domingo, 28 de marzo de 2010

COMO SURGE LA SEMANA SANTA?

Esta es la pregunta del millòn para muchas personas; no se crea que es un invento del catolicismo romano ni mucho menos del protestantismo; esto no es ningùn invento, sino algo que ya està escrito en la Palabra de Dios.

Tampoco crea lo que dicen muchos pastores evangelicos, que esto es pràctica de los judìos; y si el pueblo escogido de Dios son los judios (Israel) extensivamente y por ser coherederos con Cristo tambien somos parte de ese pueblo, siempre y cuando reconozcamos que Dios es el creador y padre; Cristo es el hijo y el Espiritu Santo el renovador de toda fuerza y nuestra inspiraciòn.

Asì que les damos a conocer como surge la Semana Santa:

EXODO CAPITULO 12:

15 Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel.

16 El primer día habrá santa convocación (Lo que los catolicos romanos conocen como Domingo de Ramos), y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación( Lo que se conoce como Domingo de Resurrecciòn): ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que aderecéis lo que cada cual hubiere de comer.

17 Y guardaréis la fiesta de los ázimos, porque en aqueste mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto: por tanto guardaréis este día en vuestras generaciones por costumbre perpetua.

21 Y Moisés convocó á todos los ancianos de Israel, y díjoles: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua.


22 Y tomad un manojo de hisopo, y mojadle en la sangre que estará en una jofaina, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.

24 Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.

26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro?

27 Vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de Jehová, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió á los Egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

Asì que mis amigos ya sabemos que lo sacrificado el dìa de la pascua como lo mencionda en Antiguo Testamento no era un pescado, sino un cordero; y este cordero sacrificado representa a Cristo cuando fuè sacrificado por todos nuestros pecados.

El uso de la carne de pescado es una desviaciòn de algunas religiones, cosa que no es biblica; si usted no tiene pescado coma lo que tiene de provisiòn, si anhela un trozo de carne comalo y no se sumerja en las vagas, sutiles y mentirosas creencias de la gente de antaño, como si el viernes santo se baña " se haraà pescado".

Honremos el nombre de Dios todos los dias de nuestra vida, compartamos un poco de lo mucho que Dios nos da y vivamos en paz y armonia, muchas bendiciones para todos.

martes, 23 de marzo de 2010

LOS DONES ESPIRITUALES III

IV. TODOS LOS CRISTIANOS TIENEN DONES

Además de los dones generales (carisrnata) de la justifi¬cación y la vida eterna (Romanos 5:15-16; 6:23), cada cris¬tiano tiene cuando menos un don para servicio. Esto es lo que Pablo y Pedro declaran. Pablo dice de los miembros in¬dividuales de la iglesia: “De manera que, teniendo diferen¬tes dones, según la gracia que nos es dada” (Romanos 12:6) y añade: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7). Prosigue dicien¬do, “cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).

Dondequiera que haya cristianos ociosos en la obra del cuerpo de Cristo —la iglesia— es porque no han descubierto ni usado sus dones espirituales. No hay creyente que carezca por lo menos de un don para servicio. Esto constituye una parte de ser cristiano en el sentido del Nuevo Testamento.

Por otro lado hay que declarar que siempre que hay una tarea importante en la iglesia local sin hacerse, eso significa que alguna persona no está usando los dones que Dios le ha dado. La iglesia en general sufre hoy un serio “problema de desempleo”. No es que demasiada gente busque trabajo, sino que hay demasiado trabajo en espera de gente que lo haga. En dondequiera que se encuentra este problema, tanto la iglesia como sus miembros individuales están empobre¬cidos y raquíticos.

Una clara implicación de Romanos 12:3-8 y 1 Corintios 12:12-26 (en donde vemos los dones en e1 contexto de la vida del cuerpo), es que cada congregación local cuenta con sufi¬cientes personas con los dones necesarios para llevar a cabo todo lo que le corresponde hacer en el reino de Dios. Cada función real del cuerpo de Cristo tiene su miembro corres¬pondiente para ejecutarla, y cada miembro tiene una tarea que desempeñar.

Uno de los grandes problemas de la iglesia en todas par¬tes es que hay un gran número de creyentes cuyos dones espirituales están latentes, sin ser reconocidos, o sin ser usa¬dos. Los dones, tal como los talentos, pueden permanecer enterrados por años —listos a surgir en cuanto se manifiesten nuevas necesidades. Es tan importante descubrir y desarro¬llar los dones espirituales como los talentos naturales. La iglesia nunca llegará a estar completa ni a ser adecuada hasta que un número creciente de sus miembros desempeñen un papel más activo en la obra, por medio del uso de sus dones tan singulares y tan irreemplazables.

¿Cómo llegamos a descubrir nuestros dones espiritua¬les? Por lo general de la misma manera en que descubrimos nuestros talentos naturales: por la satisfacción que sentimos al tratar de usarlos. La persona con talento para el canto hallará placer en cantar. El que tiene talento natural de líder encontrará su realización en el liderazgo.

Nuestros dones espirituales —como los talentos— mu¬chas veces pueden ser advertidos por otra persona antes que nosotros nos demos cuenta que los poseemos. A menudo uno se siente llamado a cierta tarea, ya sea por Dios, o por algún líder de la iglesia, antes de reconocer en nosotros mis¬mos los dones espirituales necesarios para esa tarea. Estos surgen al asumir determinadas responsabilidades.

Dios ofrece los dones por su Espíritu no para esperar la admiración de los demás, ni para que la persona sea ensal¬zada, sino para ser usados. Cada don lleva consigo la respon¬sabilidad de su uso según la dirección de Dios.

El no tomar en cuenta los dones del Espíritu constituye un desprecio al Dador —cosa que ningún cristiano sincero quiere hacer. Por la iglesia, pero también para nuestra pro¬pia satisfacción en el servicio cristiano, es importante que descubramos y utilicemos los dones que el Espíritu Santo nos ha dado.

domingo, 21 de marzo de 2010

QUE SON LOS DONES II

2. Los dones para el servicio


Los dones para un servicio especial son los que general¬mente describimos como regalos o dones espirituales. Estos han causado marcado interés en los últimos años y a eso obedece que dediquemos el resto de este libro a ellos.

III. DONES Y TALENTOS PARA SERVIR

Los dones del Espíritu para el servicio son aquellas ha¬bilidades y capacidades que Dios da a su pueblo para que éste pueda servirle adecuadamente. H. Orton Wiley define así los dones espirituales: “Son los medios y los poderes divinamente ordenados, con los cuales Cristo dota a su igle¬sia para facilitarle la realización máxima de su tarea terre¬nal.”2

“Los dones del Espíritu, entonces”, escribe Wiley, “son dotaciones sobrenaturales para el servicio determinados por el tipo de servicio o el oficio que tiene que realizarse.”3

Una de las más grandes denominaciones nombró una comisión especial para estudiar la obra del Espíritu Santo. Al terminar, informó que “las carisrnata pueden definirse como dotaciones y capacidades necesarias para la edificación y el servicio de la iglesia, ofrecidos por el Espíritu Santo a sus miembros, en virtud de los cuales, son fortalecidos para utili¬zar sus dotes naturales en el servicio de la iglesia, o son provistos de nuevas habilidades o poderes para este pro¬pósito.”

Es necesario distinguir entre los dones del Espíritu San¬to y los talentos naturales o los “dones” implícitos en el carácter o la personalidad del individuo, aunque sí existe una estrecha relación entre ellos. Los dones espirituales funcio¬nan a través de las facultades naturales, porque el Espíritu Santo canaliza su poder vitalizante en los dones que nos da.

Aun cuando el Espíritu da los dones espirituales, el aprovechamiento práctico que hagamos de ellos está sujeto a su desarrollo. Es rarísimo que un don surja plenamente desarrollado. Es menester descubrir y desarrollar los dones espirituales, tal como lo hacemos con los naturales. En Romanos 12:6-8, Pablo indica que los dones deben utilizarse conscientemente “según la gracia que nos es dada... con¬forme a la medida de la fe... con liberalidad... con solicitud… y con alegría”. De la misma manera que los talentos naturales se perfeccionan y se mejoran por medio de la instrucción y la práctica, los dones espirituales ad¬quieren mayor efectividad a medida que los vamos desarro¬llando por medio del uso fiel de ellos.

Los verdaderos dones espirituales difieren de los talen¬tos naturales porque éstos últimos pueden ser desarrollados y utilizados únicamente para la satisfacción propia. Pueden ser sumamente egoístas. Los dones del Espíritu en cambio es¬tán relacionados con “la vida corporal” de la iglesia.5 Re¬presentan la contribución individual de cada cristiano a la vi¬da de la comunidad cristiana a la que pertenece.

Esto no quiere decir que los dones espirituales no sean una fuente de profunda satisfacción para el individuo. Ade¬más de que contribuyen al bien y la vida corporal de la iglesia, la mayordomía correcta de los dones espirituales tiene un efecto en quien posee los dones. El creyente que utiliza sus dones no sólo sirve de bendición a otros, sino que él mismo es bendecido.

