viernes, 12 de marzo de 2010

LOS MORMONES

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida también como Iglesia mormona, o como Iglesia S.U.D. (abreviación de Santos de los Últimos Días) es una congregación religiosa fundada por José Smith en el estado norteamericano de Nueva York hacia el año 1830. Aunque los mormones afirman seguir las enseñanzas de Jesucristo, no se consideran parte de ninguna de las tres grandes vertientes del cristianismo (ni de la católica, ni de la ortodoxa, ni la protestante) sino más bien una restauración del "cristianismo primitivo", luego de que éste apostatara tras la muerte de San Pedro y los otros apóstoles, según sus seguidores.

Es la rama más grande del movimiento de los Santos de los Últimos Días, que de acuerdo con los mormones, fue restaurado por José Smith, y continuado tras su muerte por Brigham Young. Simultáneamente, fueron surgiendo otras corrientes entre los seguidores de Smith, como por ejemplo, la Comunidad de Cristo, con sus propios profetas y congregaciones.

También han surgido ciertas ramas fundamentalistas, entre las que se encuentran las polígamas, aunque con doctrinas y ritos que no son avalados por la iglesia SUD. En los Estados Unidos, los mormones se encuentran esparcidos por todo el país, pero su presencia es muy notoria en el estado de Utah, donde constituyen la mayoría de la población. La capital del estado, la ciudad de Salt Lake City, es el centro religioso y espiritual de los mormones, similar a lo que es el Vaticano para los católicos. Allí se encuentran el Coro del Tabernáculo Mormón, la Universidad de Brigham Young y otras instituciones patrocinadas por la Iglesia mormona.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ocupa el cuarto lugar en el amplio espectro religioso de los EE.UU. Se caracteriza por su férrea defensa de la familia tradicional (padre, madre e hijos biológicos) y sus líderes afirman que los miembros que han contraído matrimonio en el templo tienen la tasa más baja de divorcios del país. El clero (presidentes de estacas, obispos, presidentes de rama, etc.) no percibe remuneración alguna por sus servicios. Además, la Iglesia afirma ser transversal, es decir, que no distingue ni etnias, ni clases sociales, ni profesiones. Un obispo puede ser ejeutivo de una empresa o un simple labriego. Actualmente cuenta con 14 millones de miembros repartidos en diferentes países, incluyendo Latinoamérica y Europa, estableciendo congregaciones y templos a través del mundo. Los mormones creen que Jesucristo guía la Iglesia por revelación dada al Presidente de la Iglesia, a quien consideran un profeta. Entre ellos hay más o menos 53.000 misioneros (la mayoría entre 19 y 21 años de edad), cuya actividad de predicadores dura dos años (las mujeres sirven misiones de año y medio, lo mismo que los matrimonios mayores). El mormonismo ha experimentado un fuerte crecimiento en América Latina, en especial en Chile, Argentina y Brasil. En Europa, se han establecido ramas en casi todos los países, incluidos los de la ex-órbita socialista.

Pero los mormones, sin embargo, son objeto de durísimas críticas por parte de numerosas iglesias cristianas, que afirman que la Iglesia mormona, en muchos aspectos, se ha alejado del verdadero cristianismo; por parte de numerosos sociólogos, que sostienen que los mormones mantienen un racismo oculto; como así mismo por parte de la gran mayoría de los historiadores, que aseguran que el mormonismo enseña una versión completamente distorsionada de la historia de América. Dadas las notables diferencias entre las doctrinas mormonas y las creencias mayoritarias en el seno del cristianismo, algunas iglesias, como la católica, exigen que todo mormón que desee convertirse debe rebautizarse y tomar un curso de catecismo

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