (Jartum) o Khuzestan (Juzestán). Sin embargo, el idioma español trasliteró involuntariamente dos fonemas distintos (la k y la kh inglesa) con la misma letra (c), por lo que los dos conceptos distintos quedaron homónimos.
Es notable la aclaración que hace el escritor y sacerdote católico Leonardo Castellani:
Esjatológico: ¿por qué escatológico con jota? Porque así debe ser. Hay dos palabras morfológicamente parecidas en español: “escatológico”, que significa pornográfico —de scatós, término griego que significa ‘excremento’— y “esjatológico”, que significa ‘noticia de lo último’ —de ésjaton, ‘lo último’— las cuales son confundidas hoy día, por descuido o posdescuido o ignorancia o periodismo, incluso en los diccionarios (Espasa, Julio Casares); de modo que risueñamente el apóstol San Juan resulta un escritor ¡pornográfico o excremental! Yo hago buen uso; si el buen uso se restaura, mejor, si no, paciencia. Poco cuidado con nuestra lengua se tiene hoy día.
Para un estudio concreto se divide en:
Escatología general o anteposhistórica (que quiere decir, antes del fin de la historia): se ocupa del destino de la humanidad y del universo.
Escatología particular o posmortuoria: se ocupa del estado del ser humano después de su muerte.
En un sentido más estricto, implica una visión lineal histórica que inicia en un momento concreto que va hacia el fin de todo lo que existe.
Artículo principal: Fin del mundo (mitología)
Hay diversas referencias escatológicas en la mitología egipcia, griega, romana y escandinava en las cuales se da más importancia al hombre que al universo, así como la existencia del juicio final, el cielo y el infierno.
Cada religión tiene su propia visión escatológica, así como en la mitología, según cómo se interprete el devenir de los tiempos.
Dentro del contenido religioso del mazdeísmo, Zoroastro describió con gran detalle la llegada del juicio final con el último enfrentamiento entre Ahura Mazda (el Bien) y Angra Mainyu (el Mal), que produciría grandes catástrofes y aceleraría la llegada de un salvador, descendiente del linaje del propio Zoroastro, quien sería el encargado de llevar a la victoria a las fuerzas del Bien.
En el juicio final se decide el destino de la humanidad y la reconciliación entre una parte de ésta y Ormuz (el Bien), que conlleva el fin del Mal.
En China, al introducir el culto al buda Maitreya también se introdujo en esta religión un componente escatológico, del cual en los tiempos futuros, decaerá de gran manera que propiciaría en regreso de Maitreya para iniciar una nueva época de paz y esperanza.
ASI ES
En el hinduismo no hay una sola escatología determinada;
Hay una escatología de los universos materiales, que se destruyen cíclicamente. Existe una destrucción parcial del universo, que sucede cada final del «día» de Brahmā (cuando este dios se duerme, al final de cada uno de sus largos «días») y existe una destrucción total de todos los universos, cuando Vishnú los «aspira» como moléculas de su respiración, al final de la vida de Brahmā (que dura exactamente 100 de sus «años»).
También hay una escatología personal, cuando el alma espiritual abandona el cuerpo material en el momento de la muerte. Recibe un juicio por parte del deva Iamarásh (el regente de la muerte), quien de acuerdo con su buen o mal karma (‘actividades’ pasadas) recibe una pena: volver a nacer en algún planeta de este universo.
Si el alma se comportó bien, irá a nacer en un planeta superior paradisíaco (el cielo o suarga), y una vez que haya «gastado» su buen karma (una vez que haya gozado lo suficiente) tiene que volver a nacer en este planeta.
Si el alma se comportó mal, irá a nacer en un planeta inferior infernal (el infierno o Patala), y una vez que haya “quemado” su mal karma (una vez que haya sufrido lo suficiente) tiene que volver a nacer en la Tierra.
En estado de sueño profundo, el alma cae a la Tierra en forma de lluvia, y si cae en tierra cultivada, entra en las plantas y queda adosada a los granos (de trigo, arroz, etc.). Si es comida por un ser humano masculino entra en sus espermatozoides y si le corresponde ser hijo o hija de ese ser humano en particular, por «azar» será el espermatozoide que fecunde al óvulo y se convertirá en un embrión.
Según las Escrituras hindúes, el alma se despierta dentro del útero materno. Los hindúes incluso creían que el útero era una parte del intestino, por lo que el feto estaba rodeado del excremento de la madre. De esta manera el alma experimenta varios meses de terribles sufrimientos, que finalmente le hacen perder la memoria y la inteligencia.
Los hindúes creen que es posible interrumpir este proceso eterno de reencarnación bajo ciertas circunstancias, como la quema del cuerpo del difunto.
En el Islam, la fe cuenta para el destino del creyente y cuando dicho creyente haya fallecido, conoce en persona a Dios y es conducido al paraíso, no sin antes recorrer el Infierno. Para los impíos, el destino es sufrir en su propia tumba hasta llegar el juicio final, donde se decidirá su suerte.
Como en el cristianismo y el judaísmo existen creencias escatológicas como la recompensa de las almas (en el Islam no existe la idea de purgatorio), el Anticristo (Al-Dajjah) y el Mesías (Madhí). Al final de los tiempos, Jesús volverá, romperá las cruces y legislará con el Madhí.
El pueblo hebreo cree que su historia ha sido dirigida por Dios Yahvé en cumplimiento a la promesa al caldeo Abraham. Por medio de eventos históricos como el Éxodo (la vuelta a la Tierra prometida desde el exilio en Egipto) o la Diáspora (el exilio provocado por la invasión romana).