Así como el uso de los talentos naturales es una fuente de máxima satisfacción, el descubrimiento y el uso de los dones espirituales es una fuente de abundante y profundo gozo. El corazón cristiano siente la más grande satisfacción al desarrollar sus dones, en cooperación con el Espíritu Santo para ser usado por Dios.

JOHN NEWTON


John Newton (24 de julio de 1725 - 21 de diciembre de 1807), es un autor inglés de himnos conocido sobre todo por el himno más conocido para la tradición angloparlante cristiana: "Amazing Grace" ("Sublime Gracia").

La primera parte de su vida, Newton fue comerciante de esclavos, actividad en la que se destacó por su crueldad y abyección, conductas de las que se arrepintió para convertirse en religioso protestante (llegó a clérigo anglicano) y escribir ése y muchos otros himnos. Amazing Grace es su obra mas conocida cantada por iglesias protestantes tales como la presbiteriana, la metodista y la bautista, posteriormente este himno es adoptado por la iglesia católica eso si variando y desviando la letra original. A pesar de su pasado como negrero, fue un destacado abolicionista que luchó para erradicar de Inglaterra el comercio de esclavos.

sábado, 20 de marzo de 2010

ADOREMOS SIEMPRE SU AMOR


DONES ESPIRITUALES I

¿Qué Son los Dones Espirituales?

No hay nada en el servicio práctico cristiano que sea de mayor importancia que el reconocimiento y el uso de los dones del Espíritu. Aun cuando muchos cristianos han ma¬nifestado tenerlos y los han usado a través de los siglos, sólo en años recientes la iglesia ha puesto más atención en este aspecto del ministerio del Espíritu Santo.

Como ha sucedido con otros temas doctrinales, hemos llegado a reconocer la importancia de los dones espirituales debido a las confusiones y equivocaciones que han surgido respecto a ellos. Se ha dado tal importancia a ciertos dones, hasta rayar en un franco fanatismo. Empero, hay abundan¬tes pasajes bíblicos que es menester estudiar y enseñar. Las tinieblas jamás han sido expulsadas por una paliza, sino por la entrada de la luz.

I. EL SIGNIFICADO DE CARISMATA

En el Nuevo Testamento hay una palabra que denota los dones espirituales; es carismata, de la que se deriva el adjetivo carismático. En el griego antiguo caris es la palabra que se utiliza para decir “gracia”. En el griego clásico sig¬nificaba “hermosura, encanto, atracción” y por extensión “favor, bondad”, y en el caso del recipiente, “gratitud”.

Cuando los escritores del Nuevo Testamento adoptaron la palabra caris, la emplearon para describir el amor espon¬táneo, hermoso y no merecido de Dios que obra por Cristo Jesús. Caris o “gracia” tal como dice A. M. Hunter, “signifi¬ca en primer lugar, el amor gratuito y perdonador de Dios en Cristo para los pecadores, y en segundo, implica la opera¬ción de ese amor en la vida de los cristianos.”

Carisma, nombre sustantivo en forma singular que tiene sus raíces en caris, significa literalmente “don de gra¬cia”. Representa todas las dotaciones espirituales poseídas por los creyentes en varios grados y formas. Este sentido, por supuesto, se aleja bastante del uso popular de “carisma” para describir lo encantador, lo atractivo, o lo simpático de algún personaje público o alguna estrella del cine.

Carismata, la forma plural de carisma significa “dones de gracia”. Las carismata se definen como “donaciones con¬feridas divinamente”. “Carismático” describe a personas o movimientos que manifiestan y hacen hincapié en los dones de Dios por medio de su Santo Espíritu.

Las palabras carisma y carismata ocurren 17 veces en el Nuevo Testamento, 16 veces en los escritos del apóstol Pablo y una en 1 Pedro 4:10-11. La extensión de los dones de gracia es amplísima. Se identifican 20 habilidades o dones. Debe notarse, sin embargo, que esta lista no pretende de ninguna manera ser un catálogo completo de todas las maneras con que el Santo Espíritu capacita a su pueblo.

II. CLASES DE DONES

La lista que Pablo ofrece de los dones del Espíritu puede dividirse en dos grupos: “los dones generales” y “los dones de servicio”.

1. Los dones generales

Según el uso que el Nuevo Testamento da al término, “carismático” puede aplicarse a todos los creyentes, porque hay dos carismata o dones conferidos a todos los que reciben a Cristo como su Salvador personal.

a. El primer don (carisma) es la justificación. Pablo escribió en Romanos 5:15-16: “Pero el don (carisma) no fue como la trasgresión; porque si por la trasgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don (carisma) de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.” ¡Qué regalo espiritual más precioso el que Dios nos ha dado a todos: el perdón de nuestros pecados y la reconciliación para con El!

b. El segundo don universal para los cristianos es la vida eterna. En Romanos 6:23 leemos: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva (carisma) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Estos son los dos dones indispensables. Si alguno carece de los dones de la justificación y la vida eterna, puede llamarse cristiano pero el hecho es que no pertenece a Cristo (véase Romanos 8:9). Pero Pablo menciona otros cuatro do¬nes (carismata) generales adicionales.

c. El ministerio del Apóstol mismo, primero en forma personal y después por la palabra escrita, es un don espiri¬tual. “Porque deseo veros, para comunicaros algún don (ca¬risma) espiritual, a fin de que seáis confirmados” (Roma¬nos 1:11).

d. Las manifestaciones de la misericordia de Dios para con su pueblo son dones (carismata). Con este punto de vista Pablo escribió: “Porque irrevocables son los dones (carismata) y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29).

e. Una cierta condición y circunstancia de la vida es presentada como una de las carisrnata en un don de Dios que se menciona en 1 Corintios 7:7: “Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don (carismata) de Dios, uno a la verdad de un modo, y otros de otro.”

f. La oración contestada es un don (carisma) indis¬pensable para la obra de Dios (2 Corintios 1:11).

CUIDADO CON LA APOSTASIA

La apostasía que viene

Tanto el apóstol Pablo como el apóstol Pedro advierten acerca de la apostasía que sobrevendrá en los postreros tiempos. Ambos nos dan claras señales que es preciso tener en cuenta porque ellas se están empezando a cumplir ante nuestros ojos.

Eliseo Apablaza F.

En 2ª Tesalonicenses 2:3 leemos: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá (el Señor) sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.” Aquí el apóstol está hablando acerca de la venida de nuestro Señor Jesucristo. En la época en que Pablo escribió esta epístola, parecía muy inminente la venida del Señor, y muchos estaban vendiendo sus posesiones y dejando sus trabajos.

Pablo se había referido a ello en la primera epístola a esta misma iglesia, pero al ver las medidas extremas que los hermanos estaban tomando, les hace aquí una advertencia. ¿Qué vendrá antes de que el Señor regrese? La apostasía. Y luego también, más o menos en el mismo tiempo, y como una culminación de la apostasía, se va a manifestar «el hombre de pecado, el hijo de perdición». Más abajo, en el versículo 8 y 9 dice: «aquel inicuo» ¿Quién es ése? Es el anticristo.

Por tanto, no nos extrañemos de estar comenzando a ver hoy la apostasía, porque ella es la antesala del regreso de nuestro Señor Jesucristo.

En este ambiente que tenemos aquí, en esta reunión preciosa, parece muy fuera de lugar hablar de la apostasía, porque nosotros de verdad hemos sido bendecidos; hemos sido traídos a la casa de Dios. A nosotros nos pueden sonar muy raras estas palabras. La apostasía... ¿de qué apostasía me habla, si estamos mirando al Señor, si la gloria del Señor ha descendido? Parece un tema extraño en este ambiente. Sin embargo, no lo es, si miramos el mundo cristiano de hoy en día.

La cristiandad está comenzando a vivir los días de la apostasía.

Tiempos peligrosos

En 2ª a Timoteo, capítulo 3, se nos muestra en qué consiste esta apostasía de los postreros días: «También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos». La palabra ‘peligrosos’ se puede traducir también como ‘trabajados’.

Tiempos trabajados. Es decir, tiempos donde hay que esforzarse. Tiempos cansadores. Los postreros tiempos para los cristianos serán tiempos de agotamiento, en que parece que hay un gran peso sobre el corazón que impide caminar con agilidad, con prestancia. Tiempos trabajados, porque cuesta mantener la fe, porque el gozo de la salvación pareciera que rápidamente se pierde, porque cuesta caminar en santidad, porque el ambiente está corrompido, porque el pecado ha sobreabundado.

Los cristianos de los postreros días deben saber esto: por causa de la apostasía, el amor de muchos se enfriará y será difícil caminar. Son tiempos peligrosos, agobiantes.

Intelectualmente desarrollados

En el versículo 2 se comienza a explicar por qué serán tiempos trabajados o peligrosos: «Porque habrá hombres amadores de sí mismos». Ellos son idólatras, y el principal fetiche en su idolatría son ellos mismos. Ellos tienen un altar en su corazón donde se inclinan ante su propia figura.

