domingo, 24 de octubre de 2010

CUIDEMOS A NUESTROS VECINOS Y AMIGOS

El Origen Halloween tiene su origen en un culto llamado «Samhain» de los celtas de las islas británicas. Los druidas (sacerdotes) festejaron este día en mérito del príncipe del reino de los muertos (qué es el diablo mismo). Hicieron fuegos para ahuyentar los demonios malignos. Se pensaron que los espíritus de los muertos del año pasado se iban a librar del lugar de pena donde estaban todavía presos y estaban cerca de las personas para pasar al cielo de los druidas. Además atemorizaban a la gente de no ir afuera, ya que los demonios andaban por allí y podrían ser capturados por ellos. Este día era el último día del año siempre mirando el cambio de la fase de la luna, que era algún día al principio de Noviembre del calendario actual. Los líderes católicos adoptaron el día que le sigue como el día de los difuntos o también el día de los santos y lo fijaron al día 1 de noviembre. De esta manera dejaron la fiesta, y le daban una fachada cristiana. El nombre de Halloween se compone de «hallow» = santo y «eve», «evening» = tarde, noche. Así, Halloween es la noche antes del día de los santos. Históricamente este rito se divulgo sobre todo en Inglaterra y los EEUU. En los últimos años se ha adoptado en los países que fueron antes protestantes y se habían limpiado de muchos de estos ritos anticristianos. Pero pasa como el Señor ha dicho en Mateo 12:43-45: Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla. Entonces dice: "Volveré a mi casa de donde salí".

Respuesta cristiana

Pablo dice en 2ª Corintios 6:14-15: No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?

15 ¿O qué armonía tiene Cristo con Belial (el demonio)? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo? Una y otra vez la Biblia nos advierte de no buscar o tener contacto ninguno con el mundo de los espíritus malignos.

La respuesta a Halloween es entonces muy simple: no tengas nada que ver con ello, ni tu, ni tus hijos, ni tu casa, ni tu familia, ni tus vecinos o tu amigo. En Romanos 13:12 leemos: La noche está muy avanzada, y

el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. El diablo quiere que creamos que esto es un simple juego de niños para que participemos de una fiesta dedicada a él. No te engañes amigo (a) reflexiona.

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