Los acontecimientos del fin del mundo son similares en el judaísmo y el cristianismo (el cual es una rama de aquél): la abominación del Templo de Jerusalén, la nueva creación, el juicio final y el gobierno divino, que incluye la llegada del Mesías.
Artículo principal: Escatología cristiana
Ofrece una escatología parecida a la del judaísmo, la cual está explicada por los Evangelios del siglo I y por los teólogos posteriores..
La teología cristiana se ha ocupado mucho —especialmente durante el medievo y la Reforma— de los "novísimos" (los últimos cuatro estados del ser humano, que son muerte, juicio, infierno y gloria).
La escatología puede ser:
Escatología general:
La Parusía: el "advenimiento glorioso" o segunda venida de Jesucristo (la primera habría ocurrido entre el 6 a. C.) y el "fin de los tiempos". Antes de ese tiempo se desarrollará la Gran Tribulación, en la cual se hará prominente el papel del Anticristo.
La "resurrección de la carne": Todos resucitarán en el último día con sus cuerpos reconstituidos y perfeccionados, es decir, semejantes al de Jesucristo.
Escatología consumada: la vida eterna, ya sea en el Cielo o en el Infierno.
Escatología intermedia: muerte física y muerte espiritual (el castigo eterno del Dios Yahvé).
Purgatorio.- Donde aquellas personas que no están totalmente purificadas de sus pecados van a esta lugar a purgar sus deudas. (Creencia solamente de la religión Católica)
Pueden ser ayudadas por los vivos, ya sea por medio de la Eucristía, la penitencia, la limosna, una indulgencia plenaria, para salir del purgatorio y así entrar a la vida eterna.
De una exégesis de la Biblia tomada en su sentido gramatical podemos elaborar nueve distintos apartados escatológicos extraídos básicamente desde el libro del Apocalipsis, bien que las aportaciones desde los otros libros de la Biblia son también importantes. Los apartados son:
Muerte física. Afecta a todos: «Está establecido para los hombres que mueran una sola vez» (Heb 9:27).
Imediatamente que la persona muere, va directamente a un juicio, (particular) para después estar ya sea gozando del Paraíso, purgando sus penas en el Purgatorio o sufriendo el desamor en el Infierno.
La Segunda Venida. Es el segmento más grande, con diferencia, ya que stá situada en el fin de los tiempos (Heb 9:28).
El Anticristo. Aparecerá en los tiempos del fin (para el escritor de I Jn ya son los tiempos del fin), con doctrinas que nieguen a Cristo. (I Jn 2:18-23).
Resurrección. Cristo la enseñó con claridad y él mismo resucitó.
Los juicios. El juicio particular inmediatamente después de la muerte y el juicio final, que será universal.
En otros credos de origen cristiano (como el adventismo, los mormones, entre otros) tienen escatologías parecidas a la cristiana, por ejemplo la batalla definitiva del bien y del mal, el paraíso exclusivamente para los seguidores de ese credo en particular.
Sobre todo, los Testigos de Jehová creen que cuando el ser humano muere, nada lo sobrevive: no hay un alma eterna. La esperanza futura se basa en la resurrección la cual sucede de formas distintas, en grupos distintos:
El primero de 144.000 personas escogidas desde la época de los Apostoles resucitan en el cielo como espíritus inmortales, desde el momento del comienzo de la presencia (Parousía) de cristo en el poder del reino en 1914.
El Segundo tendrá una resurrección física en la carne, después de la intervención de Cristo y la guerra de armagedón, durante su reinado milenario, en una Tierra convertida en un paraíso.
En el caso de los inicuos, su destino es la muerte eterna.
los adventistas creen que en la segunda venida de cristo,los muertos en cristo resucitaran primero luego los que estén vivos (los escogidos)junto con los resucitados, serán arrebatados por los ángeles que se los llevara al cielo a vivir por un periodo de mil años.durante ese tiempo satanás sera encadenado simbólicamente pues no tendrá a nadie a quien engañar. en el cielo en este periodo los santos (los que fueron salvados)junto con cristo estarán juzgando a los impíos.al cabo de este periodo cristo con la santa ciudad descenderán del cielo para juzgar a los muertos impíos, ellos resucitaran y trataran de cercar la santa ciudad pero Dios hará descender fuego del cielo que los consumirá. y esta sera la segunda resurrección que es para muerte eterna. apocalipsis 20 1 tesalonicenses 4:13-17
A pesar de que el marxismo es una ideología netamente filosófica, posee una especie de escatología de carácter intraterreno, si se tiene en cuenta la historia de la humanidad en términos del pensamiento económico marxista en todas sus formas (esclavismo, feudalismo, mercantilismo, capitalismo, socialismo y comunismo).
En el proceso de la lucha de clases, se pretende llegar a una sociedad igualitaria en la que el pueblo asume el control (de manera benéfica) no sólo de los medios de producción, sino de todos los aspectos de la vida. Pese a ello, el marxismo como filosofía es materialista: niega toda forma de trascendencia espiritual como por ejemplo, la existencia de los dioses y del alma como un ente inmaterial que trasciende la muerte.
En los tiempos modernos, a la hora de pensar en el devenir del hombre o de la historia, no siempre es necesario hablar de escatología, según como se mire en la realidad y en las posibilidades del futuro tanto general como particular desde los contextos de la ciencia hasta los del esoterismo y la utopía; si bien se basa en los acontecimientos que ocurren en la realidad y su respuesta en el porvenir de los tiempos.
Se puede considerar escatología, por ejemplo, a la utopía del comunismo mundial (desde el punto de vista de los comunistas), la guerra nuclear total (especialmente esperada durante la guerra fría entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética en los años cincuenta) o el final del Sistema Solar (un hecho plausible que sucederá dentro de varios miles de millones de años).