Luego dice: «avaros». En otra versión dice así la frase completa: «Amadores de sí mismos y del dinero». En vez de ‘avaros’ dice ‘y del dinero’. ¿Conoce a alguno de éstos usted? Puede que tengan mucho, pero no se conforman con lo que tienen. Pese a su mucho dinero, no tienen paz, no hallan descanso. El dinero es para ellos un ídolo.

También dice que son vanagloriosos. Vanagloriosos, que buscan el aplauso, que buscan aparecer ante los demás. No aceptan sufrir, les gusta el placer, aman gozar de los deleites del pecado.

«Hombres soberbios», dice luego. Éstos no se inclinan ante nadie. Los soberbios son altivos, orgullosos; son duros. Su corazón es más duro que la piedra, es como el pedernal. Tocarlos a ellos es como tocar un vidrio. Se mantienen siempre muy erguidos aunque la vida los golpee. Pueden estar derrotados, pero siguen siendo soberbios. Pueden estar al borde de la muerte, pero siguen muy erguidos. Esos son los hombres de los postreros días, tanto los vanagloriosos como los soberbios.

Luego dice más abajo: «implacables ... crueles, aborrecedores de lo bueno». Si nosotros tuviéramos que resumir en qué se parecen todos estos hombres aquí descritos, podríamos decir que son personas fuertes intelectualmente, autosuficientes, exitosas, personas que tienen una mente muy hábil. Ellos conocen las ciencias, han alcanzado altas etapas en los estudios. Ellos consideran que la fe es vana, creen que el hombre se basta a sí mismo, y que, aun si Dios existiera, no necesitarían de él.

Ellos han llenado los colegios y las universidades. Nuestros jóvenes están siendo víctimas de su incredulidad, de su altivez, de su vanidad, de su ateísmo, de su humanismo. Nuestros jóvenes y niños están recibiendo la semilla de muerte en sus mentes. Están siendo conducidos por sus filosofías extrañas y huecas sutilezas: la Nueva Era, el humanismo, las filosofías orientales.

¡Oh, es una pesada carga soportarlos a ellos con su pedantería! Son impíos. Se burlan de los que creen, de los que esperan en Dios. Ellos son los burladores que dicen: «Desde el principio de la Creación las cosas han sido igual. ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?» –refiriéndose a Cristo. Ellos se ríen, se burlan. Tienen teorías para explicar todas las cosas; con su vana palabrería envuelven a los incautos para hacer creer que sus teorías son válidas, que sus demostraciones están comprobadas, que sus asertos son correctos. ¡Oh, la vanamente llamada ciencia, que ha vuelto engreídos a los hombres, como si sus principios fueran irrefutables! Son los adoradores de la ciencia.

Son los intelectualmente desarrollados. También están éstos en los ambientes cristianos. Son los teólogos, los doctores de la ley, que se llenan la mente con teorías, tratando de explicar lo inexplicable. Son los que tratan con una mente finita de entender a un Dios infinito. Y están diseminados por toda la cristiandad. Escriben gruesos libros, y tienen cátedra en los principales lugares de instrucción religiosa.

Tal vez a todo este grupo lo podemos resumir bajo esta característica: tienen un alma desarrollada, una mente fuerte. Ellos no creen a la Palabra, no le creen al Señor. Conocen muchas cosas acerca de Dios, pero no conocen a Dios. Conocen muchas cosas acerca de Jesús; sin embargo, se dan el vano lujo de dudar de su deidad, de su resurrección, de su nacimiento virginal, de sus milagros. Ellos ostentan la vanidad de poner en duda las sanas palabras de Dios reveladas en las Escrituras.

Tenemos que denunciarlo: la apostasía ya está llegando. Estamos viéndonos rodeados de ella.

Una invasión de sensualidad

Pero también otra gran característica de la apostasía que se está manifestando consiste en una expresión de sensualidad, de lascivia, de concupiscencia. Esta es otra caterva de falsos maestros que introducen herejías destructoras. En 2 Pedro 2:2 dice: «Y muchos seguirán sus disoluciones». Es decir, sus prácticas lascivas. En el verso 3 dice «Y por avaricia –de nuevo la avaricia– harán mercadería de vosotros». ¿Conoce usted a alguno de éstos? Si no los conoce, los conocerá muy luego. Hombres que, por avaricia, harán mercadería de los cristianos. Muchos han descubierto que los cristianos son un poder adquisitivo considerable. Los cristianos pueden comprar muchos libros, pueden comprar mucha música, los cristianos necesitan viajar. Entonces, hay librerías que hacen negocio con los cristianos, hay músicos que hacen negocio con los cristianos, hay empresas ‘cristianas’ que hacen negocio de los cristianos.

Mercadería, tráfico, comercio. «Sobre los tales» –dice la palabra inspirada– “ya de largo tiempo la condenación no se tarda y su perdición no se duerme». Hermanos: ¿saben ustedes cuánto dinero se puede recoger en un estadio lleno de cristianos pagando su entrada? ... ¡Oh, pero no quiero decir más de eso! ... ¡No quiero decir más de eso! ¿Cuánto dinero puede ganar un escritor si escribe un libro que se vende por millones? ... «Harán mercadería de vosotros». ¿Sabía usted que hay libros que se escriben no porque Dios haya dicho una palabra para su pueblo, sino porque la industria editorial lo necesita? Entonces los escritores cristianos forman grupos de trabajo y escriben el libro en el más breve plazo.

«Por avaricia harán mercadería de vosotros». Sin embargo, sobre ellos «la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme».

Dios no perdonó

Luego dice que Dios no perdonó a los ángeles que pecaron. Los ángeles estaban muy cerca de Dios, rodeaban su trono, eran perfectos y hermosos, alababan a Dios con melodías preciosas. Pero cuando los ángeles pecaron, dice en el verso 4, ¿qué hizo Dios con ellos?: «...arrojándolos al infierno, los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio». Los ángeles que pecaron fueron condenados a prisiones de oscuridad.

En los días de Noé, ¿qué pasó? Verso 5: «Dios no perdonó». Dios no perdonó al mundo antiguo en los días de Noé. Por eso trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. No perdonó al mundo antiguo, no perdonó a los ángeles. ¿A quiénes tampoco perdonó? En el verso 6: «No perdonó a Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente».

Podemos hacernos la siguiente pregunta: El Dios que no perdonó a los ángeles, ni tampoco al mundo antiguo, ni perdonó a Sodoma y Gomorra, ¿perdonará al mundo actual, a la cristiandad apóstata? ¿La perdonará? El verso 9 dice: «Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio». Estas dos cosas Dios las sabe hacer muy bien. Lo ha hecho en el pasado, lo hará en el futuro, y lo hace en el presente también.

¿En cuál lado estamos nosotros? ¿En el de los piadosos o en el de los injustos? Si estás en el de los piadosos, entonces el Señor sabrá librarte de la tentación. Sabemos lo que es cuando el Señor libra de una tentación. Tu pie ya resbalaba, y el Señor te cogió. Tu boca ya se apresuraba para caer, para proferir maldición y mentira, y el Señor te la cerró. Tu corazón amenazaba con extraviarse en pos de los ídolos, y el Señor te retuvo. Tu pie ya se iba por la senda del mal y sentiste que alguien te tiraba la rienda. ¡Ese es nuestro Dios, que sabe librar de tentación a los piadosos!

Pero él reserva ... Mire, la palabra ‘reserva’, ¿qué significa? Es como que él los aparta. Les dice: «Quédense aquí un rato. Aquí esperen. Todavía no, pero esperen». «Los reserva para ser castigados en el día del juicio».

Esta clase de gente que se está introduciendo en la cristiandad, son gente de conducta nefanda. «Abrumado por la nefanda conducta de los malvados». Esa palabra ‘nefanda’... Es la conducta depravada de los malvados allí en Sodoma y Gomorra.

Nosotros no tenemos que escandalizarnos de estas cosas, porque Sodoma y Gomorra están a nuestro alrededor hoy día.

Algunos ejemplos

Hace poco en Estados Unidos, la Corte Suprema de Justicia, decidió anular dos normas que ponían restricciones a la pornografía infantil en Internet. La Corte Suprema de Estados Unidos está posibilitando de esta manera que la gente pervertida explote sexualmente a los niños y las imágenes de esas perversiones aparezcan en Internet. ¡Por seis votos contra tres! ¡Hay seis hombres allí que pagarán por su pecado! «De largo tiempo su condenación no se tarda y su perdición no se duerme».

