sábado, 20 de marzo de 2010

DONES ESPIRITUALES I

¿Qué Son los Dones Espirituales?

No hay nada en el servicio práctico cristiano que sea de mayor importancia que el reconocimiento y el uso de los dones del Espíritu. Aun cuando muchos cristianos han ma¬nifestado tenerlos y los han usado a través de los siglos, sólo en años recientes la iglesia ha puesto más atención en este aspecto del ministerio del Espíritu Santo.

Como ha sucedido con otros temas doctrinales, hemos llegado a reconocer la importancia de los dones espirituales debido a las confusiones y equivocaciones que han surgido respecto a ellos. Se ha dado tal importancia a ciertos dones, hasta rayar en un franco fanatismo. Empero, hay abundan¬tes pasajes bíblicos que es menester estudiar y enseñar. Las tinieblas jamás han sido expulsadas por una paliza, sino por la entrada de la luz.

I. EL SIGNIFICADO DE CARISMATA

En el Nuevo Testamento hay una palabra que denota los dones espirituales; es carismata, de la que se deriva el adjetivo carismático. En el griego antiguo caris es la palabra que se utiliza para decir “gracia”. En el griego clásico sig¬nificaba “hermosura, encanto, atracción” y por extensión “favor, bondad”, y en el caso del recipiente, “gratitud”.

Cuando los escritores del Nuevo Testamento adoptaron la palabra caris, la emplearon para describir el amor espon¬táneo, hermoso y no merecido de Dios que obra por Cristo Jesús. Caris o “gracia” tal como dice A. M. Hunter, “signifi¬ca en primer lugar, el amor gratuito y perdonador de Dios en Cristo para los pecadores, y en segundo, implica la opera¬ción de ese amor en la vida de los cristianos.”

Carisma, nombre sustantivo en forma singular que tiene sus raíces en caris, significa literalmente “don de gra¬cia”. Representa todas las dotaciones espirituales poseídas por los creyentes en varios grados y formas. Este sentido, por supuesto, se aleja bastante del uso popular de “carisma” para describir lo encantador, lo atractivo, o lo simpático de algún personaje público o alguna estrella del cine.

Carismata, la forma plural de carisma significa “dones de gracia”. Las carismata se definen como “donaciones con¬feridas divinamente”. “Carismático” describe a personas o movimientos que manifiestan y hacen hincapié en los dones de Dios por medio de su Santo Espíritu.

Las palabras carisma y carismata ocurren 17 veces en el Nuevo Testamento, 16 veces en los escritos del apóstol Pablo y una en 1 Pedro 4:10-11. La extensión de los dones de gracia es amplísima. Se identifican 20 habilidades o dones. Debe notarse, sin embargo, que esta lista no pretende de ninguna manera ser un catálogo completo de todas las maneras con que el Santo Espíritu capacita a su pueblo.

II. CLASES DE DONES

La lista que Pablo ofrece de los dones del Espíritu puede dividirse en dos grupos: “los dones generales” y “los dones de servicio”.

1. Los dones generales

Según el uso que el Nuevo Testamento da al término, “carismático” puede aplicarse a todos los creyentes, porque hay dos carismata o dones conferidos a todos los que reciben a Cristo como su Salvador personal.

a. El primer don (carisma) es la justificación. Pablo escribió en Romanos 5:15-16: “Pero el don (carisma) no fue como la trasgresión; porque si por la trasgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don (carisma) de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.” ¡Qué regalo espiritual más precioso el que Dios nos ha dado a todos: el perdón de nuestros pecados y la reconciliación para con El!

b. El segundo don universal para los cristianos es la vida eterna. En Romanos 6:23 leemos: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva (carisma) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Estos son los dos dones indispensables. Si alguno carece de los dones de la justificación y la vida eterna, puede llamarse cristiano pero el hecho es que no pertenece a Cristo (véase Romanos 8:9). Pero Pablo menciona otros cuatro do¬nes (carismata) generales adicionales.

c. El ministerio del Apóstol mismo, primero en forma personal y después por la palabra escrita, es un don espiri¬tual. “Porque deseo veros, para comunicaros algún don (ca¬risma) espiritual, a fin de que seáis confirmados” (Roma¬nos 1:11).

d. Las manifestaciones de la misericordia de Dios para con su pueblo son dones (carismata). Con este punto de vista Pablo escribió: “Porque irrevocables son los dones (carismata) y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29).

e. Una cierta condición y circunstancia de la vida es presentada como una de las carisrnata en un don de Dios que se menciona en 1 Corintios 7:7: “Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don (carismata) de Dios, uno a la verdad de un modo, y otros de otro.”

f. La oración contestada es un don (carisma) indis¬pensable para la obra de Dios (2 Corintios 1:11).

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