lunes, 10 de septiembre de 2012

LA CHISMOGRAFIA

LA  MURMURACIÓN Y EL CHISME.


Lectura: Santiago 3:5-10


Cuidado con tu lengua!! En este pequeñito miembro hay un arma letal. Con ella edificas o destruyes a alguien. Recuerda esto siempre antes de hablar…


Introducción:


¿Que es chisme? Noticia o comentario con los que se pretende murmurar de alguien o enemistar a unas personas con otras. 
Ejemplo: Siempre va contando chismes de unos y otros. 


¿Qué es murmuración? Hablar mal de una persona que no está presente:


Ejemplo: no hace más que murmurar acerca de todos los vecinos.
¿Cuánto poder tienen las palabras? Pero, ¿Puede usarse ese mismo poder para el mal?


Definitivamente que sí. La Biblia nos dice que: “Lo mismo pasa con la lengua; es una parte muy pequeña del cuerpo, pero es capaz de grandes cosas”.


“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!” (Santiago 3:5).


La murmuración puede ser sobre un hecho falso, entonces recibe el nombre de calumnia.


Pero también puede ser sobre un hecho verdadero, entonces se le llama chisme.


No se cuestiona si lo que se comunica es cierto o no, sino que el hecho de hablarlo, de comentarlo con otros, se constituye en murmuración y eso es pecado dicen las escrituras.


Y es que la murmuración y el chisme causan muchos estragos.


1-      La Biblia dice: El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos” (Proverbios 16:28).


El chismear es la charla sobre los asuntos de otra persona, que aunque sea la verdad, no tiene base ni provecho. Es charla infundada y vana.


2-     Nuestro Señor llama a los chismosos corruptos: Todos ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos son corruptores.” (Jeremías 6:28).


3-     Por eso, Dios prohíbe la murmuración dentro de su pueblo:
 
Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.” (Filipenses 2:14).


4-    Los chismosos y murmuradores sólo buscan satisfacer sus propios intereses:


Muchas veces los que murmuran quieren aparentar que están preocupados por la Obra de Dios, por el adelanto de su reino sobre la tierra, pero no siempre es así Dios dice en su palabra que los que murmuran sólo buscan satisfacer sus propios intereses: “Estos son murmuradores, querellosos, (demandantes), que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.” (Judas 16).


Proverbios 18:8 dice: “Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas.” Podemos lastimar y herir a un ser humano, igual con la lengua como con cuchillo. Eso es lo que dice este versículo.


Quizá es un poco más clara la versión popular Dios Habla Hoy: “De todo se quejan, todo lo critican y solo buscan satisfacer sus propios deseos…”.
“EL PECADO DE LA MURMURACIÓN”. NÚMEROS 12:1-16.


El pecado de murmuración de María y Aarón, más que lastimar a Moisés o menospreciar cuestionar su autoridad, estaba cuestionando la autoridad de Dios, pues fue el mismo Señor quien lo puso en esa posición.


Les voy a dar unos versos en donde podemos ver y entender lo que nos dice las escrituras acerca de los chismes y murmuración.


a)    El chisme es Condenado en el Antiguo Testamento.


Levítico 19:16: No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová. 


Jeremías 6:28: Todos ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos son corruptores.
 
  1. Un pecado que trae el juicio de Dios bajo el Nuevo Testamento.
 
Romanos 1:30, “murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres”


2 Corintios 12:20, “Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes”


Mateo 12:36-37, “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.


Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”


Hablando de la palabra “ocioso”  Vine dice, “infértil, sin provecho alguno, debido a inactividad, se encuentra en Mateo 12:36, dicho de palabras, significando aquella que es inconsciente o carente de provecho...” como lo son los chismes y la murmuración.


Proverbios 13:3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.


Proverbios 11:13: El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo. 


Proverbios 20:19: El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua. 


Éxodo 20:16: No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.


Juan 6:43  Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros.


Proverbios  26:20, “Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.”


Santiago 1:19, “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar...”


Si todavía sospechamos algún problema, vayamos a la persona, y obtengamos los hechos de primera mano.


Efesios 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”


Mateo 12:34, “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.”


No es tanto el esfuerzo mental de medir cada palabra que sale de la boca, sino el esfuerzo diario de llenar el corazón de lo bueno.


CONCLUSIÓN:


  1. Que la Biblia condena los chismes y el chismear, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Este pecado trae el juicio de Dios.
  2. Este pecado también perjudica tanto a la víctima, como al chismoso, y por eso debe ser tratado y disciplinado en la iglesia local.
  3. El remedio comienza con nosotros que decidimos no escuchar los chismes. Si siempre existe un problema que vayamos al problema mismo (a la persona misma) para corregir y ayudar. Por mientras, aprendemos el hábito de hablar solamente lo que edifica, lo que da gracia al otro.

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