Recientemente tres jueces echaron por tierra la posibilidad de bloquear en las Bibliotecas Públicas el acceso a la pornografía en Internet. Es decir, cualquier niño norteamericano podrá, desde la Biblioteca de su pueblo, acceder a Internet y ver allí lo que quiera. Ha aparecido también un libro escrito por Judith Levin, en que ella defiende los «derechos sexuales» de los niños. Se inspira en la legislación de Holanda, donde el año 90, el Parlamento legalizó el sexo entre adultos y niños desde los doce años de edad, «siempre y cuando haya un consentimiento mutuo». ¿Qué creen ustedes que está pasando a partir de esta legislación? ¿Qué creen ustedes que ocurrirá con estos libros que se están publicando?

La relajación de muchos cristianos

Nos llegó una noticia sobre un evangelista norteamericano. Se divorció por segunda vez. Él dijo que la anulación de su matrimonio surgió «como consecuencia de los acontecimientos que ocurrieron antes del matrimonio y de una situación más allá de su control, y que no había cuestiones morales implicadas en el asunto». Y agregó que, a pesar de los problemas personales, su ministerio era muy exitoso, que en enero había «disfrutado» una cruzada, la más grande en la historia de su ministerio, una campaña de cinco días donde asistieron unas 30.000 personas y donde unas 15.000 personas aceptaron al Señor. (Sin comentarios).

A Anne Graham, una predicadora, hija de Billy Graham, se le ocurrió predicar contra el pecado en una congregación norteamericana, y específicamente denunció la homosexualidad como un pecado. Dijo que los ataques del 11 de septiembre eran un mensaje de Dios para Estados Unidos y que había que arrepentirse. Cuando estaba hablando esto, del coro que estaba detrás, se pararon ocho de los veinte integrantes, y salieron del lugar en un gesto de protesta por lo que ella estaba diciendo. Al día siguiente, Anne Graham recibió críticas en el diario local.

¡La apostasía ya viene!

«Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar», -dice el verso 14 del capítulo 2- «seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición. Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad».

El camino de Balaam ... Y Judas agrega: “El camino de Caín... el error de Balaam... la contradicción de Coré.”

El evangelicalismo posmoderno: Una denuncia

El Señor Jesús no vendrá sin que antes se manifieste la apostasía, y el hombre de pecado, el inicuo. No hay oraciones que puedan detener la maldad, porque el pueblo de Dios se ha olvidado de orar, de interceder, de clamar, de gemir. El pueblo de Dios está ‘de fiesta’. No tiene tiempo para la Palabra, ni para la oración, ni para el ayuno. No tiene tiempo para sentirse abrumado “por la nefanda conducta de los malvados”, como Lot.

Tengo aquí un documento. Voy a leer algunas partes. Ha sido publicado por la agencia de Noticias ICPress, de España. Es parte de una ponencia que hizo César Henríquez, en una convención en Venezuela hace un tiempo. Este hermano hace una denuncia: «Las iglesias cristianas están cayendo en las redes de la ‘posmodernidad’.

“La posmodernidad, esta cultura humanista, esta influencia mundana se está metiendo -dice él- en las iglesias evangélicas”. Henríquez es evangélico, y él dice esto de las iglesias evangélicas. Echa de menos los primeros tiempos cuando los cristianos «se reunían como iglesia para celebrar y vivir la fe de Jesucristo», en torno a Jesucristo. La reunión de la iglesia -dice él- en los primeros tiempos, en torno a Jesucristo, «orientaba su razón de ser, y era a la vez como un termómetro que permitía medir la fe de la iglesia». Pero ¿qué pasa ahora -dice- en la posmodernidad? En estos últimos diez años -dice- se han introducido cambios rápidos «en las rígidas liturgias anteriores», y se ha instalado un modelo de culto, que «ha uniformado a las iglesias de las diversas tradiciones». Antes era posible distinguir lo que era una iglesia tradicional de una iglesia de corte pentecostal, donde había mucha algarabía. Ahora -dice- se está globalizando todas las iglesias evangélicas en esto, en sus cultos. Desde los días de la llamada ‘renovación de la alabanza’, el culto «ha adquirido características de espectáculo y entretenimiento» ... «La sociedad posmoderna ha dejado atrás la cultura de la palabra y ha abrazado la cultura de la imagen» ... «Las megaiglesias posmodernas prefieren utilizar salas de cinematógrafos, donde tienen facilidades técnicas que requiere el espectáculo, utilizan músicos profesionales, juegos de luces, butacas cómodas» ... «El sermón ha dejado de ser el centro del culto, sustituido por la música y el canto».

Esa es una característica de la iglesia posmoderna: ha sustituido la palabra de Dios por la música y el canto.

«Otra característica -dice él- es la catarsis emocional» ... «Absolutiza los sentimientos. Las grandes concentraciones no son motivadas por ideas o proyectos, sino por la búsqueda de sensaciones colectivas. La alabanza, que ahora ocupa el 70% del tiempo del culto, se convierte en espacio de psicoterapia espiritual» ... «La espiritualidad se confunde con la emoción y la evasión de la realidad» ... «La Biblia se subordina a la experiencia. Esta producción y búsqueda de sensaciones y emociones puede ayudar a sentirse bien en el momento, pero no tiene ningún tipo de trascendencia en la vida» –agrega.

«Y una tercera característica –dice este hermano– se expresa con la palabra inglesa de moda: ‘light’, que significa ligero, frívolo, liviano. La cultura ‘light’ de la posmodernidad expropia los contenidos fundamentales de las cosas, dejándolas en una vaciedad, repleta de incoherencias y provoca una vida sin compromisos ni complicaciones».

Cristianos que no se comprometen, ni se complican la vida. Ellos asisten a un show, a un espectáculo con mucha música, luces, colores, y una buena animación desde el frente, con una persona carismática que haga conmover las multitudes.

Sigo leyendo: «En esta cultura, el culto se vacía de sus contenidos fundamentales, para que pueda ser aceptado fácilmente. El evangelio se presenta como un producto que debe ser ofrecido en un formato que no espante a la clientela. Debe ser atractivo y llamativo, y vaciarse de todo aquello que signifique compromiso, sacrificio, esfuerzo y entrega.»

Primero, reemplaza la Palabra por la música y el canto. Luego, la vida cristiana se vacía de espiritualidad para transformarse en un ir y venir de emociones, en una búsqueda de sensaciones para llenar un momento, nada más. Y la tercera característica, es una iglesia ‘light’, que no se compromete. El evangelio es un producto: ofertas, bienestar, felicidad. No hay demandas, no hay compromiso, no hay cruz.

Luego, el hermano Henríquez hace un llamado. Dice: «Estamos obligados por el evangelio de Jesucristo a celebrar cultos proféticos ...» (¡proféticos!, que digan la verdad, que traigan la luz de Dios, que denuncien la mentira y la falsedad, que anuncien los juicios que van a venir) «... en el sentido de denunciar todo aquello que atenta contra la lógica del reino de Dios y a anunciar las posibilidades que Dios nos ofrece para ser instrumentos transformados para transformar». Y concluye: «Para que la propuesta salvadora del reino de Dios sea atractiva, no tenemos que trivializarla y exhibirla como producto, sino profundizarla, encarnarla con todas sus implicaciones y sus riesgos.» Hasta aquí la cita.

La vida cristiana es una vida de implicaciones, de compromisos, de riesgos, de cruz, de sufrimientos. No es vanidad, no es una cosa que toca la epidermis, los sentimientos y las emociones. La palabra de Dios penetra hasta partir el alma y el espíritu. La vida de Cristo vino para meterse dentro de nosotros. No para llenar un momento, un buen rato, para evadirnos momentáneamente de los problemas. ¿Esto que describe Henríquez es una excepción, o es la norma? Véalo usted mismo a su alrededor.

Esta es la apostasía que viene.

Acuérdate de Jesucristo

Hay una palabra en 2ª Timoteo 2:8-10, con la que iremos terminando. La primera frase que aparece en este versículo es: «Acuérdate de Jesucristo».

Hermanos, ¿está clara la frase? «Acuérdate de Jesucristo...». Sigamos leyendo: «... del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor, mas la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna».

2ª de Timoteo –ya sabemos– fue escrita en tiempos de apostasía. Pablo había sido dejado solo, le habían abandonado todos los de Asia, y en ese momento su corazón está afligido. ¡Si hemos leído esta epístola con detenimiento podemos percibir que su corazón está afligido! Le dice a Timoteo, su hijo amado en la fe: «Acuérdate de Jesucristo». Cuando todos le olvidan, cuando todos le han vuelto la espalda, cuando la iglesia se ha quedado sin Cristo, sin cruz; cuando surgen los Demas que aman al mundo, entonces él dice: «Acuérdate de Jesucristo... resucitado de los muertos conforme a mi evangelio».

Cristiandad, iglesia: ¡Cristo está vivo! ¡No lo ignoremos! ¡No tengamos sólo un slogan con su nombre! ¡No leamos sólo un versículo con su nombre! ¡Él ha resucitado de entre los muertos, y él está aquí! ¡Él debe gobernar la vida de la iglesia, él debe ser el centro de atracción, el motivo de las reuniones! ¡Cristo, y sólo Cristo tiene el primer lugar, Él es nuestro primer amor!

Parece tan raro que Pablo le diga: «Acuérdate de Jesucristo, resucitado de los muertos», como si Timoteo no lo hubiese sabido. Pero era necesario recordarle: «Timoteo, Jesucristo ha resucitado de entre los muertos. No te olvides de eso. Por él sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor». Pablo sufre penalidades, hasta prisiones. ¿Se han olvidado de eso los cristianos? ¿La iglesia de hoy es una iglesia sufriente o es una iglesia contemporizadora, una iglesia que se confabula con el pecado, que pasa de fiesta en fiesta, una viuda que se ha olvidado de sus vestidos de viudez? ¿Es la iglesia una mujer que se sienta como reina, como aquella Babilonia de Apocalipsis? (Ap.18:7).

No, la iglesia hoy sigue siendo como una viuda en la tierra. Su Amado está lejos. Lo único que ella quiere es el reencuentro con él. Si hay algo que la alegra es el recuerdo de su persona. ¿Qué es lo que nos alegra a nosotros? ¿Cuántos se han reunido hoy a partir el pan? ¿Es para ti una pesada carga acercarte a la mesa? ¿Es la reunión del partimiento del pan algo que se puede reemplazar por otra cosa? ¿Saben lo que significa el partimiento del pan? Es una reunión para esto: para acordarse de Jesucristo.

Iglesia, ¡acuérdate de Jesucristo! Acuérdate de sus dolores en la cruz, de su sufrimiento en Nazaret, de su humillación, de su rechazamiento.

Participando de su rechazamiento

«Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuereis del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece» (Juan 15:18-19).

Esta frase es una rareza hoy, porque los cristianos se codean con los políticos, los cristianos hacen fuerza para cambiar las leyes de los países, los cristianos aparecen en los escenarios con los gobernantes, los grandes predicadores han vendido de alguna manera el testimonio de Cristo por causa de la honra humana. Los cristianos están perdiendo el sabor, la sal se está desvaneciendo. «A mí me aborreció el mundo, a vosotros os aborrecerán», dijo el Señor. «A mí me han perseguido, a vosotros os perseguirán».

Les hago una pregunta: Si Cristo fue rechazado y los cristianos de hoy son aceptados, ¿quién está mal? ¡Alguien está mal! ¿Estará Cristo mal? ¿Debió haberse hecho amigo de Pilato para escapar de la muerte? ¿O haberse congraciado con Herodes para no morir? Cristo está siendo olvidado en los propios ambientes cristianos.

Acordémonos de Jesucristo, nacido en Belén en un establo, criado como un niño pobre en Nazaret, ayudándole a su padre en las labores de su carpintería. Acordémonos de su bautismo en el Jordán, de la sencillez de su vida. No tenía dónde recostar la cabeza. Y su caminar por los caminos de Galilea, desconocido, anónimo, rehuyendo la popularidad. Recordémoslo viajando a Jerusalén la ciudad amada, la ciudad del gran Rey, que le rechazó, que le crucificó, que le humilló, y por la cual lloró.

Acordémonos de Jesucristo en el sepulcro, acordémonos de Jesucristo apareciéndose a esas mujeres el primer día de resurrección. Acordémonos de Jesucristo quien restaura a Pedro, y les dice a las mujeres que vayan a Galilea porque allí le verían. Recordemos a Jesucristo dándoles de comer a los discípulos a orillas de aquel mar, diciéndole a Pedro «¿me amas?”. Acordémonos de Jesucristo siendo rechazado.

No, el camino de los cristianos nunca será diferente, nunca será un camino de rosas. ¡No hay tal cosa como un cristianismo ‘light’! El cristianismo tiene cruz. La cruz donde el mundo me es crucificado a mí y yo soy crucificado al mundo, la cruz que hace separación entre los muertos y los que viven, la cruz que me ha despojado a mí de mi viejo hombre, la cruz que nos ha trasladado de muerte a vida.

Un cristianismo sin cruz es un cristianismo apóstata.

Hagamos preparativos

Hagamos preparativos para esperar al Señor, y no nos descuidemos, que la apostasía ya viene. El Señor nos libre de las oleadas de inmundicia, de perversión, y de incredulidad que sobrevendrán, y nos preserve sin mancha para el día de su gloriosa manifestación. Amén.

PARA SU GLORIA


jueves, 18 de marzo de 2010

CONOCIENDO LA IGLESIA PRIMITIVA I

III. PEDRO Y JUAN (capítulo 3)


1. A la Puerta del Templo (3:1-11)

a. Un hombre cojo (3:1-3). Pedro y Juan iban al Templo para la hora de oración a las tres de la tarde. Junto a la puerta la Hermosa-en el lado este-vieron a un mendigo, cojo de nacimiento, a quien ponían cada día en este lugar para pedir limosna de los que entraban en el Templo. Desde allí habló a los dos apóstoles.

b. Levántate y anda (3:4-11). Las esperanzas del hombre fueron estimuladas cuando Pedro dijo: "Miranos." Pero pronto fueron destruidas por su siguiente de­claración: "No tengo plata ni oro." El apóstol tenía algo más que el oro-Dios. "En el nombre de Jesucristo de Nazaret," mandó al cojo, "levántate y anda" (v. 6).

Lo que Pedro dio al hombre era mucho mejor que el dinero; era la capacidad de ganar su propio sostén. El trabajo es una de las bendiciones más reales para la humanidad-física, psicológica, mental, moral, social, y espiritualmente. Nuestros hospitales, instituciones mentales y prisiones estarían aún más llenos de gente de lo que están si no fuera por el valor terapéutico del trabajo.

Sanado por el poder de Dios, el cojo respondió in­mediatamente al desafío de Pedro. "Saltando" (v. 8) - la palabra griega se encuentra solamente aquí en el Nuevo Testamento-el hombre "se puso en pie," por primera vez en su vida. Pero no se detuvo allí. Comenzó a andar y continuó andando (tiempo imperfecto). Con los dos apóstoles entró en el templo, "andando, y saltando, y alabando a Dios." ¿Quién tenía más derecho de hacer­lo? Tenía que compensar por el tiempo que había per­dido.

Mientras el hombre "tenía asidos a Pedro y a Juan"-su alegría exuberante no tenía límites-pronto se reu­nió en el Pórtico de Salomón una multitud. Este era un pasillo largo cubierto, como corredor que pasaba por el lado interior de la pared este del templo (que cubría co­mo diez hectáreas).

2. Pedro Respondió al Pueblo (3:12-26)

a. Vosotros negasteis al Santo (3:12-18). Pedro no era de los que pierden la oportunidad ofrecida por una audiencia ya reunida. Su personalidad impulsiva, ahora llena del Espíritu, sería propia para la ocasión. Por se­gunda vez (véase 2:14) predicó a un gentío excitado que se había reunido de repente.

Su introducción fue al principio otra vez en sentido negativo: "¿Por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?" (v. 12) No, no fue de nosotros, mas Cristo: "Y por fe en su nombre. le ha confirmado su nombre; y. ha dado a éste esta completa sanidad" (v. 16). Fue aquel nombre que Pedro invocó cuando mandó al cojo que se levantara (v. 6).

Y otra vez (véase 2:23) -con más vehemencia y con más énfasis-acusó a estos "varones israelitas" (v. 12) de haber matado a su Mesías. Su verdadero crimen fue que "negasteis al Santo" (v. 14). Notemos el contraste sorprendente: "Mas vosotros negasteis al Santo y al Jus­to, y pedisteis que se os diese un homicida." Prefirieron a Barrabás-un sedicionista que odiaba y mataba-antes que a Jesús, el que sanaba a los enfermos, daba vista a los ciegos, hacía a los cojos andar, limpiaba leprosos, le­vantaba muertos, echaba fuera demonios, y predicaba un mensaje de amor a los pobres. No solamente eso, pero era el Autor de la vida. - ¡Increíble que los hombres hi­cieran tal escogimiento!-decimos. Pero eso es exacta­mente lo que hace cada pecador cuando abraza el pecado que le traerá la muerte eterna y rechaza al Jesús tierno y manso, el único que puede dar la vida eterna.

b. Arrepentíos y convertíos (3:19-26). La conver­sión verdadera siempre está precedida por el arrepenti­miento. Esta se menciona una y otra vez en los Evange­lios y en los Hechos. A los que se arrepienten Dios enviará a Jesucristo" (v. 20).

La frase, "los tiempos de la restauración de todas las cosas" (v. 21), ha sido aceptada con ardor por los que enseñan el universalismo absoluto, es decir, que todos los hombres, no importa cuán malos al tiempo de su muerte, serán al fin salvos. Pero esta frase está clara­mente restringida por el modificador que sigue: "que ha­bló Dios por boca de sus santos profetas." Y en ninguna parte del Antiguo Testamento se enseña la salvación uni­versal. Se provee para todos y está disponible a todos. Pero nunca se declara que será aceptada por todos.

La cita en el versículo 22 (de Deuteronomio 18:15) se encuentra otra vez en la oración de Esteban (7:37). Aplicándose primeramente a Josué, el sucesor de Moisés como líder de Israel, apuntaba por siglos a Cristo, el Me­sías. Esto es lo que se llama el "principio telescópico de la profecía"-que muchas profecías tienen un cumpli­miento parcial en la situación del Antiguo Testamento y un cumplimiento completo y final en Cristo.

PREGUNTAS

1. ¿Por qué mandó Jesús a sus discípulos que es­peraran?

2. ¿Cuál es la relación entre la santidad y las mi­siones?

3. ¿Cuáles son las tres divisiones de los Hechos?

4. ¿Qué sucedió en el Día de Pentecostés?

5. Describa el compañerismo en la Iglesia Primi­tiva.

6. ¿Qué pasó después de la sanidad del cojo?

continuarà en "No hay otro nombre"
SERIE APOSTASIA


"UNO SOLO ES EL MAESTRO"

Hoy en día es igual y mayor aún, la circunstancia, porque así leemos en Mateo 24:24"PORQUE SE LEVANTARÁN FALSOS CRISTOS, Y FALSOS PROFETAS, Y HARAN GRANDES SEÑALES Y PRODIGIOS, QUE ENGAÑARÁN SI FUERE POSIBLE, AÚN A LOS ESCOGIDOS"y agrega, en el vers.25. Ya os lo he dicho antes, y no es simplemente un recordatorio, cuándo el Señor dice así, se refiere, a decir, si les pasa es porque hicieron caso omiso a mis palabras. Si fueron engañados, no fue no porque no fueron avisados.

"AY DE VOSOTROS FARISEOS", los hubo en la antigüedad, los hay hoy.

Las palabras del Cap. 23, constituyen su más severa denuncia, iban dirigidas contra los dirigentes religiosos, y los falsos maestros, que habían rechazado la palabra de Dios, en sus verdaderos profetas, e inclusive las de Jesús mismo, y las habían reemplazado, con sus propias ideas e interpretaciones.

Debe notarse el Espiritu de Jesús. No es el Espiritu tolerante acomodaticio, de alguien que no se interesa por la fidelidad a Dios y a su palabra, Cristo no fue, un predicador débil, que toleraba el pecado. El se enojó con el mal, y denunció el pecado y la corrupción, de los que ocupaban altas posiciones, y de los que encubiertamente, hacían penetrar en el pueblo de Dios herejías encubiertas 2 Pedro 2:1.

El Espiritu Santo, repetidamente en las escrituras advierte que habrá falsos maestros y dirigentes dentro y fuera de las iglesias, que introducen herejías entre el pueblo, desvían de la verdadera adoración a Dios, para en definitiva llevar al pueblo a la adoración de si mismos.

Niegan al Señor, no porque no hablan de El, al contrario lo usan como pantalla, pero en realidad, no buscan honrar al Señor, sino que sus seguidores lo honren a ellos mismos.

Abandonaron el camino recto, y extraviándose, hicieron extraviar a otros, se volvieron fuentes sin aguas, (cisternas rotas) Jeremías 2: 13.

En un tiempo habían escapado de la maldad del mundo por medio de Jesucristo, pero ahora Estaban enredados en el pecado.

Los falsos maestros pervierten el Evangelio Divino, por varias razones, una por ganancias deshonestas, y por vanagloria, a veces es por las dos razones, y otras por alguna de las dos, pero ambas son pervertidas, y conllevan el mismo pecado.

Como estos ministros profanan la verdad de Dios, corrompen al pueblo de Dios, ofreciéndoles historias, y mandamientos inventados por ellos mismos, y luego dicen: Dijo Jehová, y Jehová nada dijo: Ezequiel 13: 7, y en Jeremías 23: 21- 40.

De esta manera lo único que buscan, es tener señorío sobre el pueblo, no aman las almas, solo se aman a si mismos, buscan su propio reino, y que los hombres les digan "Rabí, Rabí" (maestros), ciegos guías de ciegos.

El amor de Jesús por la palabra inspirada de Dios, las escrituras, hacía denunciar a los que las distorsionaban, El empleaba palabras como "HIPÓCRITAS" Ves.15 de Mateo 24,

"GUIAS DE CIEGOS" Ves.16, "INCENSATOS"Ves.17,"SEPULCROS BLANQUEADOS"vers.27, "LLENOS DE INIQUIDAD", Vers. 28, y asesinos. Estas palabras severas y condenatorias, las pronunció, mostrando que se puede ser manso, pero a la vez terminante, con aquellos, que persisten en el error, y que dicen servir a Dios, cuando no sirven a Dios sino al mismo diablo.

Son religiosos profesionales, que parecen espirituales, tienen apariencia de piedad, pero en los hechos niegan la eficacia de la misma, son injustos, revestidos con un manto de justicia y santidad falsa,Vers.14, 25-27.

Hablan bien de los dirigentes del pasado, pero no siguen ni sus costumbres, ni su consagración a Dios, ni a su Evangelio, ni a su justicia y misericordia, y menos que menos a Nuestro Señor Jesucristo.

La Biblia ordena que nos cuidemos de esos falsos dirigentes que buscan ser llamados "Rabí" (maestros), (o dirigentes), (Mateo 7:15, 24:11), que los consideremos incrédulos (Gálatas 1:9), y se nieguen a respaldar su ministerio y a tener comunión con ellos, 2 Juan 9-11.

Los hombres y mujeres cristianos, que en nombre de la unidad, del amor, de la tolerancia, se niegan a manifestar el espiritu, y la actitud de Jesucristo hacia los que tuercen la enseñanza original de Cristo, y las escrituras (7:15 Gálatas, 1: 6-7, 2 Juan 9), participan de las malas obras de los profetas y maestros falsos (2 Juan 10-11).

Todo aquel que tome un sustituto de Cristo, o de su Evangelio Eterno, para instalar otra doctrina y elevarla, sobre el Evangelio, colocándola como fundamental,o de suma importancia, por ejemplo, Sacramentos, diversas doctrinas basadas en versículos sueltos,

Antiguo Pacto, Profecías aparte del Evangelio, todas doctrinas superpuestas al Evangelio Eterno y a Jesucristo, son "ANATEMA" (maldito) Gálatas 1: 6-10.

1 Timoteo. 6: 20-21. Filipenses 3: 2. 1Timoteo. 3: 1-7.

miércoles, 17 de marzo de 2010

CUIDADO CON LA APOSTASIA

CAUSAS

Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, 7de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; 8no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, Deut. 13:6-8

Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.Ex.32:1

11Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; Deut. 8:11

0porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.I Tim 6:3

Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. II pedro 1:9


EJEMPLOS
Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para vivir en ellas, 13que han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; 14tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; Dut 13:12

pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová;jUECES 2:17

al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon. Hech 7:39

PAOLA MARINO


TRIO LOS HERMANOS RAMOS


lunes, 15 de marzo de 2010

ALABEMOS AL SEÑOR


ENFOQUES ESPIRITUALES ACERCA DE EL HOMBRE

Capítulo 1:
EL DIOS VIVO Y VERDADERO

A1 comenzar a reflexionar acerca de la visión cristiana del hombre y de los decretos de Dios que sustentan la existencia del hombre, sin duda nos encontramos en medio de un mundo perturbado. Vivimos en tiempos de cambios vertiginosos. Menos de veinte años después de una guerra que se supuso haber sido en defensa de la democracia, esta democracia se halla casi en todas partes en estado precario y la libertad va rápidamente camino a la total desaparición. ¿ Quién habría pensado, hace veinte años, que al cabo de un período de tiempo tan breve la libertad de expresión y la de prensa iban a estar completamente exterminadas en grandes sectores de Europa occidental? ¿Quién habría pensado que Europa se fuera a hundir tan pronto en unas tinieblas peores que las medievales ?

Norteamérica no ha sido una excepción en cuanto a tal decadencia. La libertad se ve amenazada, y se cierne sobre nosotros en un futuro próximo el espectro de la vorágine sin esperanza de un estado colectivista. No cabe duda de que si consideramos al mundo como a un todo, nos vemos obligados a reconocer que los fundamentos de la libertad y la honestidad están sufriendo un deterioro progresivo y que los lentos logros de siglos son arrinconados temerariamente.

En una época como esta de cambios caleidoscópicos, ¿ existe algo que siga inmutable? Cuando tantas cosas han demostrado no merecer nuestra confianza, ¿hay algo en que podamos confiar? Hay por lo menos un punto claro ? no podemos confiar en la Iglesia. La Iglesia visible, la Iglesia tal como existe en la actualidad sobre la tierra, ha caído demasiado a menudo en el error y el pecado.

No, no podemos acogernos a la Iglesia en nuestro desengaño con el mundo. Pero entonces, ¿hay algo a que podamos acogernos ? ¿ Existe algo que permanezca inmutable cuando tantas cosas cambian ?

Para esta pregunta tengo una respuesta bien concreta. Se contiene en un versículo tomado de la profecía de Isaías: "Sécase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre." Hay muchas cosas que cambian, pero hay una que no cambia. Es la Palabra del Dios vivo y verdadero. El mundo sufre decadencia, la Iglesia visible ha apostatado en forma considerable; pero cuando Dios habla podemos confiar en El, y su Palabra perdura para siempre con garantía absoluta.

¿ Dónde ha hablado Dios ? ¿ Dónde podemos encontrar la Palabra de Dios ? Traté de responder a esto en la primera parte de esta serie de charlas, que ha sido publicada con el título de La Fe Cristiana en el Mundo Moderno. Encontramos la Palabra de Dios en la Biblia. No decimos solamente que la Biblia contiene la Palabra de Dios; afirmamos que la Biblia es la Palabra de Dios. En una época de agitación y angustia, y en medio de las dudas y debilidades de nuestras vidas, podemos acogernos con confianza absoluta a ese Libro.

Cuando decimos que la Biblia es la Palabra de Dios, queremos significar en realidad algo muy concreto. Queremos decir que la Biblia es verdadera. Queremos decir que los escritores de la Biblia, además de todos los requisitos providenciales que Poseyeron para su tarea, recibieron un impulso y asistencia inmediatos y sobrenaturales por parte del Espíritu de Dios, impulso y dirección que hicieron que se vieran libres de los errores que se encuentran en los otros libros. Como resultado de ello, este libro, la Biblia, es completamente verdadero en todo lo que dice acerca de cuestiones de hecho y tiene una autoridad absoluta en lo que ordena. Esta es la gran doctrina de la inspiración plenaria o total de la Sagrada Escritura.

Esta doctrina, al contrario de lo que a menudo se le ha imputado, no violenta la originalidad y personalidad del escritor bíblico ; y no quiere decir que se convirtieran en simples autómatas que no sabían qué hacían. Sí significa, en cambio, que la acción del Espíritu Santo en la inspiración fue sobrenatural. No fue una simple acción providencial de Dios, ni el simple empleo por parte de Dios de los recursos del universo que había creado ; fue una interferencia benévola y gratuita en el curso de la naturaleza por parte del poder inmediato de Dios.

Esta doctrina significa que la Biblia es obra de Dios y no del hombre. Otros libros dan la idea que aconsejan en cuanto a lo bueno y lo malo; este libro sólo aconseja acerca de lo bueno, o más bien da mandatos precisos que nos llegan con la plena autoridad del Dios soberano. Esta serie de charlas que ahora comenzamos se basa en esta visión elevada de la Biblia. Trataré de examinar la Biblia con ustedes a fin de descubrir qué ha dicho Dios, no un simple hombre.

En esta presentación de lo que Dios nos ha dicho en la Biblia espero de verdad no carecer de sincera compasión por el hombre que no cree en lo que yo creo ; espero no carecer de simpatía por el que duda. Espero poderle mostrar a ese hombre en el curso de mis conversaciones que algunas de las objeciones contra las enseñanzas de la Biblia, moneda corriente entre nuestros contemporáneos, se basan en un malentendido de lo que la Biblia dice o en una falta de examen de pruebas importantes que confirman la verdad de la Biblia. Pero todo esto no debería confundir lo que trato de hacer. No intento presentarles lo que he descubierto por mí mismo ni tampoco ayudarles a descubrir cocas por ustedes mismos, sino que les pido que escuchen conmigo lo que Dios nos ha dicho en su Palabra.

En la serie de la que ésta que hoy iniciamos es continuación, ya comencé a hablarles acerca de lo que Dios nos ha dicho en su Palabra. La revelación de Dios que se contiene en la Biblia, dijimos, no es la única revelación que Dios ha hecho. Dios se ha revelado por medio del universo que ha hecho. "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos." También se ha revelado Dios por medio de su voz en nosotros, la voz de la conciencia. "Cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley, son ley para sí mismos." La Biblia pone el sello de aprobación en lo que se puede llamar "religión natural."

Pero la revelación de Dios por medio de la naturaleza no es la única revelación que Dios ha dado. Además de ella ha dado una revelación que se llama "sobrenatural" por razón de su naturaleza superior. Esta revelación sobrenatural se necesitaba por dos razones.

En primer lugar, la revelación de Dios por medio de la naturaleza se había ido ocultando a los ojos de los hombres por razón del pecado. Las maravillas del mundo de Dios hubieran debido hacer que los hombres adoraran y glorificaran al Creador, pero su necio corazón se entenebreció. La voz de la conciencia hubiera debido decides con claridad qué era bueno y qué era malo, pero la conciencia de los hombres se había insensibilizado como cauterizada. Por ello el hombre pecador necesitaba una confirmación nueva y clara de lo que la naturaleza y la conciencia decían.

En segundo lugar ?y esto es todavía más importante que lo advirtamos? el hombre como pecador necesitaba que se le revelaran acerca de Díos ciertas cocas de las que la naturaleza y la conciencia no ofrecían ni el más mínimo indicio. Necesitaba que se le revelara la gracia de Dios. El pecado no sólo lo había cegado sino también perdido. Se hallaba bajo su culpa y maldición. Se encontraba bajo su poder. Necesitaba que se le indicara la forma en que Dios lo había salvado. La naturaleza nada decía en cuanto a esto. El conocimiento de ello sólo le podía llegar al hombre pecador en una manera que fuera sobrenatural en el sentido más estricto.

¡Qué maravillosamente rica es la revelación sobrenatural que se encuentra en la Biblia! ¡Cuánto supera a la revelación de Dios por medio de la naturaleza! Toda la doctrina de la Trinidad, la aparición y obra del Señor Jesucristo, la aplicación de la obra de Cristo por medio del Espíritu Santo, la promesa gloriosa de un mundo venidero ? todo esto no se nos manifiesta por medio de la naturaleza ; se nos dice en la Biblia y en la Biblia únicamente. Se nos comunican con una revelación que no es natural sino sobrenatural.

En la serie anterior, comencé a hablarles acerca de esta revelación. Les expuse la gran doctrina bíblica del Dios trino. Hay un solo Dios, pero en tres personas ?Padre, Hijo y Espíritu Santo.  En la médula misma de esa presentación de la doctrina de la Trinidad en la Biblia, según vimos, está la enseñanza referente a la divinidad de Jesucristo.

Hace unos mil novecientos años, vivió en Palestina una persona llamada Jesús. Acerca de El hay dos opiniones.

Unos lo consideran simplemente como un gran genio religioso, como el fundador de una de las grandes religiones mundiales, como hombre que no mezcló su propia persona con el evangelio, que no exigió que los hombres tuvieran ninguna idea especial acerca de El sino que sencillamente les proclamó a Dios el Padre, que no pidió que los hombres tuvieran fe en El sino sólo en Dios de la misma forma que él había tenido fe en ese Dios. Según los que tienen esta idea Jesús fue tan sólo un maestro y ejemplo, el que abrió para el género humano una senda nueva hasta Dios. Esta es la idea de los incrédulos.

Pero hay otra idea acerca de Jesús. Según ella, la persona conocida en la historia como Jesús de desde toda la eternidad. Era infinito, ? Dios eterno a inmutable. Por medio de E1 fue hecho este vasto universo. Vino a este mundo por su propia voluntad. Tomó nuestra naturaleza, y .nació como hombre a fin de poder redimir a su pueblo en la cruz. Cuando vivió en la tierra, se ofreció a los hombres como objeto de fe, y no les pidió que tuvieran tan sólo fe en Dios como la que él mismo tenía, sino creyeran en El. Hizo depender la salvación de la fe en El. Murió en la cruz como sacrificio para satisfacer a la justicia divina y reconciliarnos con Dios. Es Dios y hombre en dos naturalezas distintas y una sola persona, y esto para siempre. Volverá y lo veremos con nuestros propios ojos. Esta idea de Jesús es la de los cristianos.

Vimos que esta perspectiva cristiana de Jesús es la que enseña en la Biblia, y es la que Jesús mismo enseñó  en cuanto a su persona. ¿Se presentó Jesús a sí mismo mientras estuvo en la tierra sólo como ejemplo para la fe de los hombres ? ¿ Dijo tan sólo : "Creed en Dios de la misma forma que yo creo en El? ¿Fue indiferente a lo que los hombres pensaran de El ?

Estos interrogantes son fáciles de contestar si tomamos el relato bíblico acerca de Jesús como un todo. El Jesús que se presenta en forma total en la Biblia es evidente que se ofreció a sí mismo a los hombres como objeto de fe, y que hizo de la fe en su persona algo esencial para conseguir la vida eterna.

Pero los incrédulos no aceptan la presentación completa de la Biblia acerca de Jesús. Bien, entonces, le diré al amigo incrédulo : "Aquí times un Nuevo Testamento. Tómalo y escoge el pasaje que quieras para demostrarme que lo forma de pensar acerca de Jesús es la adecuada. Sé que no lo gustan los pasajes que yo lo cito. Veamos, pues, qué dicen los pasajes que tú escoges."

En nuestra serie anterior de charlas vimos que cuando se invita al incrédulo a que escoja un pasaje, lo más probable es que recurra al Sermón del Monte. En él, dicen los incrédulos, tenemos a un Jesús no teológico, a un Jesús que dio mandatos elevadísimos y dio a entender que estos mandatos se podían obedecer fuera cual fuere la idea que los hombres tuvieran acerca de El. No cesan de decirnos esto. La teología, se nos dice, .no es lo importante, ni siquiera la teología que se ocupa de Jesucristo. Si, prosiguen, los hombres se decidieran tan sólo a hacer lo que Jesús dice en el Sermón de la Montaña, sería macho mejor que llegar a algunos acuerdos en cuanto a El o al significado de su muerte.

"Bien," le diré a ese amigo incrédulo, "tomemos sólo ese pasaje que has escogido, veamos sólo el Sermón de la Montaña, y examinemos si realmente presenta lo idea de Jesús, si en realidad nos presenta un Jesús que fuera tan sólo un maestro y ejemplo y que no pidió a los hombres que tuvieran ninguna idea específica elevada en cuanto a El. Esto hicimos en nuestra última serie. Tomamos el Sermón de la Montaña pare examinarlo desde esa perspectiva. ¿Y qué descubrimos? ¿Descubrimos un Jesús que no identificó su persona con el evangelio que predicaba y que no se preocupó de lo que los hombres pensaran de El!

Respondimos en forma rotundamente negativa. Lo que describimos en el Sermón de la Montaña fue un Jesús que en la forma más sorprendente otorgaba las recompenses en el Reino de Dios, un Jesús que situó sus mandatos en completa paridad con los de Dios en el Antiguo Testamento, un Jesús que no dijo como los profetas, "Así dice el Señor," sino que dijo, "Mas Yo os digo," un Jesús que llamó bienaventurados a los que mantuvieran una determinada relación con Él ?"Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo" ? un Jesús que dijo de sí mismo que un día se sentaría en el mismo tribunal de Dios tiara determinar el destino final de las hombres de forma que a unos los enviaría al castigo eterno y a los otros a la vide perdurable.

No, en el Sermón de la Montaña no podemos hallar ningún indicio que nos permita eludir al Cristo del resto del Nuevo Testamento. No hallamos en dicho pasaje ?por favorito que sea de los incrédulos? ningún Jesús simplemente humano que se mostrara indiferente a lo que los hombres pensaran de E1 y que les pidiera tan sólo que lo tomaran como ejemplo suyo que siguieran sus pisadas en la senda hacia Dios. Encontramos en ese pasaje al igual que en cualquier otro pasaje a un Cristo y a uno solo ? el Cristo que fue verdadero hombre y verdadero Dios.

Si, por otra parte encontráramos de hecho en el Nuevo Testamento el Cristo que algunos buscan, un simple líder y ejemplo, un simple descubridor de la senda que conduce hasta Dios, ¿qué bien haría este Cristo a nuestras almas ? ¿ Qué bien produciría un simple guía y ejemplo a quienes, como nosotros, estamos muertos en nuestras transgresiones y pecados y nos hallamos bajo la justa ira y maldición de Dios ?

Recuerdo que hace unos cuantos años dirigí la palabra a una asamblea que se reunió en Philadelphia pare estudiar el tema "La Responsabilidad de la Iglesia en esta Nueva Era." Uno de los oradores, que no era cristiano ?quiero decir que ni siquiera se profesaba cristiano? dijo unas cuantas cosas muy agradables en cuanto a Jesús. Pero el punto culminante de su perorata fue la cite de las palabras de Jesús tomadas del Antiguo Testamento referentes al error de Dios y del prójimo: "Amarás al Señor lo Dios con todo lo corazón, y con toda lo alma, y con toda lo mente, y amarás a lo prójimo como a ti mismo."

"¿Acaso esto, que no es ningún dogma, no es suficiente pare cualquiera?" dijo el orador. Desde luego que lo es un dogma o doctrina, sino un mandamiento. ¿Pero tuvo razón el orador en pretender que es suficiente para cualquiera; y si tuvo razón en esto, por qué los cristianos insistimos en agregarle doctrinas entre las que figura la de la divinidad de Cristo? ¿Por qué ,no nos contentamos con decir, "Amarás al Señor lo Dios, y amarás al prójimo como a tí mismo"? ¿ Acaso no es suficiente para cualquiera ?

¿Cuál es la respuesta desde el punto de vista cristiano ? Es muy sencilla. Sí, no cabe duda de que el gran mandamiento doble de Jesús, "Amarás al Señor lo Dios con todo lo corazón, y con toda lo alma, y con toda lo mente, y amarás al prójimo como a ti mismo" es más que suficiente para cualquiera. Ah, pero el caso es amigos, que es demasiado. Ahí está el problema. Esta es la única razón de por qué somos cristianos. Este mandamiento estupendo de Jesús es demasiado riguroso ; es tan riguroso que no hemos acertado a cumplirlo. Si hubiéramos amado a Dios y a nuestro prójimo, en la forma elevadísima que requirió Jesús, todo habría estado bien; nada aparte de esto habríamos necesitado ; no habríamos necesitado ninguna doctrina de la Cruz de Cristo porque no habríamos necesitado ninguna cruz de Cristo ; no habríamos necesitado ninguna doctrina de la persona de Cristo ?Dios y hombre en dos naturalezas distintas y una sola persona? porque no habría habido necesidad de que Cristo se hiciera hombre. Hubiéramos sido justos, y no se hubiera necesitado un Salvador.

Pero el hecho es que somos pecadores. Esta es la razón de que necesitemos algo más que un maestro, que un ejemplo, que un legislador. Por esto necesitamos lo que los incrédulos desprecian por considerarlo simple doctrina pero que nosotros preferimos llamar el evangelio. Por esto nos aferramos con toda nuestra alma a las grandes doctrinas bíblicas de la persona y obra de Jesucristo.

Supongan que yo hubiera escuchado a Jesús sólo como a gran ejemplo y legislador. Supongan que yo hubiera oído que decía, "Amarás al Señor lo Dios y al prójimo como a tí mismo"; supongan que lo hubiera oído decir, en el Sermón de la Montaña, "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." ¿ Qué podría decirle entonces ? Le diría : "Te doy las gracias, Jesús ; esto es lo que necesitaba saber; estoy tan feliz de saber que si amo a Dios y a mi prójimo y soy limpio de corazón todo irá bien y entrar é en el Reino de Dios."

Amigos míos, lo cierto es que no sé qué diría, aunque desde luego no sería nada parecido a esto. Sólo podría decir, después de escuchar los mandamientos de Jesús : "Ay, estoy perdido ; no he amado a Dios ni al prójimo; no he sido limpio de corazón; soy pecador; Jesús, ¿no tienes nada, aparte de tus exigentes mandamientos, para decirme ?

Cuando me llego a Jesús de este modo como pecador, confesándole que no he obedecido sus mandamientos y que no tengo nada que ofrecerle sino que soy completamente indigno y desvalido, ¿ tiene algo que decirme ? Se limita a decir : "Ya has oído mis rigurosos mandamientos ; esto es todo lo que tengo que decirte ; este es todo el evangelio que tengo para ofrecerte ; esta es toda la doctrina que necesitas."

No, gracias a Dios, esto no es todo lo que tiene par darme ese frío consuelo de un mandamiento que no he cumplido ni puedo cumplir. Me da algo más que esto. Se me da a sí mismo. Se me ofrece a sí mismo en la Biblia como mi Salvador que murió por mí en la cruz y que ahora vive como aquel en quien puedo confiar. Se me ofrece a sí mismo en las grandes doctrines de su persona y obra. Si hubiera sido distinto, no habría podido salvarme y yo no podría confiar en él pare que me salve. Pero como es el mismo Dios, me pudo salvar y me salvó y el Espíritu Santo me ha unido a El por medio de la fe.

¿Lo ven, amigos? Esta es la razón de que el cristiano insista en la doctrine de la divinidad de Cristo. No la considera como algo puramente académico, sino que recurre a ella como náufrago que se aferra a la tabla que lo puede salvar de ahogarse. Ningún Cristo inferior al del Evangelio podía salvarnos ; este Cristo solo pudo salvarnos de la muerte eterna.

Desde esta perspectiva vamos a enfocar lo que esperamos exponer en las charlas siguientes. La doctrine presentada en la Biblia no es pare nosotros un asunto de interés curioso ; no es algo pare ser relegado a los seminarios o aulas. Es un asunto de importancia trascendental ; es un asunto de vide o muerte. Nos hallamos al borde de la eternidad. Somos pecadores. Merecemos la ira y maldición de Dios. Nuestra esperanza radica sólo en lo que Dios nos ha dicho en su Palabra. Escuchémosla mientras tenemos tiempo.

Continua........................